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Desnudos, registros y más, Heba al-Labadi entre los palestinos torturados en las cárceles israelíes

Fuentes: Mint Press News

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Las prisioneras dicen que el maltrato que experimentaron en las cárceles israelíes a menudo parecía implicar degradación y abuso sexual.

 

Heba Ahmed al-Labadi

El 20 de agosto Heba Ahmed al-Labadi cayó en el oscuro agujero del sistema legal israelí, uniéndose a 413 prisioneros palestinos que actualmente se encuentran en la llamada detención administrativa.

El 26 de septiembre Heba y otros siete prisioneros declararon una huelga de hambre para protestar por su detención ilegal y sus terribles condiciones en las cárceles israelíes. Entre los prisioneros se encuentra Ahmed Ghannam, de 42 años, del pueblo de Dura, cerca de Hebrón, quien lanzó su huelga de hambre el 14 de julio.

La detención administrativa es el procedimiento legal de Israel cuando simplemente quiere silenciar las voces de los activistas políticos palestinos, pero carece de evidencia concreta que pueda presentarse en un tribunal militar abierto.

No es que los tribunales militares de Israel sean un ejemplo de justicia y transparencia. De hecho, cuando se trata de palestinos, todo el sistema judicial israelí es sesgado. Pero la detención administrativa es un nuevo nivel de injusticia.

La práctica actual de la detención administrativa se remonta a las Regulaciones de Defensa (Emergencia) de 1945 emitidas por las autoridades coloniales británicas en Palestina para sofocar la disidencia política palestina. Israel modificó las regulaciones en 1979, acomodándolas a la Ley Israelí de Autoridad en Estados de Emergencia. La ley revisada se utilizó para encarcelar por tiempo indefinido a miles de activistas políticos palestinos durante el levantamiento palestino de 1987. En cualquier día hay cientos de palestinos que se encuentran bajo la práctica ilegal.

Para empezar, el procedimiento niega a los detenidos cualquier proceso debido y no presenta pruebas de por qué el prisionero, que a menudo es sometido a tortura severa e implacable, está detenido.

Heba, una ciudadana jordana, fue detenida en el cruce de al-Karameh (Puente Allenby) en su camino de Jordania a Cisjordania para asistir a una boda en la ciudad palestina de Naplusa. Según la Red de Solidaridad con los Prisioneros Palestinos Samidoun, Heba fue detenida por primera vez en el centro de detención de inteligencia israelí en PetahTikva, donde sufrió abusos y torturas.

La tortura en Israel estuvo permitida por muchos años. En 1999 la Corte Suprema de Israel prohibió la tortura. Sin embargo, en 2019, el tribunal aclaró explícitamente que «la tortura interrogativa es legal en ciertas circunstancias en el sistema legal de Israel». De cualquier manera, poco ha cambiado en la práctica antes o después de la «aclaración» de la Corte israelí.

De las docenas de prisioneros palestinos y árabes que entrevisté en los últimos meses para un libro que pronto se publicará sobre la historia de la experiencia carcelaria palestina, cada uno de ellos fue sometido a un prolongado proceso de tortura durante el interrogatorio inicial, que a menudo se extendió por meses. Si sus experiencias diferían, solo era en la extensión y duración de la tortura. Esto se aplica tanto a los detenidos administrativos como a los llamados «prisioneros de seguridad».

Wafa Samir Ibrahim al-Bis, una mujer palestina del campo de refugiados de Jablaiya en Gaza, me contó sobre los años que estuvo detenida en las cárceles israelíes. «Fui torturada durante años dentro de la infame ‘celda nueve’ de la prisión de Ramleh, una cámara de tortura que asignaron para personas como yo», dijo.

«Me colgaban del techo y me golpeaban. Me pusieron una bolsa negra en la cabeza mientras me golpeaban e interrogaban durante muchas horas y días. Dejaron perros y ratones en mi celda. No podía dormir de corrido por días. Me desnudaban y me dejaban así días y días. No me permitieron reunirme con un abogado ni recibir visitas de la Cruz Roja».

Ahora Heba está abandonada en ese mismo sistema, un sistema que no tiene remordimientos y no enfrenta responsabilidad, ni en Israel ni en las instituciones internacionales cuyo deber es desafiar este tipo de violación flagrante de las leyes humanitarias.

Si bien el maltrato por parte de Israel de todos los prisioneros palestinos se aplica igual e independientemente de la facción, la ideología o la edad, el género del prisionero es importante en cuanto al tipo de tortura o humillación utilizada. Muchas de las prisioneras con las que hablé explicaron que el tipo de maltrato que experimentaron en las cárceles israelíes a menudo parecía implicar degradación y abuso sexual. Uno de esos maltratos consiste en que las prisioneras se desnuden ante los interrogadores masculinos israelíes y permanecen en esa posición durante toda la duración del tortuoso interrogatorio, que puede durar horas.

Khadija Khweis, de la ciudad de Al-Tour, adyacente a la Ciudad Vieja de Jerusalén Oriental Ocupada, fue encarcelada por Israel 18 veces, por períodos que abarcan desde varios días hasta varias semanas. Me dijo «el primer día de mi llegada a la prisión, los guardias me desnudaron por completo».

«Me hurgaron de maneras tan degradantes que ni siquiera puedo escribirlas. Todo lo que puedo decir es que intencionalmente trataron de privarme del más mínimo grado de dignidad humana. Esta práctica, de desnudar y degradar en los registros corporales, se repetiría cada vez que me sacaban de mi celda y me traían de regreso».

Heba y todos los prisioneros palestinos experimentan humillación y abuso a diario. Sus historias no deberían reducirse a una noticia ocasional o una publicación en las redes sociales, sino que deberían convertirse en la razón de ser de todos los esfuerzos de solidaridad destinados a exponer a Israel, su sistema judicial fraudulento y los tribunales ilegales.

La lucha de los prisioneros palestinos encarna la lucha de todos los palestinos. Su encarcelamiento es una clara representación del encarcelamiento colectivo del pueblo palestino, los que viven bajo la ocupación y el apartheid en Cisjordania y los que están bajo ocupación y asedio en Gaza.

Se debería culpar a Israel de todo esto. Los grupos de derechos humanos y la comunidad internacional deberían presionar a Israel para que libere a Heba al-Labadi y a todos sus camaradas, ilegalmente detenidos en las cárceles israelíes.

Ramzy Baroud es periodista, autor y editor de The Palestine Chronicle. Su ultimo libro es ‘The Last Earth: A Palestinian Story’ (Pluto Press, Londres) y su próximo libro es ‘These Chains Will Be Broken: Palestinian Stories of Struggle and Defiance in Israeli Prisons’ (Clarity Press, Atlanta). Baroud tiene un doctorado en estudios palestinos de la Universidad de Exeter. Su sitio web es www.ramzybaroud.net

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Mint Press News.

Fuente: https://www.mintpressnews.com/heba-al-labadi-torture-administrative-detention-israel/262238/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.