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Crisis 2006: Cuando los Estados-Parias hacen aspavientos en balde

Fuentes: Al Jazeera

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística, por Carlos Sanchis y revisado por Juan Vivanco

Apagón en la Franja de Gaza y apagón en la conciencia moral del mundo árabe y occidental. ¿La razón? Un soldado, sin la estatura moral para negarse a participar en la ocupación ilegal de la tierra de un pueblo indígena, ha sido capturado por sus víctimas. Es como si un violador se queja de que sus víctimas se ponen agresivas en Occidente ha cundido la alarma. Este acto es una «escalada,» una » declaración de guerra», un «inmoral acto de terroristas». ¿ Es esta captura diez mil veces menos ofensiva y dañina que los diez mil prisioneros secuestrados por Israel? ¿ No constituiría la ejecución de cuatro mil palestinos, la inmensa mayoría de ellos civiles, un » crimen contra la humanidad»?. Los palestinos tienen el legítimo derecho, en virtud de la ley internacional y los Convenios de Ginebra, de defenderse contra esa ocupación ilegal. Este no es un ataque a civiles de Israel, sino una lucha patriótica contra una fuerza extranjera opresora. Análogamente, la propuesta de reconciliación de veinticuatro puntos en Iraq, basada en el argumento del patriotismo, exige la amnistía de aquellos que están atacando a las fuerzas estadounidenses. Este planteamiento, por lo general, parecía aceptado por el gobierno y el ejército estadounidense. Aunque por alguna extraña razón partidista, a los enardecidos demócratas, bandera en mano, les dio un ataque de histeria en el Congreso. Occidente debería no sólo disculparse con Hamas por difamar su buen nombre, sino darle palmaditas en la espalda por jugar con reglas. En cuanto a «los hermanos árabes» de los palestinos, es comprensible que Egipto quiera su depósito mensual de dinero en efectivo de su dulce papá, los Estados Unidos de América, pero concentrar tropas en la frontera para aplacar a su dulce papá es una traición que hasta al propio Sadat le habría causado rubor. En días recientes, el gobierno israelí ha regresado a sus orígenes: la dura aplicación del castigo colectivo. Unos centenares de obuses de artillería han castigado casas llenas de niños y de grietas, llenas de familias: no ha sido suficiente. La operación «Abatir al Hombre Moreno» se propone cortar la electricidad a 1,4 millones de personas, hacer pasar aún más hambre a niños que padecen desnutrición y abrir en un solo día 500 cráteres de artillería en el área mas densamente poblada del planeta. Yo le otorgaría el Corazón Púrpura a Israel por su valor durante la reciente vulneración, pero pienso que a estas alturas cualquier corazón serviría. Está claro que la bruja malvada de Oriente Próximo, que no tiene ninguna consideración por la democracia dentro de sus propias fronteras, está decidida a destruir la democracia de sus vecinos también. Esta semana las fuerzas israelíes secuestraron a 64 miembros del ala política de Hamas muchos de ellos con cargos en el gobierno palestino. Pero no se preocupen, muchachos, según fuentes del periódico israelí Haaretz, hay más detenciones en camino. Se cree que los 100 miembros de Hamas secuestrados conseguirán llevarse a casa un automóvil nuevo tras ser sumarísimamente bien golpeados, si es que los obuses de artillería no hacen estallar el vehículo cuando se los lleve.

Como guinda del pastel, Israel ha revocado el permiso de residencia de cuatro altos cargos de Hamas que viven en Jerusalén, incluyendo a Mahoma Abu Teir. Sorprendentemente, estas medidas no han surgido como una venganza espontánea. El plan para la revocación del permiso de residencia se preparó en abril y el plan para el secuestro de los miembros de Hamas se había estado forjando durante «varias semanas», según Haaretz. Israel, sin embargo, necesitó este intenso periodo de represalia para aplicar tales políticas ultrajantes contra el gobierno palestino. Israel intenta no andarse con sutilezas. En lugar de apoyarse en Hamas, parece que Israel sentía que una acometida volante sería más apropiada. Es triste que el mundo esté gastando tanta energía en la vida de un soldado implicado en terrorismo de estado, y que ni siquiera haga un amago de dolor cuando otro niño palestino es asesinado. Desgraciadamente, mientras los palestinos se preparan para una extensa destrucción y una posible masacre al estilo de Jenín, la comunidad internacional está apostando por Israel en lo que parece un 26 a 1 al no favorito de la carrera de caballos de Kentucky.

Remi Kanazi es un escritor de la página política www.PoeticInjustice.net . Vive en Nueva York como escritor independiente estadounidense-palestino, poeta y actor. Para escribirle: [email protected]