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Entrevista a Esther Vivas, cabeza de lista de la candidatura de “Des de baix”, sobre las elecciones catalanas del 28-N

«Creo que estamos haciendo lo correcto: intentar organizar, buscar confluencias y construir una alternativa política anticapitalista»

Fuentes: Rebelión

Esther Vivas es periodista y miembro del CEMS, el Centre d’Estudis sobre Moviments Socials de la Universitat Pompeu Fabra, que dirige Francisco Fernández Buey. Es autora de muy diversas, conocidas y reconocidas publicaciones sobre soberanía alimentaria, movimientos alterglobalizadores, cadenas de distribución y deuda externa, y en consistencia con ello y con la undécima tesis marxiana, […]

Esther Vivas es periodista y miembro del CEMS, el Centre d’Estudis sobre Moviments Socials de la Universitat Pompeu Fabra, que dirige Francisco Fernández Buey. Es autora de muy diversas, conocidas y reconocidas publicaciones sobre soberanía alimentaria, movimientos alterglobalizadores, cadenas de distribución y deuda externa, y en consistencia con ello y con la undécima tesis marxiana, activista incansable. En las últimas elecciones catalanas fue cabeza de lista de la candidatura «Des de baix».

Si te parece, Esther, podemos empezar por una valoración global de las elecciones catalanas del 28 de noviembre. La abstención, que ronda el 40%, ha sido menor que la esperada. ¿Por qué? ¿De dónde esa, digamos, notable participación que hacía meses parecía imposible?

Bueno, creo que el primer hecho a tener en cuenta es que, a pesar de haber sido más baja de la prevista, la abstención sigue siendo muy alta. Que haya bajado unos puntos no debería hacernos olvidar este hecho. Y es importante recordar, también, que la abstención es particularmente alta en los barrios populares y entre el electorado joven. Posiblemente el aumento imprevisto de la participación haya tenido que ver con una mayor movilización del electorado conservador.

Han sido importantes esta vez, no es la única, el voto en blanco y el nulo. ¿Cómo habría que valorarlos? ¿Cuál es tu interpretación de estas opciones?

Es un signo más del malestar social existente ante los partidos parlamentarios y señal de un alejamiento de una parte significativa de la ciudadanía respecto a ellos. Y a falta de alternativas creíbles el voto en blanco o el voto nulo aparecen como formas de protesta y de expresión del malestar o desconcierto. Obviamente son opciones perfectamente respetables pero pienso que el reto que tenemos es más bien poder canalizar este estado de opinión hacia el apoyo a alternativas anticapitalistas, aunque para ello aún queda mucho trabajo por hacer. El voto en blanco o nulo permiten constatar una situación pero aparecen como símbolos de una cierta resignación o desconcierto individualizado y no tanto de adhesión en positivo a una opción alternativa.

CiU ha ganado las elecciones rozando la mayoría absoluta. ¿Ha sido, como se dice una y otra vez, un triunfo destacadísimo del nacionalismo conservador? ¿Han conseguido uno de sus mejores resultados?

Sus resultados son similares a los del año 1999. Muestran que CiU ha sido capaz de recomponer una parte de su electorado y volver a ser de largo la primera fuerza de Catalunya. Durante estos años de tripartit, CiU ha intentado aparecer como un partido símbolo de la estabilidad, frente a un gobierno que se presentaba como inestable y descoordinado. Ha conseguido presentarse, de forma oportunista, como una formación soberanista consecuente, cuando en realidad su trayectoria muestra todo lo contrario, y capitalizar el malestar social por la reforma del Estatut y la sentencia del Tribunal Constitucional.

También el PP ha sumado votos y se ha situado como tercera fuerza del Parlamento y lo ha conseguido con un discurso de extrema derecha propagado por una organización de derecha extrema sin líderes destacados. ¿De dónde esos nuevos votantes? ¿Ha sido importante la presencia de Cospedal, Rajoy, Rato y Aguirre en la campaña?

Más allá de beneficiarse del desgaste del PSOE y el PSC el ascenso del PP, con su discurso xenófobo y españolista, se enmarca en una tendencia de fondo de auge de la derecha en varios países europeos.

