«Una mezcla de sinceridad, maravilloso hombre de honor entregado a la lucha, poeta romántico, involuntario y trágico Dama de las Camelias castigado por la tuberculosis y personaje del realismo socialista narrado por Byron», así define el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II a Rubén Martínez Villena, el autor del poema «La pupila insomne» que da […]
«Una mezcla de sinceridad, maravilloso hombre de honor entregado a la lucha, poeta romántico, involuntario y trágico Dama de las Camelias castigado por la tuberculosis y personaje del realismo socialista narrado por Byron», así define el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II a Rubén Martínez Villena, el autor del poema «La pupila insomne» que da nombre al blog que hago desde Cuba y a quien rindo tributo al agradecer a los organizadores la invitación para asistir a este evento.
«Tengo el impulso torvo y el anhelo sagrado/de atisbar en la vida mis ensueños de muerto/Oh la pupila insomne y el párpado cerrado/ya dormiré mañana con el párpado abierto». Desde que una compañera de pupitre en el preuniversitario me obsequiara sus versos, la vida de ese hombre, especialmente dotado para la poesía, que renunció tempranamente a ella, para convertirse en organizador de huelgas y líder obrero, diciendo con una ironía que no dejaría de acompañarlo nunca: «Yo destrozo mis versos, los desprecio, los regalo, los olvido: me interesan tanto como a la mayor parte de nuestros escritores interesa la justicia social», me pareció la definición más exacta y ambigua a la vez de quien no abandona jamás un sueño.
A aquellos versos recurrí, cuando cansado hasta el hastío de leer las mismas mentiras sobre mi país en los grandes medios de comunicación, y animado por el ejemplo de algunas personas a quienes admiro, decidí abrir una bitácora en Internet. Hacía algún tiempo había comprendido una de las trampas con que opera el acoso hacia Cuba para convertir todo lo que de ella proviene en objeto de sospecha, y por ello al análisis de la información que circula en la web sobre mi país decidí dedicar la mayor parte de mis posts.
Y es que la repetición de determinados clichés que se apoyan en reflejos condicionados por la propaganda, estafa a las audiencias magnificando los efectos de las políticas norteamericanas hacia la Isla pero ocultando estas como una de sus causas más significativas. Así, los medios amplifican las consecuencias de las acciones del gobierno estadounidense, convirtiéndolas en materia prima de los estereotipos con que todos los días actúan para referirse a lo que ocurre en la Isla:
- Si cincuenta años de agresiones obligan a los cubanos a organizarse para la defensa, Cuba es entonces una «sociedad militarizada».
- Si al país se le aplica un férreo bloqueo económico, sin acceso al comercio y los créditos del principal mercado internacional, «el socialismo es un fracaso económico».
- Si desde el exterior se financia una quinta columna que actúa con el apoyo de algunas embajadas para realizar provocaciones, estos son «luchadores por las libertades y los derechos humanos que desafían a una dictadura»
- Una ley privilegia la entrada a Estados Unidos de los cubanos y les otorga la residencia automática con claras intenciones políticas. Sin embargo sólo ellos «huyen» de su país, mientras los emigrantes de doce naciones latinoamericanas los superan en proporción pero pocas veces son noticia.
- Cuba necesita incrementar su producción de alimentos y disminuir sus importaciones, pero pocos saben que la UNICEF ubicó a la Isla como el país con menor índice de desnutrición infantil en América Latina.
- EE.UU. limita el acceso a los recursos financieros y de infraestructura para el acceso de Cuba a la Red, pero según los medios es la Isla un «país enemigo de Internet» y el gobierno que encarcela a Bradley Manning y acosa hasta la quiebra a Wikileaks preside «el país de la libertad».
Como dice a menudo la periodista Rosa Miriam Elizalde, Washington obstaculiza el acceso de la inmensa mayoría de los cubanos a la Red pero ha diseñado una «Internet a la carta» para quienes le sirven en la Isla. Sin embargo, no son pocos los que allí, desde muy diversos puntos de vista, pero sin beneficiarse de los más de 20 millones de dólares que cada año el gobierno de Estados Unidos envía como «ayuda» a sus alabarderos en Cuba, han ido colocando en la Red sus visiones de lo que pasa en su país y en el mundo.
Espacios como Negra cubana tenía que ser, que aborda las temáticas raciales, Paquito el de Cuba, que defiende los derechos de la comunidad gay, La joven Cuba, animado por un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad de Matanzas, de alumnos de periodismo como El microwave, de profesionales de la comunicación como el de la profesora de periodismo Elaine Díaz, de escritores como Ogún Guerrero, que anima Jorge Ángel Hernández, o Cambios en Cuba de Manuel Henríquez Lagarde, que me acompaña en este evento, son parte de una urdimbre que da el testimonio de una sociedad diversa y crítica que repudia los análisis edulcorados acerca de su realidad como mismo desprecia las manipulaciones que intentan imponerle desde fuera.
Lo hacen, usando conexiones lentas, donde la banda ancha es más excepción que regla, en un país cuya mayor red (Infomed, para trabajadores de la salud) dispone solo de 16 megabits para dar servicio a más de 100 000 usuarios, como parte de los 413 que tiene toda Cuba en su conjunto. Cualquier comparación con una Universidad, Cibercafé o Empresa del mundo, ilustra las desventajas que se le han impuesto a Cuba para su desarrollo y las desiguales condiciones en que a pesar de ello ha logrado preparar a su población. Consecuentemente, la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, sitúa a mi país en el cuarto lugar mundial en las habilidades para el uso de las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones. Es un dato que habla por sí mismo de la efectividad con que se han logrado utilizar los pocos recursos disponibles en función del desarrollo humano.
