Recomiendo:
0

Dos venerables familias

Fuentes: Rebelión

El mismo día en que El Nuevo Herald reportaba en primera plana la sentencia a 5 años de cárcel al «combatiente vertical» Ernesto Montaner, también anunciaba que se iniciaba en Madrid una vista oral sobre el caso de la compañía Sintel. La verdad es que llama la atención que ambas informaciones hayan sido publicadas, mas […]

El mismo día en que El Nuevo Herald reportaba en primera plana la sentencia a 5 años de cárcel al «combatiente vertical» Ernesto Montaner, también anunciaba que se iniciaba en Madrid una vista oral sobre el caso de la compañía Sintel. La verdad es que llama la atención que ambas informaciones hayan sido publicadas, mas todavía en la primera plana de ese rotativo que es, extraoficialmente, el vocero de la ultraderecha cubano-miamense.

Haciendo un poco de historia, hay que decir que Montaner, antes de ser oficialmente acusado de fraude al Medicare, se fugó del país y fue a refugiarse a un oculto lugar de Costa Rica. Sabía que la investigación sobre su compañía estaba en camino y optó por salir, como alma que lleva el diablo, a buscar refugio fuera de los Estados Unidos. La justicia de este país lo acusó de haber defraudado, mediante facturas falsas o alteradas, millones de dólares al sistema de salud nacional. Montaner tenía varias clínicas de terapia física en Miami y a través de las mismas fue que hizo los fraudes. Allá a Centro América fueron los agentes del FBI a buscarlo, en enero del 2011, para haber sido condenado hace unos días. El juez no tuvo en consideración las cartas que recibió para que tuviera clemencia con el acusado, debido a su reputación, su edad y su salud, y lo sentenció a la antes mencionada condena.

Montaner es una persona ampliamente conocida en esta comunidad, no solamente por sí mismo, sino también por ser hijo del llamado «poeta del exilio» de su mismo nombre ya fallecido, y hermano de Carlos Alberto Montaner, escritor y periodista, uno de los «presidenciables» de la derecha cubana de Miami y enemigo acérrimo de Cuba. Pues de nada le valió a Ernesto, quien en la cárcel estaba y en la cárcel estará por varios años.

El caso de Sintel fue un hecho que sucedió fuera de los Estados Unidos, en España. En 1996 la compañía Mastec de Miami, propiedad de Jorge Mas Canosa y sus hijos, compró la compañía telefónica Sintel para 5 años más tarde declararla en quiebra, dejando más de 1800 empleados en la calle y sin trabajo y centenares de acreedores sin poder cobrar sus cuentas. Según se supo en la vista oral llevada a cabo hace solo unos días en Madrid, los Mas Canosas conscientemente descapitalizaron a Sintel, robándose todos los activos que esta poseía. El juicio oral se llevará a cabo en noviembre próximo.

Hay que preguntarse por qué un acto que fue llevado a cabo en el 2001 vaya a ir a juicio más de una década más tarde. ¿Por qué las Cortes españolas se han tomado tantos años para realizar algo que tanto los antiguos empleados como los acreedores estaban pidiéndole desde el mismo día que salió a la luz pública tal defalco? Algunos afirman que el gobierno español no quería acusar a los Mas Canosas por la relevancia e influencia política que estos tienen en los Estados Unidos y dentro de la ultraderecha, tanto española como la miamense. Es muy posible que eso sea cierto ya que, si en estos momentos la justicia española considera que hay suficientes evidencias para realizar un juicio, no habría razón ninguna para que dos o tres años después de lo que ocurrió no hubieran existido.

La pregunta de los sesenta mil pesos es si los hijos del fallecido ex-presidenciable Jorge Mas Canosa irán a Madrid a comparecer ante la justicia española. A mi modo de verlo, creo que el «patriota» presidente de la Junta de Directores de la Fundación Cubano América no se vuelve a tomar ni una caña ni un chato de vino en la Gran Vía de Madrid. No creo que exista ningún tratado de extradición entre España y los Estados Unidos, pero aunque existiera, no veo la menor posibilidad de que, si son encontrados culpables, las autoridades de este país los llegaran a extraditar.

Vuelvo a decir que es sumamente curioso que ambos casos hayan tenido la relevancia que tuvieron en el periódico local, ya que aquí generalmente esas noticias, en caso de que sean publicadas, salen bien escondidas en las páginas interiores.

Estos personajes son los que constantemente se llenan la boca para hablar de la libertad de Cuba, los que hacen discursos junto a los presidentes de los Estados Unidos, los que se abrazan con ellos. Son los que ponderan hablando de democracia representativa, economía de mercado, etc. Ahora vemos que quieren la economía de mercado para mercadear la economía, para corromperla y saquearla, como lo hicieron sus antepasados hace años atrás en la Cuba que hoy sueñan «liberar».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.