La lucha por un salario mínimo justo marcará las movilizaciones laborales del primero de mayo egipcio. Pero por el contrario de lo habitual, la convocatoria tendrá lugar el día 2, día en que están convocadas las fuerzas laborales y de la izquierda. La movilización, que será una reedición de una ya convocada el pasado 3 […]
La lucha por un salario mínimo justo marcará las movilizaciones laborales del primero de mayo egipcio. Pero por el contrario de lo habitual, la convocatoria tendrá lugar el día 2, día en que están convocadas las fuerzas laborales y de la izquierda.
La movilización, que será una reedición de una ya convocada el pasado 3 de abril, reclama el aumento del salario mínimo, que se ha mantenido inmóvil en las 35 libras mensuales (4,69€) desde 1984. Los convocantes reclaman la aplicación de la ley unificada del trabajo publicada en abril del 2003 y que a día de hoy todavía no se ha establecido. Ésta proclamaba la necesidad de crear un consejo nacional de salarios, bajo la dirección del Ministro de Planificación, responsable de establecer un salario mínimo a nivel nacional teniendo en cuenta el coste de la vida.
Cineastas, directores, abogados, periodistas, bloggers y trabajadores ya han mostrado su solidaridad con la movilización a través de internet.
La convocatoria se produce cuando la polvareda por las anteriores movilizaciones todavía no ha sedimentado. Aparte de la ya mencionada convocatoria del 3 de abril, el pasado día 6 se celebrabó una nueva movilización para conmemorar el aniversario de las históricas movilizaciones de 2008 que tuvieron su epicentro en la ciudad obrera de Mahal el Kubra, que dieron un simbólico disparo de salida a la presente oleada combativa en Egipto.
La movilización de este año fue reprimida por la policía, que atacó a las y los manifestantes y detuvo más de 90 activistas. Siete días después una manifestación para denunciar lo sucedido también acabó con duros enfrentamientos. Esto provocó un fuerte debate dentro los círculos políticos a partir de las demandas de los grupos políticos de la oposición.
El clima se calentó cuando en plena discusión parlamentaria sobre los incidentes del 6 de abril, Hassan Nash at el-Qassas, diputado del gubernamental PDN, reclamó a la policía el uso de armas de fuego para parar los manifestantes en vez de las tradicionales mangueras de agua. «Se lo merecían» argumentó antes de recordar que van en contra de la ley.
Hace falta recordar que el derecho a manifestarse es uno de los muchos que son negados a los egipcios desde que se aplicara en 1981 la Ley de Emergencia. Pese a esto, las luchas laborales no han parado de aumentar en el país. El mes de marzo, segun asegura la organización Hijos de la Tierra, vio 54 movilizaciones laborales en un periodo en que murieron 6 trabajadores y 55 más se hirieron gravemente por las malas condiciones de seguridad.
Las movilizaciones florecen en el país día tras día y aumentan su presencia visual en la calle, con plantadas ante de las sedes ministeriales, en un espiral que incluso se hace difícil de obviar a los medios del régimen.
Estas movilizaciones se engloban dentro de un ambiente de agitación política y social en aumento en el país desde que el anterior presidente de la Agencia Internacional para la Energía Nuclear, Mohammed El Baradei, volviera anunciando su voluntad de participar en las elecciones presidenciales del próximo año. Pese a que el blindaje político en el que vive el clan Mubarak imposibilite una candidatura del diplomático, un gran número de voces políticas y sociales se han levantado reclamando un cambio de la constitución que permita la lucha electoral. Baradei fue recibido como un héroe en el aeropuerto y un clima de optimismo por el cambio se desató en el país. El Baradei ya se ha reunido con casi todas las fuerzas de oposición, incluidos los trabajadores, buscando alianzas de cara a una hipotética carrera electoral.
La izquierda ha analizado la ilusión desenfrenada como un ejemplo de la desesperación del pueblo egipcio por el cambio y, aun cuando ha mostrado sus reticencias a un candidato que durante 12 años ha dirigido una institución muy próxima a la Casa Blanca, admite la posibilidad que la candidatura supone para acabar con el monopolio del Régimen Mubarak.
Por eso es por lo que ha tomado estas movilizaciones políticas y laborales como una oportunidad de mostrar la fuerza política de la izquierda del país y presionar a Baradei para incluir puntos de la izquierda dentro de un hipotético programa electoral que todavía no ha salido a la luz.
Marc Almodóvar vive y trabaja en Egipto, donde mantiene el blog: egiptebarricada.blogspot.com