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Proyecto de Ley de Aguas de Costa Rica

De esta agua, no sé si beberé

Fuentes: Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON)

Desde que el Proyecto de Ley de Recurso Hídrico (expediente No. 14.585) inició su larga gestación, desde FECON se ha propiciado su debate y estudio. En este proceso han participado organizaciones miembros de FECON y otras organizaciones ecologistas, asociaciones administradoras de acueductos rurales (ASADAS) y grupos comunales de diferentes puntos del país. Hemos creído que, […]

Desde que el Proyecto de Ley de Recurso Hídrico (expediente No. 14.585) inició su larga gestación, desde FECON se ha propiciado su debate y estudio. En este proceso han participado organizaciones miembros de FECON y otras organizaciones ecologistas, asociaciones administradoras de acueductos rurales (ASADAS) y grupos comunales de diferentes puntos del país.

Hemos creído que, si bien este Proyecto no resuelve ni se propone resolver las cuestiones medulares que vienen determinando la crisis del acceso y de la protección del agua, es responsable y necesario atacar y atender algunas de los síntomas principales de esta crisis.

Como producto de este proceso se ha desarrollado un análisis que recoge nuestros apuntes y propuestas respecto a este Proyecto. Estas indicaciones se han hecho llegar a las instancias legislativas correspondientes. Si desea conocer en detalle nuestra posiciones sobre este Proyecto, solicite a [email protected] o a los teléfonos 283-6128 / 6046 el documento de análisis.

Quisiéramos sin embargo puntualizar algunos aspectos de este análisis:

1) No hay duda que el proceso que ha conducido al actual texto ha sido sui genesis respecto a la tradición de encierro y componenda legislativa. Sin embargo, se les va la mano a quienes afirman que este es un Proyecto de Ley resultante de un amplio proceso de consulta democrática y participativa. Tomar parte en un proceso no es cosa de talleres más o talleres menos. Desafortunadamente estamos aún muy lejos de conocer una Ley que haya surgido del mandato de la población y de sus legítimas organizaciones. Los uruguayos nos acaban de dar por cierto una lección al respecto.

2) No creemos que este Proyecto contenga en términos generales, la intención de privatizar el agua más de lo que ya lo está. Es decir, existe ya una clara tendencia a favorecer el reparto desigual del agua y a acrecentar su valor como mercancía. Para ello se está recurriendo a múltiples mecanismos que, en la práctica, hacen del agua un combustible de la economía privada y de la acumulación de grandes capitales (extraordinarias y casi gratuitas concesiones de agua, concesiones del servicio de agua potable, venta de agua embotellada, exportación de agua, etc.).

No obstante, creemos justo decir que el Proyecto de Ley mencionado no profundiza necesariamente estas tendencias, e incluso en algunos aspectos las limita y condiciona (por ejemplo, se prohíbe la concesión del servicio público de agua potable a favor de empresas privadas).

3) Este Proyecto incorpora algunos mecanismos paliativos para desestimular la contaminación de las fuentes de agua. Esto no significa, desde luego, que la lógica insustentable de consumo y producción compulsiva se vea alterada en lo sustantivo. Pero nos parece igualmente justo decir que este no es un Proyecto que especialmente favorezca la contaminación y el agotamiento de las fuentes.

4) No es este tampoco un Proyecto de Ley particularmente centralista. Por el contrario, hay importantes avances en el sentido de poner algunos mecanismos y decisiones en manos de actores locales.

Todos estos aspectos son desde luego incompletos y perfectibles. Por ello hemos planteado ante las instancias legislativas nuestras observaciones puntuales con el ánimo de mejorar el texto del Proyecto. Muchas de estas observaciones favorables y críticas son a nuestro criterio de enorme importancia (régimen de aprovechamiento y de vertidos, límites y condiciones para las concesiones de agua y permisos de uso, concesiones del servicio público de agua potable, papel de los Acueductos Rurales, condiciones para la participación civil, etc.).

De la atención que se le dé a estas indicaciones depende nuestro respaldo o no al Proyecto, ya que no perdemos de vista que se trata todavía de un proyecto y que la posibilidad de hacer de él un instrumento para una mayor privatización y mercantilización del agua está abierta.

Sin embargo, existe un aspecto que para FECON y para muchas organizaciones ecologistas y sociales en el país oscurece la credibilidad en la totalidad de esta iniciativa.

Gracias a una movida del Movimiento Libertario, al texto que actualmente se discute se le incluyó un capítulo relativo a las concesiones de agua para generadores privados de energía eléctrica. Esto resuelve la dificultad que hoy tienen algunos pocos empresarios privados para ampliar sus millonarios negocios. Sobre este tema nos hemos referido insistentemente, hemos aportado documentación que expone y denuncia esta forma de corruptela legalizada.

La conservación de este capítulo como parte del Proyecto ha entorpecido el análisis de otros asuntos que creemos extremadamente importantes.

Para las organizaciones que hemos participado de este análisis, eliminar este apartado del Proyecto de Ley es indispensable a fin de verificar hasta donde los diputados y diputadas responsables del Proyecto pretenden una Ley que favorezca la justicia y la sustentabilidad en el manejo del agua, o todo lo contrario.

Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON)
http://www.feconcr.org