Creo que la razón del auge de la derecha está en el fracaso de la izquierda y su abandono de cualquier proyecto de transformación social. La pérdida del vínculo orgánico y de la identificación entre la izquierda parlamentaria y su base social tradicional, como consecuencia de sus propias políticas, abre la puerta al ascenso de la derecha tipo PP, del españolismo de Ciutadans y también de Plataforma per Catalunya.

La fortaleza de la derecha es un reflejo de la desestructuración del movimiento obrero y de las clases trabajadoras, de la fragmentación social y de la descomposición de las organizaciones y de la cultura de izquierdas en los barrios populares. Muestra que los valores individualistas e insolidarios, y la lógica capitalista, han penetrado hondo entre sectores relevantes de las y los asalariados.

¿Por qué el PSC-PSOE ha obtenido uno de sus peores resultados? ¿La disminución está básicamente relacionada con las medidas antipopulares que está llevando a cabo el gobierno Zapatero?

Las medidas de Zapatero de los últimos meses y los ataques contra los derechos sociales que está llevando a cabo, unido a la gestión general de la crisis, es una de la razones por las que el PSC cosecha tan malos resultados. Detrás de ello está la constatación que la izquierda oficial no tiene ninguna agenda propia de salida de la crisis diferenciada de la derecha. Pero también hay «méritos» propios del PSC ligados a sus tareas concretas de gobierno, los escándalos de corrupción, el fracaso de la reforma del estatut…Todo ello provoca desánimo entre su base social y explica los resultados.

ICV-EUiA no ha sufrido una sangría pero ha perdido un 20% de sus votantes. ¿Qué explica esa disminución? ¿El desgaste de haber llevado la conselleria de Interior? ¿Ha influido el cambio de candidato?

A pesar de haber sufrido un menor castigo que PSC o ERC, el resultado de ICV-EUiA es muy malo, por mucho que se intente maquillar. La corresponsabilización de ICV-EUiA en políticas del gobierno tripartit que nada tienen que ver con un planteamiento de izquierdas y ecologista explica su desgaste electoral. ICV-EUiA ha estado al frente de políticas que van contra su propio programa y entran en contradicción con los intereses de su propia base social. El caso de Interior es el más visible, pero no el único. El resultado es la desmoralización, la desafección, cuando no la desorientación y desconcierto de la gente de izquierdas.

No estamos ante un fenómeno nuevo. El desgaste político y electoral, cuando no el hundimiento directo, de fuerzas de izquierdas que optan por participar en gobiernos social-liberales es algo generalizado que hemos visto en estos últimos años en varios países de Europa, como en Francia con la «izquierda plural» en su día, o Italia con la participación de Rifondazione en el gobierno Prodi. Quizá este desgaste electoral en el caso de ICV-EUiA se haya podido compensar un poco por la afluencia de algunos votos provenientes del PSC, desencantados con el giro a la derecha tan marcado de Zapatero en estos últimos meses.

Lo que se ha hundido es, más allá de los resultados electorales, la estrategia política global de ICV-EUiA fundada en la apuesta por un gobierno con PSC y ERC. Y, ante el fracaso de esta estrategia, no existe públicamente ningún tipo de balance crítico o de indicio de cambio. Todo lo contrario: hay una reafirmación de esta orientación que ha llevado al desastre.

ERC ha perdido la mitad de sus votos. Pero Reagrupament y el partido de Laporta han retenido probablemente muchos de esos votantes. ¿Cómo interpretas esa pérdida y esa recomposición del espacio nacionalista independentista?

ERC tiene un electorado complejo y fronterizo y las razones de su retroceso pueden ser múltiples. Una parte puede haber ido a CiU, que capitaliza el malestar generado por el fracaso de la reforma del Estatut (a pesar de su papel lamentable en el asunto y del pacto Mas-Zapatero en su día) y la manifestación del 10 de junio de 2010. Otra puede haber ido a Laporta, y en menor medida a Reagrupament, que aparecen como opciones independentistas más coherentes y más beligerantes en la defensa de su programa que ERC.

