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Tregua en Gaza

El alto el fuego dio su primer paso, pero aún le queda mucho por andar

Fuentes: Gara

El alto el fuego que comenzó ayer entre Hamas e Israel fue respetado por ambas partes, que, tal y como se comprometieron, dejaron, por una parte, de lanzar cohetes artesanales contra posiciones sionistas en el Neguev y, por otra, supendieron las operaciones de castigo contra la población de Gaza. En los próximos días, además, Israel […]

El alto el fuego que comenzó ayer entre Hamas e Israel fue respetado por ambas partes, que, tal y como se comprometieron, dejaron, por una parte, de lanzar cohetes artesanales contra posiciones sionistas en el Neguev y, por otra, supendieron las operaciones de castigo contra la población de Gaza. En los próximos días, además, Israel debe levantar el bloqueo impuesto a Gaza, que ha provocado la muerte de 192 personas por desasistencia sanitaria en un año, según datos de la Campaña Europea para el Levantamiento del Bloqueo.

Parón de las milicias

Desde Gaza, las brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, hicieron público un comunicado en el que destaca que están «comprometidas con la tregua», aunque destacaron que «no es un regalo para Israel».

Tras señalar que el objetivo del alto el fuego es «aliviar el sufrimiento de nuestra gente», advirtieron de que «nos vengaremos con dureza si Israel viola la tregua».

Junto a ello, añadieron que la liberación del soldado israelí Gilad Shalit no se producirá si no se produce una salida de presos de las cárceles sionistas.

La Yihad Islámica y otras milicias palestinas que operan en Gaza también aseguraron que respetarán la tregua, según señalaron en panfletos distribudos ayer. Todas ellas añadieron que si Israel rompe la tregua, responderán con contundencia.

Sin embargo, durante la jornada de ayer también hubo elementos que muestran la fragilidad del acuerdo de alto el fuego alcanzado. Así, apenas una hora y media antes de que entrara en vigor, Israel mató a un miliciano del Ejército del Islam e hirió a otros dos más en el campo de refugiados gazatí de al-Bureij.

Ya con la tregua en vigor, el Ejército israelí invadió la ciudad cisjordana de Qalqilia, imponiendo el toque de queda en varios barrios y demoliendo una casa. La tregua únicamente tiene vigor en Gaza y no en Cisjordania. Asimismo, el Ejército israelí detuvo a dos civiles en los campos de refugiados de Deheisheh y al-Azzeh, cerca de Belén, también en Cisjordania.

Mientras del lado palestino todas las declaraciones eran favorables a la tregua -hasta el primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, enémigo acérrimo de Hamas, la valoró positivamente y mostró su esperanza de que se alcanzara un acuerdo similar para Cisjordania-, en Israel las posturas eran mucho más negativas.

El propio primer ministro, Ehud Olmert, señaló que la tregua es «la última oportunidad que Hamas tiene para impedir una operación a gran escala del Ejército israelí contra Gaza», en declaraciones al diario «Sydney Morning Herald».

El Ministerio israelí de Exteriores, por su parte, negó que la tregua suponga una legitimación de Hamas. «Debemos enfatizar que la propuesta egipcia de tregua no es resultado de ninguna negociación israelí con Hamas. La posición israelí de considerar a Hamas una organización terrorista no ha cambiado un ápice e Israel seguirá presionando para el aislamiento justificado de Hamas por parte de la comunidad internacional», señala la nota, que fue difundida por el portal sionista Aurora Digital.

Críticas del Likud

El líder de la oposición israelí, Benjamin Netanyahu, por su parte, criticó duramente la tregua acordada por Olmert con Hamas. «Me gustaría saber qué es lo que conseguimos exactamente. Hamas no dejará de rearmarse y llevará más cohetes al-Qassam y Grad a Gaza», señaló antes de instar a «dejar de ser pasivos y trabajar para derrocar al régimen de Hamas» y criticar al Gobierno de Olmert porque «tiene una política de debilidad y es incompetente, puesto que ante una clara amenaza a la seguridad no está haciendo absolutamente nada».

