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El caso Dunn en Estados Unidos reaviva recuerdo de Trayvon Martin

Fuentes: Prensa Latina

Otro proceso judicial, similar al seguido por el asesinato en febrero de 2012 del joven afroamericano Trayvon Martin en un barrio residencial de Sanford (Florida), acapara la atención en medios de prensa de Estados Unidos. Se trata del juicio en otra localidad del mismo estado, Jacksonville, por la muerte del también joven afroamericano Jordan Davis, […]

Otro proceso judicial, similar al seguido por el asesinato en febrero de 2012 del joven afroamericano Trayvon Martin en un barrio residencial de Sanford (Florida), acapara la atención en medios de prensa de Estados Unidos.

Se trata del juicio en otra localidad del mismo estado, Jacksonville, por la muerte del también joven afroamericano Jordan Davis, víctima de un balazo propinado por Michael Dunn, un hombre blanco, en el propio 2012.

En ambos casos los fallecidos tenían 17 años e iban desarmados, aunque sus victimarios justificaron que dispararon sus armas de fuego por sentirse amenazados, amparados por una polémica ley llamada stand your ground (defiende tu posición), la cual rige en el sureño territorio de la Unión Americana.

Así lo expuso el entonces vigilante voluntario George Zimmerman, homicida de Martin, quien finalmente resultó exonerado de culpas en julio del pasado año, y lo ha expresado ahora Dunn, según el testimonio que difundió la CNN.

Raven Rakia, periodista independiente, consideró que en casos como este, donde fue puesto Dunn a juicio por disparar y matar a Jordan Davis, hay que mirar la historia de Estados Unidos y cómo la sociedad ha creado esta imagen de los negros como gente mala.

«La historia se remonta a la esclavitud y es muy racista», dijo la reportera al asegurar que no se puede confiar en que el sistema pueda hacer justicia para los afroamericanos, sobre todo en este tipo de casos donde está en juego el rol de la ley «defiende tu posición».

Mientras, Lucía McBath, madre de la víctima, quiere impulsar ahora acciones para «sacar a la luz y exponer todas las leyes en nuestro país que no son eficaces para mantener seguros a nuestros ciudadanos».

La ley de Florida plantea que el uso de la fuerza mortal es justificable si alguien la cree razonable para evitar la muerte inminente o un grave daño corporal.

Michael Dunn, de 47 años, compareció ante los tribunales por cargos de homicidio premeditado -e intento de asesinato a otras tres personas- al balear fatalmente a Davis durante una disputa en una gasolinera, en la cual exigió al joven bajar el volumen de la música en su automóvil.

El fiscal John Guy planteó al jurado -conformado por caucásicos en sus dos terceras partes-, que Davis no representaba amenaza alguna para Dunn y que la víctima tampoco portaba un arma en su camioneta.

Sin embargo, Dunn disparó contra el vehículo en el que se encontraban Davis y sus amigos, y luego huyó de la escena del crimen.

Medios digitales reportaron entonces que el homicida fue a un hotel con su novia y pidió pizza. Nunca llamó a la policía.

Dunn culpable de algunos cargos pero…

El 21 de febrero, el jurado condenó a Dunn por tres cargos de intento de asesinato, por disparar contra el auto donde iban los adolescentes desarmados, pero no llegó a acuerdo sobre el cargo de asesinato en primer grado por la muerte de Jordan Davis y el juez declaró la nulidad del juicio respecto a esa imputación.

McBath afirmó, poco después de conocer la decisión, que será «triste para el señor Dunn, quien vivirá el resto de su vida con este tormento».

Para una integrante del jurado, Dunn es culpable solo de asesinato en segundo grado y que él es «un buen tipo. No creo que odie a todo el mundo. No creo que él se pasee con ganas de dispararle a todo el mundo, aunque tomó una mala decisión» el día en que mató a Davis.

De igual manera, otro miembro del tribunal expresó que tres de sus 12 compañeros estiman «definitivamente que hubo justificación para que Michael Dunn matara a Jordan Davis».

Ron Davis, padre del muchacho, advirtió que los miembros del jurado que deliberó durante cuatro días si el asesino de su hijo cometió un asesinato premeditado en primer grado, enfrentan otro obstáculo al no ser capaces de utilizar el sentido común.

Pero sobre todo, «el mundo necesita saber que Jordan Davis no hizo nada malo y que este hombre es culpable de matar a nuestro hijo, de asesinar a nuestro hijo», subrayó.

Aquel 23 de noviembre 2012, cuando Dunn se detuvo en una estación de servicio en Jacksonville, disparó 10 veces contra el auto rojo con cuatro adolescentes en el interior. «Mi intención no era necesariamente poner fin a una vida», declaró y «simplemente funcionó de esa manera», justificó Dunn.

Aún falta el veredicto final del caso, que podría ser tan mediático como el de George Zimmerman por el homicidio de Trayvon Martin. Los dos, hombres blancos, mataron a dos jóvenes negros.