El problema fundamental es que Laporta y Carretero encarnan un soberanismo conservador y neoliberal, un independentismo de sesgo neoliberal y proempresarial que canaliza las aspiraciones soberanistas, expresadas de alguna forma en el movimiento de las consultas populares, en una dirección equivocada que coloca la defensa de los derechos nacionales catalanes dentro de un programa económico y social conservador.

Ciutadans /Ciudadanos, con una política en mi opinión incompresible, y cuando comprensible nefasta y muy, pero que muy de derechas, no sólo consigue mantenerse sino que han incrementado su peso electoral, unos 10.000 votos más. ¿Cómo ha sido posible? ¿Qué sectores sociales representan o dicen representar?

Creo que el incremento de votos de Ciutadans (y también el del PP) refleja una cierta polarización entorno a la cuestión nacional. Ciutadans se nutre de un voto de sectores castellanoparlantes a menudo de origen trabajador. También puede tener algún voto joven desorientado atraído por la retórica «renovadora» y contra los partidos tradicionales que utiliza, de forma absolutamente demagógica, Rivera.

Como te señalaba antes, creo que las razones de un fenómeno como el de Ciutadans está en el fracaso de la izquierda y la pérdida del vínculo orgánico y la identificación entre ésta y su base social tradicional. Esto abre paso a populismos demagógicos de todo tipo, no sólo al españolismo de Ciutadans, sino también a opciones xenófobas como Plataforma per Catalunya o el propio PP.

Plataforma per Catalunya, el partido que encabeza el ex de Fuerza Nueva, Josep o José Anglada, no alcanza representación pero ha faltado poco. Ha conseguido unos 75.000 votos con una campaña que apenas ha tenido repercusión. Algunos de sus votos, no puedo cuantificar, provienen de barrios y poblaciones trabajadoras. ¿Dónde han incidido? ¿Qué razones explican su éxito relativo?

El origen del ascenso de la xenofobia y de la extrema derecha está en las consecuencias sociales provocadas por el neoliberalismo, reforzadas por el impacto de la crisis en este último periodo. Paro, precariedad, degradación urbana, fragmentación social, ascenso del individualismo egoísta, recortes sociales…este es el telón de fondo del auge de la extrema derecha. Y el problema no es sólo el neoliberalismo en general, sino la corresponsabilización de la izquierda en la aplicación de políticas neoliberales que, como te decía antes, van en contra de los intereses de la propia base social de la izquierda, generan desconcierto y desánimo, y provocan la desidentificación y pérdida de vínculos orgánicos entre las fuerzas de izquierdas y su base trabajadora y popular.

Como siempre el auge de la extrema derecha va acompañado de la adaptación populista y demagógica de buena parte del resto de fuerzas políticas a su discurso xenófobo. El caso por ejemplo de Vic con el tema del padrón municipal o los decretos contra el burka son buen ejemplo de ello.

Me centro ahora en «Des de baix». Valdría la pena que explicaras para los lectores no catalanes quienes habéis formado «Des de baix» y cuáles fueron vuestros objetivos.

Des de Baix nació como una alianza entre varias organizaciones de izquierdas, en este caso Revolta Global-Esquerra Anticapitalista, Corrent Roig y Lluita Internacionalista, y varios activistas sociales para impulsar una candidatura anticapitalista, soberanista, ecologista, feminista y antirracista, lo más plural y diversa posible a las elecciones al Parlament.

El objetivo de la candidatura presentada por Des de Baix fue intentar hacer oír una voz anticapitalista, soberanista, ecologista, feminista y antirracista en estas elecciones. Hubiera sido muy negativo que las únicas novedades electorales vinieran por la derecha.

Nuestro objetivo era hacer una campaña militante, que pudiera llegar a los sectores más activos socialmente, utilizar la campaña como un medio para difundir unos planteamientos anticapitalistas y rupturistas y para situar públicamente el debate sobre la necesidad de construir una alternativa al margen de los partidos tradicionales.

Te pregunto sobre esto que contabas. ¿Qué opinas de la campaña que habéis realizado? ¿Habéis llegado a sectores a los que hasta ahora no habíais incidido?

