Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Chelo Ramos
The Oberver tiene información de que a principios de este año, los comandantes militares israelíes redujeron drásticamente los márgenes de «seguridad» que separan los objetivos de artillería de las áreas civiles de Gaza, aunque se les había advertido de que con la nueva política se corría el riesgo de aumentar el número de civiles muertos y heridos. La advertencia, presentada ante la Corte Suprema de Israel por seis agrupaciones de defensa de los derechos humanos, ocurrió después de que las fuerzas armadas de Israel redujeron el denominado «rango de seguridad» para separar a los civiles de los objetivos militares en Gaza de 300 metros a sólo 100 metros, distancia comprendida en el radio de destrucción de entre 50 y 150 metros que tienen los proyectiles israelíes de 155 milímetros, que poseen un alto poder explosivo.
Las revelaciones sobre la nueva política de bombardeos adoptada por Israel, que cuando fue aprobada pasó casi inadvertida, han levantado protestas internacionales a raíz de los recientes hechos ocurridos en Gaza cuando artilleros israelíes bombardearon el pueblo de Beit Hanoun y mataron a 19 miembros de una familia, causando el mayor número de víctimas civiles asesinadas en un solo ataque desde que estalló el conflicto en septiembre de 2000. Las muertes ocurrieron cuando lo que los testigos describen como una descarga cerrada de proyectiles de tanque, cayó sobre un área habitada por civiles. Estas revelaciones son posteriores a informes según los cuales el bombardeo de Gaza ha continuado aunque los mandos militares israelíes, entre ellos el jefe del Comando Sur de las fuerzas armadas de Israel, han reconocido que el fuego indirecto de artillería (es decir, los disparos que se hacen sin ver el objetivo) es casi inútil para contrarrestar los cohetes palestinos.
Según un informe de la organización Human Rights Watch, desde septiembre de 2005 Israel ha hecho unos 15.000 disparos sobre Gaza mientras que los combatientes palestinos apenas han lanzado 1.700 cohetes. Las revelaciones más recientes han surgido al mismo tiempo que se presentaba al Consejo de Seguridad de la ONU un borrador de resolución condenando el ataque de Israel contra Gaza, respaldado por los países árabes, y en medio de grandes manifestaciones en las capitales de Oriente Próximo.
A medida que se conocen más detalles sobre lo ocurrido en Beit Hanoun, entre ellos la admisión hecha por Israel de que los proyectiles que mataron a los miembros de la familia fueron disparados en respuesta al lanzamiento de cohetes Kassam realizado, al parecer, desde un automóvil que el día anterior había sido llevado a esa área por combatientes palestinos, surgen más preguntas que respuestas.
Según las fuerzas armadas de Israel, lo ocurrido se debe a un defecto en las coordenadas del sistema de radar de la artillería, pues los proyectiles cambiaron el margen de error de 25 a 200 metros. No obstante, esto no explica por qué esperaron hasta el día siguiente para devolver el fuego contra un área general, política que el grupo pacifista israelí B’Tselem describe como un «crimen de guerra».
Los asesinatos de Beit Hanoun no sólo han causado consternación en todo el mundo, sino que también han expuesto públicamente las enormes dudas que existen en el ejército israelí respecto al uso de la artillería -y a la capacidad de los artilleros israelíes- tanto en Gaza como en la reciente guerra de Líbano, como una respuesta eficaz contra el lanzamiento de cohetes.
A modo de comparación, entre junio de 2004 y julio de 2006, 14 civiles (entre ellos seis menores) murieron a causa de los cohetes Kassam lanzados por los palestinos contra territorio israelí y contra asentamientos en la Franja de Gaza, mientras que en las cuatro semanas comprendidas entre el 26 de junio y el 24 de julio de este año, las acciones realizadas por las fuerzas armadas de Israel en la Franja de Gaza para acabar con el lanzamiento de cohetes Kassam ocasionaron la muerte de 126 palestinos, entre ellos 63 que no participaban en las hostilidades, de los cuales 29 eran menores. De acuerdo con la ONU, desde finales de junio los israelíes han asesinado a 450 palestinos en Gaza.
Entre quienes han criticado duramente las tácticas israelíes en Gaza después de los asesinatos en Beit Hanoun, está el teniente coronel Ron Ben Yishai, corresponsal de defensa del diario Yediot Aharonot, quien la semana pasada escribió: «La artillería es un sistema armamentístico diseñado para ‘cubrir’ territorio y no para alcanzar objetivos específicos, especialmente cuando se utiliza como ‘fuego preventivo’ contra un territorio y no contra un objetivo específico«. «Los oficiales de las fuerzas armadas de Israel conocen muy bien estos hechos, especialmente después de la reciente guerra del Líbano, donde se dispararon alrededor de 130.000 proyectiles de artillería. Está claro ahora que el uso este arma en contra de los combatientes de Hizbolá fue muy poco eficaz, mientras que el costo económico fue astronómico y llegó a millones de dólares Incluso antes de la guerra de Líbano se había demostrado que el fuego de artillería no servía para prevenir y ni siquiera para reducir el lanzamiento de cohetes Kassam desde la Franja de Gaza. Por eso, el Comando Sur de las fuerzas armadas de Israel decidió recientemente detener o al menos limitar de manera considerable el uso del fuego preventivo de artillería«.
Fuente: http://observer.guardian.co.uk/world/story/0,,1945798,00.html
En Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=1556&lg=es
Chelo Ramos es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (www.tlaxcala.es). Esta traducción es copyleft para uso no comercial: se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente. URL de este artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=41360