Aproximadamente a las 2 de la madrugada, hora local, el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Teherán en un aparente ataque israelí. Aún no se sabe qué armas precisas se utilizaron, pero la agencia de noticias semioficial iraní Fars lo describió como un «proyectil». Estados Unidos ha negado que estuviera al corriente del ataque de antemano, aunque es poco probable que ningún funcionario estadounidense confirme públicamente el conocimiento previo -por no hablar de la implicación- en el asesinato.
«Esto es algo de lo que no teníamos conocimiento ni en lo que estábamos implicados. Es muy difícil especular», dijo el secretario de Estado Antony Blinken, que se encuentra de visita oficial en Singapur.
«No tengo nada al respecto para ustedes», dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante una rueda de prensa a bordo de un buque de la Armada en Filipinas, cuando se le preguntó si Estados Unidos tenía conocimiento o aviso previo del ataque.
Haniyeh, que viajó desde Doha (Qatar) para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, fue asesinado junto a un guardaespaldas en el interior de una urbanización utilizada por veteranos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII). Haniyeh ha sido una figura central en las negociaciones para el alto el fuego en Gaza. «¿Cómo puede tener éxito una mediación cuando una de las partes asesina al negociador de la otra?», se preguntó el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, uno de los altos funcionarios que median en las conversaciones por el alto el fuego.
Aunque Israel aún no ha emitido una declaración oficial, con el ataque ha reforzado el mensaje de que, por encima de todo, habla con el lenguaje de la fuerza. Es probable que sus acciones de las últimas 24 horas fomenten una mayor colaboración entre las fuerzas del Eje de la Resistencia -que incluye a Irán, Hizbolá y los hutíes de Yemen- y sus facciones palestinas.
El asesinato de Haniyeh se produjo pocas horas después de que Israel bombardeara el martes un edificio en un suburbio del sur de Beirut, matara al menos a cuatro personas, dos niños y dos mujeres, e hirira a decenas más. Hizbolá no ha confirmado oficialmente la muerte del alto comandante Fuad Shukr, pero ha afirmado que se encontraba en el edificio cuando fue atacado. Israel afirmó que Shukr era el comandante del ataque con cohetes que mató a 12 niños drusos sirios el sábado en la ciudad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados. Estados Unidos había acusado a Shukr de desempeñar un papel clave en el atentado de 1983 contra un cuartel de los marines estadounidenses en Beirut, en el que murieron más de 300 personas, entre ellas 241 militares estadounidenses.
Hizbolá ha negado vehementemente estar detrás del ataque y ha dicho que las muertes fueron causadas por un misil interceptor israelí Cúpula de Hierro que erró su objetivo. Hizbolá dijo que está esperando a que los trabajadores de rescate de defensa civil terminen sus operaciones en el edificio bombardeado para determinar su respuesta militar específica a Israel.
El secretario de Defensa estadounidense, Austin, habló con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tras el asesinato de Haniyeh, pero un comunicado de la oficina de Gallant solo hacía referencia al ataque en el Líbano y no mencionaba el asesinato de Haniyeh. «Discutieron las amenazas que suponen para Israel una serie de grupos terroristas respaldados por Irán, incluido el Hizbolá libanés», según la lectura del Pentágono, que también evitó referirse al asesinato de Haniyeh. «El secretario Austin reafirmó su compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel y su derecho a la autodefensa».
Reacciones del Eje
Todas las facciones palestinas y los miembros del Eje de la Resistencia han condenado el asesinato de Haniyeh y han prometido tomar represalias. «La entidad sionista criminal y terrorista se ha acarreado el castigo más severo con este ataque», ha declarado el líder supremo iraní, Alí Jamenei. «Vengar la sangre de Haniyeh es el deber de Irán porque fue martirizado en nuestra tierra». El CGRII emitió un comunicado en el que prometía que «este crimen del régimen sionista se encontrará con una respuesta severa y dolorosa del poderoso y gran frente de resistencia, especialmente de la República Islámica de Irán.»
El dirigente adjunto de la Yihad Islámica Palestina, Mohammed Al-Hindi, declaró en un comunicado oficial que el asesinato «no solo va dirigido contra la resistencia palestina y Hamás en concreto, sino también contra Irán». Y añadió: «La resistencia palestina y la resistencia en el Líbano han tenido que enterrar a muchas grandes figuras sin que su martirio las haya quebrantado». Varias facciones armadas palestinas llamaron a sus partidarios a intensificar sus operaciones contra Israel en Cisjordania. Desde el 7 de octubre, según los sondeos de opinión, el apoyo tanto a Hamás como a la Yihad Islámica Palestina ha aumentado espectacularmente en los Territorios Palestinos Ocupados.
Hizbolá emitió un comunicado en el que afirmaba que el asesinato de Haniyeh «aumentará la determinación y persistencia de los combatientes que resisten en todos los ámbitos de la resistencia para continuar el camino de la yihad y reforzará su determinación para enfrentarse al enemigo sionista, asesino de mujeres y niños, perpetrador del genocidio en Gaza y usurpador de la tierra de Palestina y de los símbolos sagrados de la nación.»
¿El papel de Estados Unidos?
Muchos comentaristas en medios de comunicación árabes y en las redes sociales se preguntan qué papel ha desempeñado Estados Unidos en el atentado contra Haniyeh, si es que ha desempeñado alguno. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha declarado que tanto Israel como Estados Unidos son responsables del atentado. A pesar de los desmentidos oficiales de los responsables políticos estadounidenses, es muy probable que los servicios de inteligencia de Estados Unidos estuvieran, como mínimo, al corriente del complot israelí para asesinar a Haniyeh en Teherán. De ser así, la cuestión central es cuál consideraba Estados Unidos que podía ser el resultado o la respuesta de Irán y otras fuerzas regionales.