Estamos satisfechos de la campaña realizada. Ha sido bastante dinámica, ha tenido un número importante de actos y actividades y ha mostrado el perfil de una candidatura combativa y alternativa. Pensamos que hemos llegado a un número considerable de gente, que varios miles de personas han conocido el proyecto y que hemos generado un pequeño debate entre sectores minoritarios, pero de una cierta relevancia. Obviamente una campaña como la nuestra tiene límites importantes en cuanto a su incidencia, debido en especial a la casi imposibilidad de tener presencia mediática, pero a pesar de todo se puede llegar a un numero relativamente relevante de personas, con independencia de si luego éstas votan o no por la candidatura.

«Des de baix» ha conseguido 7.169 votos, 5.600 de ellos en Barcelona, un 0,23%. ¿Ha valido la pena la experiencia? ¿La izquierda revolucionaria, visto lo visto, tiene que intervenir, hoy por hoy, en unas elecciones como éstas?

El resultado obtenido por Des de Baix es un resultado muy modesto. La incapacidad para obtener unos resultados socialmente significativos se debe, seguramente, a que todavía mucha gente combativa y de izquierdas ha optado por el «voto útil» al mal menor, o han optado por la abstención o el voto en blanco para expresar su malestar, al no ver que una alternativa como Des de Baix sea aún suficientemente fuerte y creíble en términos electorales.

Pero los resultados muestran que hay unos cuantos miles de personas en Cataluña dispuestas a apoyar una opción alternativa como la nuestra. Es en cierta forma un voto «militante» o al menos un voto «comprometido» de personas que quieren manifestar su simpatía por un proyecto alternativo. Son una buena base para seguir trabajando.

Presentarse o no a unas elecciones para la izquierda anticapitalista no debe ser una cuestión de principio. Es una cuestión táctica. Hay que hacerlo si esto es útil para avanzar. Y creo que la nuestra candidatura nos ha permitido hacerlo. Avanzamos, aunque poco, en la buena dirección. Varios activistas sociales se han incorporado a la actividad política con la campaña, otros han «regresado» después de un paréntesis personal…

No hay que medir la utilidad de presentarse a las elecciones sólo desde el punto de vista del resultado a corto plazo. Para nosotros la candidatura ha sido un primer paso. Las elecciones y las campañas electorales son para nosotros un pretexto y una buena ocasión para difundir planteamientos y propuestas anticapitalistas e, incidir moderadamente, en el debate público desde la izquierda. Las elecciones son un terreno más de lucha, evidentemente no el único ni el más importante, en el que es útil intervenir para no dejarlas como un monopolio absoluto de los partidos de siempre. Son un campo difícil debido a las características estructurales que tienen las contiendas electorales y a los límites a las que hacemos frente las opciones alternativas (financiación, cobertura mediática …). Pero esto no impide que en escenarios más favorables, como por ejemplo las elecciones municipales, no se puedan cosechar éxitos electorales, como ya sucede en varios municipios catalanes.

Hoy no es todavía posible hacer cristalizar una alternativa anticapitalista en el conjunto de Catalunya con incidencia electoral, más allá del terreno municipal, pero este es el horizonte de trabajo. La distancia entre lo posible y lo necesario es todavía muy grande y el reto es estrecharla cada vez más.

Déjame insistir. ¿No es «Des de baix» una coalición de especialistas, de ciudadanos/as-políticos revolucionarios, con escasa incidencia en el tejido social popular? ¿No es, sin querer serlo, una coalición de expertos, de aristoi?

La candidatura ha estado formada por gente diversa, activistas sociales, ecologistas, sindicalistas del sector privado, tanto de la industria como de servicios y del sector público (en particular de sectores recién movilizados como la enseñanza), trabajadores, parad@s, estudiantes… Intentamos que fuera más o menos un reflejo de lo que se mueve.

La composición social de Des de Baix creo que es similar a la del conjunto de las minorías activas hoy social y políticamente en el campo de la izquierda anticapitalista.

El arraigo popular de la izquierda anticapitalista, del sindicalismo combativo, de los movimientos sociales…es limitado, aunque no inexistente y el reto es precisamente profundizarlo.

¿No corre la izquierda comunista, con buena voluntad, con buenas intenciones, el riesgo de equivocarse una y otra vez? ¿No se vio, por ejemplo, en las elecciones europeas que nuestro reino, déjame incluirme, hoy por hoy, no es de ese mundo?

