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De Tamara a Tania la guerrillera

Fuentes:

Tamara Bunke, la joven que, con su madre, trabajó como traductora de la delegación cubana que el Comandante Ernesto Che Guevara condujo en la República Democrática Alemana, realiza en 1961 su sueño de ir a vivir en Cuba. Es en marzo de 1964 que el Comandante Guevara en persona explica a Tamara Bunke cuál es […]

Tamara Bunke, la joven que, con su madre, trabajó como traductora de la delegación cubana que el Comandante Ernesto Che Guevara condujo en la República Democrática Alemana, realiza en 1961 su sueño de ir a vivir en Cuba.

Es en marzo de 1964 que el Comandante Guevara en persona explica a Tamara Bunke cuál es su misión en Bolivia. La recibe en su oficina del Ministerio de Industrias para darle los detalles del plan que debe seguir. A partir de ese momento, Tamara tiene a la vez que mantener su cobertura y asegurar su entrenamiento. Tenía por costumbre de compartimentar sus amistades y esto le hizo más fácil la adaptación a su nueva vida. Debía acostumbrarse a la soledad, alejarse de sus amigos y desinformar no sólo en Cuba sino en América Latina, incluso a sus padres. Tamara se transforma en «Tania», pospone su boda, abandona la idea de tener un hijo, su novio y ella deciden esperarse.

El objetivo de su instalación en Bolivia era relacionarse con altos oficiales de las Fuerzas Armadas y miembros de la burguesía en el poder, viajar por el interior del país, estudiar la situación social y esperar un contacto que le anunciaría que la hora de la acción había llegado.

Antes, tuvo que vivir un tiempo en la República Federal de Alemania para aprender las costumbres de la burguesía. Un día, estuvo a doscientos metros de la casa de sus padres pero no pudo llegar a despedirse y ellos sólo se enteraron mucho después de su muerte.

Después partió para América Latina: Perú, Argentina, Brasil y finalmente Bolivia, lugar de su misión donde llegó el 18 de noviembre de 1964.

Cuando los primeros futuros guerrilleros comenzaron a llegar, su trabajo se hizo más complejo y más peligroso pero ella se quedó fuera de toda sospecha de la policía.

El Che la menciona varias veces en su Diario y siempre en ocasión de contactos importantes. La reserva para actividades de peso tanto en La Paz como en otros lugares.

La ausencia de otra persona que pudiera conducir hasta el campamento guerrillero el francés Régis Debray y el argentino Ciro Bustos, la lleva a cumplir esa misión. Cuando su jeep estacionado en un garaje de Camiri es descubierto, cae su cobertura y tiene que quedarse en la guerrilla.

El Che comenta entonces en su Diario: «Se pierden dos años de un trabajo bueno y paciente». El Comandante Guevara le entrega un fusil M-1 y Tania se transforma en combatiente.

Su conducta de guerrillera es tan ejemplar como su trabajo clandestino. Resiste durante toda la odisea que vive entre finales de marzo y el 31 de agosto el grupo de Joaquín del cual forma parte. Paco, sobreviviente del grupo, señala que su actitud era un aliento para todos. Caminaba a pesar de las terribles heridas que tenía en los pies. El Jefe del grupo que cerraba la marcha detrás de ella para protegerla, buscaba un lugar donde ella pudiera reponerse en compañía de un combatiente cubano gravemente enfermo.

El 31 de agosto, el grupo de Joaquín cae en una emboscada en el Vado de Puerto Mauricio, en el Río Grande. No le dejan a Tania ni el tiempo de empuñar el arma, cae y su cuerpo es arrastrado por la corriente. Lo rescatarán una semana después.

El prólogo del libro «Tania, la guerrillera inolvidable», redactado en la clandestinidad por Inti Peredo, boliviano de la guerrilla, señala:

«¡Murió heroicamente por la libertad de América Latina, pero vivirá siempre como un ejemplo de lo que es capaz de hacer una mujer valiente y revolucionaria de verdad!

Su vida en Cuba

Forja amistades, entre sus amigas figura Angela Soto:

«Tamara para mi llegó a ser la mejor amiga de esos años, cuando yo tenía 20 años, 22, 23. Era dulce y a la vez fuerte. Era una persona muy compleja pero, sobre todo, muy total, muy completa.

Imagínese, para nosotros, los jóvenes de esta época que abríamos los ojos a la Revolución – en el año 61 , éramos Jóvenes Rebeldes, Federadas de la Federación de Mujeres Cubanas, de los Comités de Defensa de la Revolución y Tamara llega junto a nosotros y también se integra a ese mundo, se hace cederista, se hace federada, se hace combatiente, Joven Rebelde, joven comunista. Ella viene de traductora. Había nacido en Argentina el 19 de noviembre 1937, en Buenos Aires, y cuando tenía 12 años, los padres que eran comunistas, antifascistas – ya se había eliminado la noche negra del fascismo en Alemania – vuelven a la República Democrática Alemana a construir el socialismo.