Juzgar pese a ello la democracia cubana como perdedora frente al modelo que privilegia la tecnología en función del consumismo, es cuando menos tramposo. El trovador Silvio Rodríguez, que anima el blog Segunda cita, uno de los espacios más activos y críticos de la blogosfera cubana, escribía recientemente «me parece demasiado optimista pensar que internet es garantía de democracia, cuando hay tantos países con mucho internet y democracia tan dudosa. Yo creo que hace más falta que un país produzca y funcione correctamente que tener banda ancha (ojo que no excluyo internet)»
Desde Cuba vemos con simpatía cómo contra esa democracia dudosa se rebelan por estos días, utilizando Internet, pero sobre todo saliendo a las plazas y desafiando la represión ya indisimulable de un sistema cada vez más injusto, millones de personas en todo el mundo. De Atenas a Madrid, New York y Santiago de Chile, colocan en la Red las imágenes de las cargas policiales y las cínicas respuestas que el 1% proclama frente al 99% que ya no cree en promesas electorales y ha decidido intentar cambiar las reglas de un juego en que mandan los mercados y no las personas.
Cada vez más, la blogosfera está dando voz a lo que los grandes medios de comunicación han silenciado durante mucho tiempo. Donde eso ha logrado articularse con la rebelión organizada de las mayorías ha supuesto un desafío creciente para quienes quieren imponer a sangre y fuego un orden social que se revela cada vez más injusto.
El bloguero egipcio, Hossam el-Hamalawy interrogado sobre el rol de Facebook y Twitter en la revueltas de la llamada «Primavera árabe», ha dicho: «Internet sólo juega un papel en la difusión de la palabra y de las imágenes de lo que sucede en el terreno. No utilizamos Internet para organizarnos. Lo utilizamos para dar a conocer lo que estamos haciendo sobre el terreno con la esperanza de animar a otros para que participen en la acción».
Pero hay evangelistas de Internet. El pasado noviembre, Alec Ross, director para la innovación del Departamento de Estado, hablaba en un evento en Chile – como iniciativa de la Hillary Clinton Civil Society 2.0– intentando seducir al auditorio, llegó a decir que Internet es «el Che Guevara del siglo XXI», provocando indignación en parte del público que se cuestionó la moral del sistema que asesinó al Che para invocarlo.
Como he dicho antes, no sé si Ross habrá leído al Che para saber que no es Internet sino la rebelión frente a la injusticia la que encarna sus ideas. Pero pocos meses después de su infeliz boutade, es precisamente en Chile, la vidriera en que EE.UU. vendía los éxitos de su modelo para América Latina, donde organizaciones estudiantiles, sindicatos, asociaciones vecinales, colocan en blogs las denuncias de la represión que sufren, evidenciando la herencia pinochetista que los medios barrían bajo la alfombra. Es allí donde Camila Vallejo, una militante de las Juventudes Comunistas, convoca a millones de compatriotas a demoler un modelo que priva del derecho a una educación gratuita y de calidad a las mayorías.
A Camila la siguen decenas de miles en Twitter, pero es su accionar desde la Federación de Estudiantes de Chile el que legitima su convocatoria y llena las calles para expresar lo que sus compañeros organizados han acordado en asambleas y reuniones.
Difundir verdades adquiere su definición mejor cuando estas se convierten en actuación para modificar una realidad donde el dinero pretende modelar las conductas de los seres humanos, algo que por supuesto no interesa a los grandes medios de comunicación. Como explicaba aquí ayer el compañero de Democracy Now las corporaciones mediáticas lo harán sólo en última instancia e intentando siempre manipular lo que ya no pueden controlar.
El pasado Agosto, a raíz de cumplirse el primer año de vida de nuestro blog, el periodista Pascual Serrano, fundador del portal Rebelión y destacado analista de medios, llamaba a La pupila insomne «un portal disidente», y agregaba: «-a ver si denominándole así es más fácil que aparezca en Google y lo lean los que quieren derrocar la Revolución-. Disidente del periodismo que miente, disidente de los grupos que creen que con dinero lograrán convencer a los cubanos, disidente de los privilegios que logran los que escriben al servicio de quienes quieren que en Cuba no gobierne el gobierno, sino los mercados…»
Es un empeño en que las alianzas han sido fundamentales. El apoyo de espacios alternativos ya consolidados como Rebelión, Cubadebate, Kaos en la Red, Nodo 50 y Cubainformación, reproduciendo buena parte de los contenidos de La pupila insomne, ha sido fundamental para su posicionamiento. Particularmente, la producción de videos de Cubainformación que ha convertido en apenas un año más de 80 textos nuestros en reportajes de video que coloca en la web, aprovechando las posibilidades de conectividad existentes en Europa que no tenemos en Cuba.
Hace ocho años, cuando estaba yo muy lejos de imaginar involucrarme en esta aventura, intervenía en un evento organizado por amigos portugueses, recordando a uno de los mayores disidentes de la historia. Decía entonces: «En estos tiempos de Internet y exclusiones, de satélites y hambre, Carlos Marx, sonriente y subversivo, susurra en los oídos del mundo: disidentes de todos los países, comunicaos«. El camino recorrido de entonces a acá y el éxito que está teniendo ya este Primer Encuentro Mundial de blogueros para la difusión de ideas y el crecimiento de las rebeliones contra el capital me confirma en el sentido de aquel sueño con La pupila insomne y el párpado… abierto.
Muchas gracias
*Texto presentado en el panel «Experiencias en América Latina» del Primer Encuentro Mundial de Blogueros, en Foz de Iguazú, Brasil, el 28 de octubre de 2011