Creo que estamos haciendo lo correcto: intentar organizar a los de abajo en los centros de trabajo, estudio, territorio…, buscar las confluencias entre las luchas sociales, e intentar construir una alternativa política anticapitalista.

El contexto es difícil pero no hay que tener una visión fatalista ni pesimista. Estamos en una situación contradictoria. El malestar social acumulado es muy grande y vemos como en las últimas semanas hay un signo de un relanzamiento de las luchas sociales en varios países europeos (las protestas contra Sarkozy, la HG del 29S, la HG en Portugal el 24N, las protestas estudiantiles en Gran Bretaña e Italia…). Pero todavía la reacción social es limitada y su expresión en el terreno político aún más. Y la izquierda anticapitalista va con mucho retraso si la comparamos con la capacidad de la derecha reaccionaria de hacerse con un lugar en el panorama político y social europeo y de penetrar en las conciencias de muchos trabajadores y ciudadanos.

Los próximos meses, con los nuevos ataques que prepara Zapatero, con la política que realizará el gobierno de Artur Mas y con el fantasma de un plan de rescate para el estado Español en el horizonte, serán críticos. La prioridad en las próximas semanas debe ser la organización de la resistencia social, de la forma lo más unitaria posible. Y, junto a ello, hay que seguir trabajando para construir una alternativa de izquierdas, ligada a las movilizaciones sociales y las resistencias. Para que otro mundo sea posible, otra izquierda es imprescindible.

Déjame que dibuje dos escenarios. Primero: el de la campaña y el resultado. Segundo escenario: un grupo de ciudadanos de barrio, con ayudas de gentes nobles y conocedoras del caso, logran destapar un caso, el del Hotel Palau, que muestra una Barcelona cercana -no digo idéntica- al Chicago de Al Capone: recalificación para uso privado de terrenos con finalidad pública; hotel de lujo; corrupciones; engaños; insultos, amenazas -no excluidas las violentas- a una concejala honesta con publicidad nada inocente de su vida privada; chulería y prepotencia institucional. Largo etcétera. Qué tiene más valor político crítico, republicano, ¿lo primero o lo segundo?

No creo que haya que contraponer ambas cosas o compararlas de forma excluyente.

Movilizaciones como la del Casc Antic frente al Palau de la Música son un ejemplo notable de activismo cotidiano frente a la privatización del espacio público y el abuso de poder, que hay que generalizar y reforzar. Constituyen la base para recomponer un tejido asociativo de izquierdas y cualquier alternativa política.

Un proyecto político alternativo tiene que estar ligado a las luchas sociales. Así ha sido el caso de Des de Baix, formada por activistas y militantes que en el día a día impulsan luchas sociales de todo tipo, junto con muchos más activistas.

«Des de baix» piensa concurrir en las próximas contiendas electorales. ¿Cómo? ¿Por qué?

Bueno, para hacer un balance colectivo y preparar los siguientes pasos, hemos convocado una asamblea abierta el próximo 11 de diciembre en Barcelona (10:30h Casinet d’Hostafrancs, Rector Triadó 53).

Pero a grandes rasgos nuestra idea es seguir trabajando para la conformación de un polo anticapitalista amplio en Catalunya que pueda ir juntando fuerzas y voluntades. Y, al mismo tiempo, actuar de forma unitaria con otras corrientes políticas del campo de la izquierda que también trabajan para construir una alternativa al margen de las fuerzas tradicionales y de los partidos del difunto tripartito.

¿Hay algún elemento de autocrítica que haya surgido entre las fuerzas que componen «Des de baix»?

Nos hubiera gustado poner en pie nuestro proyecto un poco antes, para poder difundirlo mejor entre el conjunto de la sociedad, y haber tenido un trabajo previo como candidatura unitaria más sostenido en el tiempo.

Pensamos que el balance de lo realizado es, dentro de sus grandes límites, satisfactorio y nos permite seguir trabajando en la construcción de una alternativa anticapitalista. Será un camino lento y largo, sin atajos, pero de lo que se trata es de ir en la buena dirección, aunque sea a una velocidad mucho más lenta de la deseable y necesaria.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.