En los últimos días el gobierno de Biden ha promovido públicamente la idea de que un alto el fuego en Gaza está al alcance de la mano, a pesar de las declaraciones en sentido contrario de Israel y Hamás. El director de la CIA, William Burns, estuvo el domingo en Roma para mantener conversaciones con Israel y mediadores de Qatar y Egipto. En sus comentarios de hoy en Singapur tras el asesinato de Haniyeh, Blinken parecía desconectado de cómo se están interpretando sobre el terreno los acontecimientos de las últimas 24 horas. «Una de las cosas en las que nos hemos centrado es en intentar asegurarnos de que el conflicto que se produjo en Gaza no se intensifique», declaró. «También vamos a seguir haciéndolo. Ahora, de nuevo, la mejor manera de bajar la temperatura en todas partes es mediante el alto el fuego en Gaza».
Asesinar a Haniyeh, quizá el miembro más importante del equipo negociador de Hamás, encaja en el relato israelí de que la única forma de lograr el fin de la guerra de Gaza es obligar a Hamás a rendirse militarmente. Para la mayor parte del resto del mundo, el asesinato de uno de los principales negociadores de un posible acuerdo de paz se considera sin duda un sangriento sabotaje de los esfuerzos multinacionales por poner fin a la guerra genocida. Rusia, China y Turquía emitieron declaraciones condenando el asesinato político.
En el seno de la administración Biden se ha debatido si matar a Yahya Sinwar, el jefe de Hamás en Gaza, permitiría a Israel reclamar algún tipo de victoria que allanara el camino para que Israel aceptara un alto el fuego. En mayo, funcionarios de la administración filtraron una noticia al Washington Post según la cual la Casa Blanca había ofrecido a Israel «información confidencial para ayudar al ejército israelí a localizar a los dirigentes de Hamás» a cambio de concesiones del primer ministro Benjamin Netanyahu sobre el alcance de la invasión de Rafah.
Es posible que los funcionarios estadounidenses crean que pueden utilizar la muerte de Haniyeh en un esfuerzo por convencer a Netanyahu de que acepte una pausa temporal en los combates para intercambiar cautivos. Pero con la presidencia de Estados Unidos en juego, Biden fuera de la carrera y la perspectiva de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca, no está claro qué influencia tiene realmente la administración dentro de sus autodeclarados parámetros de apoyo «férreo» a Israel. En realidad, Estados Unidos podría haber puesto fin a la matanza de Gaza hace mucho tiempo cortando todo el apoyo armamentístico y logístico a Israel, algo que ni Biden, ni Kamala Harris ni Trump contemplarían siquiera.
Hamás: «No nos rendiremos»
En los últimos días Hamás ha acusado a Netanyahu y a Israel de sabotear el alto el fuego. Aunque también ha culpado a Estados Unidos de que continuara la guerra y de instigar la postura obstruccionista de Israel en las negociaciones, no ha llegado a retirarse del proceso. Todavía no ha emitido ninguna declaración detallada sobre cómo puede afectar la muerte de Haniyeh a las negociaciones.
Israel ha demostrado que puede matar a un gran número de civiles palestinos y asesinar a dirigentes políticos palestinos. Sin embargo, el ejército de ocupación israelí ha sido incapaz de derrotar a una insurgencia armada en Gaza que fabrica en gran medida sus propias armas y opera bajo el ataque constante de bombas estadounidenses y un ejército moderno.
Hamás no se va a rendir porque Haniyeh haya sido asesinado. Israel ha llevado a cabo una campaña de varios decenios de asesinatos selectivos de sus dirigentes militares y políticos. Durante este periodo el grupo se ha hecho más grande y más audaz, culminando en los ataques del 7 de octubre dirigidos por Hamás contra Israel, conocidos como Operación Inundación Al-Aqsa. «Estos crímenes no harán sino aumentar nuestra fuerza, firmeza e inquebrantable determinación», afirmó Hamás en un comunicado. «Esta es la historia del movimiento y la resistencia tras el asesinato de sus líderes: se hacen más fuertes, más cohesionados, más decididos y persistentes en sus derechos y principios».
Los movimientos de resistencia armada palestinos no están inspirados ni dirigidos por un solo individuo o grupo. Es más probable que este asesinato y el bombardeo en el Líbano envalentonen aún más a las facciones de la resistencia palestina. Es muy posible que esa sea la intención de Netanyahu si cree que Estados Unidos seguirá armándole y apoyándole en sus guerras de aniquilación sin importar el coste en vidas palestinas. No es una suposición descabellada, dado el apoyo de todo tipo que Israel ha recibido de la administración Biden en los últimos diez meses.
El funeral por Haniyeh se celebrará el jueves en Teherán, según Hamás, antes de su entierro en Qatar el viernes. Se espera que Hamás nombre a un nuevo dirigente de su oficina política. Sinwar, de quien se cree que sigue vivo y en Gaza, tendrá sin duda algo que decir en la decisión. Entre los posibles sucesores podría estar el exdirigente de Hamás Jaled Meshal.
Texto original Drop Site News, traducido del inglés por Sinfo Fernández.
Jeremy Scahill es periodista de Drop Site News y fue cofundador de The Intercept. Es reportero de investigación, corresponsal de guerra y autor de Dirty Wars: The World Is a Battlefield y Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army”. Ha informado desde Afganistán, Iraq, Somalia, Yemen, Nigeria, la antigua Yugoslavia y otros lugares del mundo.