Cuando la Revolución estaba en su fase de liberación, de la lucha clandestina y en la Sierra, ella siempre trataba de acercarse a los cubanos que pasaban por la RDA y siempre estaba vinculada a Cuba, quería saber sobre Cuba.

Triunfa la Revolución en el 59 y en el 61… Primero, hay que decir que ella acompaña al Che, uno de los primeros cubanos que llega a negociaciones comerciales y ella es la traductora del Che por hablar perfectamente español y alemán; también Nuñez Jiménez, la Cra Hortensia Gómez que ya falleció, que era dirigente de la Federación Internacional de Mujeres. Tamara le dice a Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba, que quería venir a Cuba, conocer la Cuba revolucionaria, triunfando la Revolución.

Llega en mayo del 61, se presenta enseguida a ser traductora porque como conocía tantos idiomas, cinco, cuatro idiomas, sabía francés, inglés, alemán, español y un poco de italiano. Entonces sencillamente se acerca al Ministerio de Educación, al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, despliega una energía tremenda y una gran disposición de trabajar. Empieza a construir una nueva vida porque ya ve que Cuba le da lo que ella soñaba: hacer una Revolución.

Es cuando nosotros la conocemos, en mayo…abril del 61, haciendo trabajo voluntario en una escuela creada por la Unión Internacional de Estudiantes, la UIE. Hacemos trabajo voluntario en la escuela de 11 y 4, en el Vedado. Allí simpatizamos, éramos jóvenes, divertidas, riendonos, haciendo chistes pero a la vez serias. Tamara era muy profunda a pesar de ser tan alegre y, allí, en el trabajo voluntario nos acercamos al Che.

Después nos volvimos a ver en la Federación de Mujeres Cubanas, en la Dirección Nacional, trabajando junto con Vilma.

Tamara era redactora de un boletín que hacíamos llamado «Vida nueva», escribía como es natural la parte internacional. … Nosotros nos declaramos socialistas en medio de Girón, del ataque mercenario y sencillamente ella nos empieza a hablar de Lenin, de Carlos Marx, Rosa Luxemburgo, Carlos Liebkniet, Ernst Thäelman… Empezamos a conocer personalidades comunistas, no sabíamos nada, éramos revolucionarios pero no sabíamos nada de socialismo.

Nos hablaba de la liberación de la mujer. … Tamara decía que la liberación de la mujer no era acostarse con los hombres, ese concepto superficial, vacío… que liberarse no era acostarse por acostarse, hacer el amor. Era liberarse en el aspecto económico, mantenerse, estudiar… que la mujer y el hombre llegaran a amarse en igualdad de condiciones económicas, que la mujer trabajara, estudiara, que se desarrollara a la par del hombre. Para nosotros era descubrir otro mundo, otra concepción de la vida porque todas nosotras veníamos atadas por nuestra mentalidad… Los hombres, casarse señorita, en fin toda esa mentalidad, sino atrasada, la mentalidad de muchachas pueblerinas, la mentalidad española que teníamos.

Tamara me llevaba a su casa los fines de semana y nos quedábamos, cocinábamos malamente porque no sabíamos cocinar, íbamos a la playa al Círculo Ferretero. Vivía en la calle 20, en la casa que hace esquina. Conversábamos mucho, de cosas íntimas. Me daba consejos como si hubiera sido persona mayor aunque tenía veintitantos años como nosotras. …

Los fines de semana que pasaba en su casa, yo le veía las manos y los brazos muy arañados. Yo le preguntaba: «¿Tamara de dónde tu vienes, qué te ha pasado en esas manos?» «Estoy haciendo trabajo voluntario.» Es que ella se estaba entrenando en condiciones difíciles. Lo supe más tarde cuando descubrí esa parte clandestina de su vida.

Tamara era revolucionaria y como tal, vivió. Ella logró situarse en las esferas más altas del gobierno boliviano, llegó a introducirse en los medios sociales, intelectuales, artísticos. Tenía una gran cultura que le sirvió para ser especialista en folclor boliviano. Ella se presentó como Laura Gutiérrez Bauer que era folclorista argentino-alemana y que venía hacer estudios. Realmente, son valiosos los estudios de la música autóctona de las diferentes regiones de Bolivia que Tamara hizo. Tengo entendido que también hizo una exposición de trajes bolivianos. Se hizo íntima amiga de los artistas más nombrados de Bolivia, para tener acceso a las fuentes oficiales y así preparar la guerrilla. Ella fue una de los que prepararon el desarrollo de la red urbana de la guerrilla. Llegó en 64 a Bolivia y del 64 al 66 preparó de una forma realmente ejemplar las condiciones para que el Che llegará junto con los demás compañeros.

Su deseo era combatir por la Revolución. Cuando me dijeron que Tamara era Tania, que la Laura Gutiérrez Bauer que estaba en Bolivia junto al Che era Tamara mi amiga, entonces contesté: «No me extraña».

<>(Extractos tomados del libro CHE, COMANDANTE, AMIGO) © 1999 Marie-Dominique Bertuccioli y Juan Andrés Neira Franco
Fuente: http://perso.club-internet.fr/vdedaj/cuba/livre_che_es_03.html