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El alto el fuego no es real para los pescadores de Gaza

Fuentes: Rebelión

Los Acuerdos de Oslo otorgaban a los pescadores de Gaza el derecho de faenar a una distancia de hasta 20 millas náuticas, esta distancia ha ido siendo reducida unilateralmente por la entidad sionista hasta dejarla, en las últimas semanas previas a la intensificación de la agresión a Gaza, en dos millas y media. En los […]

Los Acuerdos de Oslo otorgaban a los pescadores de Gaza el derecho de faenar a una distancia de hasta 20 millas náuticas, esta distancia ha ido siendo reducida unilateralmente por la entidad sionista hasta dejarla, en las últimas semanas previas a la intensificación de la agresión a Gaza, en dos millas y media.

En los acuerdos de alto el fuego que entró en vigor el pasado miércoles, uno de los temas de los que se trató fue este asunto, y en estos momentos se está negociando en El Cairo la concreción de este apartado. Mientras tanto, los buques de guerra de la armada sionista atacan a los pescadores que superan la distancia de seis millas.

Esta mañana hemos salido Rosa Schiano, Sarah Claude, Maher Alaa y yo con una flotilla de cinco barcos pesqueros de Gaza. Nuestro objetivo era alcanzar la distancia de 8 millas náuticas desde la costa. Y lo hemos intentado desde el principio, y lo hemos conseguido.

Desde que superamos las seis millas y media, hemos sido «escoltados» por un buque de guerra que no parecía tener instrucciones claras de qué hacer con nosotros. Pensamos que nuestra visible presencia en uno de estos barcos era la única variante respecto a otras situaciones similares en las que saben desde el principio cómo actuar, y vaya si actúan.
Llegamos hasta las ocho millas, ¡¡¡OBJETIVO CUMPLIDO!!!, y empezamos a navegar en paralelo a la costa, en dirección sur.

Cuando estábamos a la altura de Nuseirat, recogiendo las redes por primera vez, los buques de guerra que nos hacían compañía despejaron sus dudas: vimos desde una distancia de unos 800 metros cómo empezaban a atacar a uno de los barcos de nuestra flotilla. Dispararon con fuego real, de forma intensiva, continuada, inacabable… Ráfagas y más ráfagas, no se acababa nunca. Finalmente terminaron con éste y se fueron a por otro, a por el de nuestro amigo Mahmoud Al Hessy, con que hemos salido en varias ocasiones y a cuyo barco atacaron en la última salida mientras recogían las redes, haciéndole perder toda la captura. Hoy no era Mahmoud quien dirigía hoy su barco, sino su hermano Mohammed, y hemos podido ver con impotencia y desesperación cómo le aplicaban el mismo ritual que en el ataque al primero de los barcos, la misma violencia, disparos, y más disparos, y más disparos, fue rodeado por dos naves grandes y otras dos pequeñas y muy veloces: estaban arrestados, y su barco «confiscado». De la pesca capturada con este barco vivían quince familias que ahora han perdido su fuente de ingresos.

Los arrestados (¿secuestrados?) en esta acción han sido:
El capitán del barco, Mohammed Al Hesy, de 40 de edad, y los pescadores:
Ahmed El Hessy, de 27.
Rajab El Hessy, de 36.
Samih El Hessy, de35.
Morad El Hessy, de 20.

(En este vídeo podéis ver a la tripulación del barco de Mahmoud, celebrando con nosotros la ruptura del bloqueo marítimo de Gaza en una reciente salida. Todos cantábamos UNADIKUM).

Seguimos hacia el sur, y cuando estábamos a la altura de Khan Younis empezamos a oir de nuevo el terrible sonido de los disparos, estaban atacando a otros de los barcos de nuestra flotilla. Otra vez la misma agresividad en el ataque, pero con una duración inferior, y esta vez sin arrestos.

Giramos y nos dirigimos hacia el norte, y a la altura de Sudanía, al norte de Gaza City, vimos cómo era atacado un pequeño bote de pesca, otra vez con fuego real.

Más al norte aún, a la altura de Bet Lahia, se nos aproximó una nueva nave, con un potente foco luminoso y un fuerte sonido parecido al de una alarma.

Junto a la compañía permanente de esta naves de guerra, hemos tenido también las visitas esporádicas de helicóperos Apache, y de otro tipo de avión que no conozco, y que nos ha supuesto estar casi todo el día sin cobertura en los teléfonos móviles.

En paralelo a esto, y también en Bet Lahia, la marina de guerra sionista ha atacado a otros cuatro pequeños botes:
el primero de ellos a las once de la mañana, cuando dispararon al motor de un bote, dejándolo inutilizado, obligando a sus tripulantes a quitarse la ropa, saltar al agua y nadar hasta la nave sionista, los arrestados en esta ocasión han sido tres hermanos:

Uady Suail Baker, de 22 años de edad, Khaled Suail Baker, de 20, y Mohammed Suail Baker, de 18.

El segundo ataque fue dos horas después, y se limitó a disparos de fuego real contra la embarcación de Talaa Baker, de 22 años de edad.

Después atacaron a otro bote, en él estaban trabajando: Khader Jamal Baker, de 22 años de edad, y sus hermanos
Ihab Baker de 34, Metgal Baker, de 32 y Khalil Baker, de 20.

Como en todos estos arrestos, los militares sionistas obligan a los pescadores a quitarse la ropa, saltar al agua y nadar hasta la nave que se los lleva secuestrados, y así lo hizo Khader, pero cuando los otros tres hermanos llegaron al agua, fueron rodeados por otros pequeños botes que los rescataron y se los llevaron a tierra. La reacción de los sionistas fue bombardear y hundir el barco.

Por último, tambien atacaron el bote de Mohammed Najib Baker, disparando sobre el motor, y destruyéndolo.

Al cabo de dos horas desde este último ataque, todos los arrestados salvo Mohammed Al Hesy, capitán del primer barco, fueron liberados, pero hasta esta liberación tuvo el sello del sadismo sionista: los metieron en el bote de Uady Suail Baker, al que previamente le habían destruido el motor, y los dejaron en medio del mar, a cinco millas de la costa. Tuvo que ir otro bote a remolcarlos hasta tierra.

Así es cómo se vive el alto el fuego en el colectivo de pescadores de Gaza. Tanto los pescadores, como los campesinos, están luchando día a día intensamente por hacer respetar sus derechos. En estos momentos se está negociando en El Cairo cómo va a quedar la situación de estos dos colectivos en el futuro inmediato. Todo el mundo es consciente de que nada de lo que se acuerde para a ser duradero en el tiempo, todo el mundo sabe lo fácil que es para Israel romper los compromisos adquiridos, pero todas estas medidas de estos colectivos van encaminadas a ayudar al gobierno palestino a conseguir avances en estas negociaciones, despues pasará lo que tenga que pasar, y nadie se sorprenderá, y la Comunidad Internacional callará, o hará declaraciones vacías, como hace siempre.

Nuetro trabajo aquí es el de proteger a los pescadores y campesinos con nuestra presencia, interponiéndonos entre éstos y los agresores que les disparan a diario, es un trabajo muy efectivo. Pero en este momento somos sólo tres las personas que lo estamos realizando, y no llegamos. Queremos aprovechar la reciente llegada de un grupo numeroso de activistas internacionales para realizar acciones más importantes, pero la mayoría de estos compañeros vienen por un período de tiempo muy limitado, y no es suficiente.

Necesitamos tener un grupo estable con un número de activistas nunca inferior a la decena, y aprovechamos para hacer un llamamiento a montar brigadas de activistas internacionales para este fin.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.