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El derecho a guardar silencio; el deber de hablar

De Burroughs a Bruce a Churchill

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Introducción:

Ward Churchill (http://www.rebelion.org/opinion/ward011201.htm) es un intelectual estadounidense perseguido actualmente por sus opiniones. En un artículo reciente en CounterPunch, su director, Alexander Cockburn, escribe:
«Cordura, demencia y doble rasero en Estados Unidos
«Tratándose de la izquierda y la derecha, es decir, las voces de la cordura y la demencia, respectivamente, en Estados Unidos se usa un doble rasero.
«Empecemos con la cordura, bajo la forma de Ward Churchill, profesor titular de la Universidad de Colorado en Boulder y, hasta minutos antes de escribir este artículo, director del Departamento de Estudios Étnicos. Es conocido en todo el país como elocuente escritor radical sobre temas referentes a los americanos nativos.
En 2001, después del 11-S, Churchill escribió un ensayo…
Para leer el artículo completo, abra:
http://www.jornada.unam.mx/2005/feb05/050205/026a1mun.php
«¿Tienes derecho a mantener silencio?
¡A la mierda con ese derecho!
Quiero derecho a hablar; quiero derecho a hablar
Quiero derecho a caminar por donde quiera, a gritar y
Lo digo, a rebelarme cada vez que haya
Un micrófono en el escenario.
Lo que suelto lo oirán millones
No somos los problemas, no somos los bellacos
Son los que ocultan verdad a los niños, los huevones.

-Ice T, «Freedom of Speech» (1989)

 

Piénsalo: «Fue procesado por sus palabras. No dañó a nadie, no cometió un asalto; no robó, no hizo nada que hubiera dañado a otros. Así que, por lo tanto, fue castigado, primero y ante todo, por las palabras que utilizó.»

No es el gobernador de Colorado, Bill Owens, hablando de Ward Churchill. Son las palabras de un ex fiscal de distrito adjunto que ayudó a procesar al humorista / comentarista social Lenny Bruce. La última línea de esa cita dice: «Lo empujamos a la pobreza y usamos la ley para matarlo».

La cólera represiva del poder estatal jugó un papel importante en la prematura muerte de Bruce… pero Bruce y Churchill no son sino dos de los muchos que han sufrido esa consagrada tradición estadounidense de asfixiar el disenso.

Desde la Ley de Extranjeros y Sedición de los Fundadores de la Nación a la Ley PATRIOTA de hoy… Ice-T tiene razón cuando rapea: «¿Libertad de palabra? ¡Cuidado con lo que dices!».

Otro excelente ejemplo del amordazamiento de la oposición fue el caso de Eugene V. Debs. La entrada de EE.UU. a la Primera Guerra Mundial provocó una limitación de las libertades civiles, que culminó con la aprobación de la Ley de Espionaje y Sedición en junio de 1917. Esta salva totalitaria decía en parte: «Quienquiera que, cuando Estados Unidos está en guerra, cause intencionalmente o trate de causar insubordinación, deslealtad, motines, o la negativa a servir en las fuerzas militares o navales de Estados Unidos, será castigado con una multa de no más de 10.000 dólares o encarcelamiento durante no más de 20 años, o las dos cosas.»

Un año después de la promulgación de la Ley de Espionaje y Sedición, Debs se encontraba en Canton, Ohio, para una convención del Partido Socialista. Fue arrestado por hacer un discurso que fue considerado «contrario a la guerra» por el fiscal del distrito de Canton. En ese discurso, Debs declaró: «Siempre os han enseñado y os han entrenado para que creáis que es vuestro deber patriótico ir a la guerra y que os masacren por sus órdenes. Pero en toda la historia del mundo vosotros, el pueblo, jamás habéis participado en la declaración de guerra, y por extraño que parezca, ninguna guerra de ninguna nación en ninguna época ha sido jamás declarada por el pueblo».

Estas palabras condujeron a una sentencia de 10 años de prisión y al despojo de la ciudadanía de EE.UU. (Mientras cumplía su condena en la penitenciaría federal, Debs fue nombrado por quinta vez candidato presidencial del Partido Socialista, hizo la campaña desde su celda en la cárcel, y obtuvo, sorprendentemente, 917.799 votos.)

Unos cuarenta años más tarde, en 1965, cuando Lenny Bruce recién comenzaba a languidecer bajo la implacable persecución que confrontaba, la novela de William S. Burroughs «El almuerzo desnudo» fue acusada de «obscena» por el estado de Massachusetts (que pronto sería seguido por otros estados). Publicada por primera vez en 1959 por Maurice Girodias y Olympia Press, «El almuerzo desnudo» se hizo rápidamente famosa en toda Europa… incluso en países en los que estaba prohibida.

Entre los que sirvieron de testigos expertos de la defensa de Burroughs y de su visión, estuvo Norman Mailer (el juez del Tribunal Superior de Massachusetts Eugene Hudson se hizo famoso por haberle preguntado a Mailer si alguna de sus propias novelas incluía «sexo en el sentido desnudo».) El proceso combinó testimonios tan poco usuales con hechos como las palabras «follar, mierda, culo, coño, polla, ano y chupapollas» que aparecían en total 234 veces en 235 páginas. Finalmente, Hudson decidió contra el libro.

Un año más tarde, la Corte Suprema de Massachusetts declaró «no obscena» la obra, confirmando así la doctrina Brennan de la Corte Suprema (la decisión que absolvió «Trópico de Cáncer» de acusaciones de obscenidad y que considera que sólo obras «totalmente exentas de valores compensadores» podrían ser legalmente prohibidas). Resultó ser la última vez que una obra literaria fue procesada por acusaciones de obscenidad en Estados Unidos.

En la actualidad vemos que atacan a Ward Churchill por palabras de otro tipo… palabras consideradas obscenas por su peso político. Se podrá o no estar de acuerdo con su tesis y / o su método de articular esa tesis, pero apoyar la caza de brujas es contribuir al actual zeitgeist de miedo y conformidad. A los que califican las opiniones de Churchill de ‘traicioneras’, declaro que la genuina traición en la que nosotros, estadounidenses, podemos involucrarnos es aceptar el silenciamiento de otros (el caso más reciente Lynne Stewart) y mantener silencio.

Eugene Debs respondió cuando le lanzaron la misma acusación de traición: «No os preocupéis por la acusación de traición a vuestros amos, preocupaos más bien de la traición que os involucra a vosotros. Sé honrado contigo mismo y no podrás ser traidor a ninguna buena causa del mundo».

William Burroughs dijo lo siguiente en cuanto a guardarse su opinión: «El hombre moderno ha perdido la opción del silencio».

Lenny Bruce lo resumió: «Arrebata el derecho a decir joder y arrebatas el derecho a decir ‘jódete al gobierno’.»

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Mickey Z. es autor de varios libros. Su página web está en: http://www.mickeyz.net

http://www.counterpunch.org/mickey021 22005.html