Noam Shalit, el padre de Gilat, el soldado que se encuentra en manos de Hamas en Gaza desde hace dos años, también criticó duramente el acuerdo de alto el fuego en una entrevista publicada en el diario «Yediot Aharanot».

«Estamos en una república bananera», señaló para acusar a Olmert y al ministro de Defensa, Ehud Barak, de haber suscrito el acuerdo con Hamas pese a que su hijo continúa aún retenido en Gaza.

Según el Canal 10 de la televisión israelí, Noam Shalit ha interpuesto una denuncia contra Olmert ante el fiscal general.

La ministra de Exteriores, Tzipi Livni, por su parte, señaló que «mientras Hamas quiere que se abra el paso de Rafah [entre Gaza y Egipto], nosotros queremos recuperar a Gilad Shalit».

Hamas entregó en abril una carta a Israel con un listado de 450 presos que deberán ser liberados a cambio de Shalit.

Fuerza multinacional

Por otra parte, la tregua podría crear las condiciones para el despliegue de una fuera internacional en Gaza, según informó el coordinador de la ONU para el «proceso de paz» en Oriente Medio, Robert Serry.

No obstante, Serry remarcó que la idea de enviar cascos azules a Gaza es «prematura» dadas las condiciones actuales, pero consideró que después podría ser «algo muy práctico» si las condiciones de seguridad mejoran.

«Sé que ya hay mucho escepticismo. Todos deberíamos darnos cuenta de que este alto el fuego es todavía frágil, particularmente en las próximas semanas. Y es por ello que estaremos mirando a todas las partes para actuar con cuidado y responsabilidad y asegurar que perdure esta calma», señaló Serry en una entrevista a Reuters.

En su opinión, las agencias de la ONU podrían reactivar rápidamente la débil economía de Gaza reiniciando la construcción de proyectos que fueron congelados por el bloqueo impuesto por Israel.

SIRIA

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, señaló ayer que lo que Israel mantiene actualmente con Siria son «contactos preliminares que todavía no pueden ser calificadas de negociaciones de paz, que no comenzarán antes de 2008».

LÍBANO

«Líbano seguirá necesitando a la resistencia, aunque se produzca una retirada sionista de las granjas de Chebaa, que supondría un éxito de nuestra actuación», declaró el diputado de Hizbullah Hassan Fadlallah tras la segunda oferta israelí.

olmert, a egipto

Ehud Olmert viajará el martes a El Cairo para entrevistarse con el presidente Hosni Mubarak. Egipto ha sido clave como para conseguir el alto el fuego en Gaza, pero la oficina de Olmert señaló que el encuentro se fijó hace semanas.

Una calma mutuamente deseada, pero muy frágil

Tras un año de enfrentamientos, Israel y Hamas tienen necesidad de un periodo de calma en Gaza, estiman los analistas al inicio de la tregua.

«Israel ha comprendido que Hamas puede lanzar cohetes. Hamas ha comprendido que Israel puede seguir matando palestinos. Un año ha sido bastante», afirma Yihad Hamad, un politólogo de la Universidad al-Ahzar de Gaza.

«El ciclo de violencia ha convencido a las dos partes de que no había solución militar. Hace falta una solución política», añade Hamad.

Muchos analistas consideran que el lanzamiento de cohetes al sur de Israel y la crisis provocada por las sospechas de corrupción que pesan sobre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, han forzado al Estado hebreo a aceptar la tregua.

«Se han dado cuenta de que la continuidad del lanzamiento de cohetes contra Sderot podría tener un precio político en el momento en el que algunos dirigentes se juegan su supervivencia política», subraya Nicholas Pelham analista de International Crisis Group.

Por su parte, Hamas necesita que se levante el bloqueo de Gaza, que ha hundido la economía de este territorio. «La gran cuestión es saber si el acuerdo de alto el fuego va a permitir el levamiento total del bloqueo de Gaza. No pienso que eso vaya a ocurrir», prevé Naji Sharab, un analista político de Gaza. Joseph KRAUSS