Es cierto. Desde julio del año pasado la producción industrial de nuestros vecinos no sólo dejó de caer sino que empezó a mejorar. Muy lentamente, por cierto, pero a mejorar. Poco a poco -durante 11 meses seguidos- el volumen de bienes industriales producidos en el vecino país ha sido mayor. Estimaciones iniciales del mes de […]
Es cierto. Desde julio del año pasado la producción industrial de nuestros vecinos no sólo dejó de caer sino que empezó a mejorar. Muy lentamente, por cierto, pero a mejorar. Poco a poco -durante 11 meses seguidos- el volumen de bienes industriales producidos en el vecino país ha sido mayor. Estimaciones iniciales del mes de julio permiten descubrir que todavía no se alcana el máximo nivel histórico de producción de bienes industriales que se registró el mes de diciembre de 2007.
Nuestros vecinos se encuentran a cerca de ocho puntos porcentuales de alcanzar ese altísimo nivel de producción industrial del invierno de 2007. Nivel que fue resultado, sin duda, de casi diez años de acelerado crecimiento en la producción industrial: de octubre de 1989 a noviembre de 1999.
Y a pesar de la regresión de casi año y medio -de junio de 2000 a noviembre de 2001- lograron una fuerte recuperación de su crecimiento, menor al de los diez años, pero todavía alto, de casi seis años. ¿Cómo fue posible esto? Por el mecanismo mágico pero pernicioso del capitalismo. El crédito. Sí, el crédito al consumo se amplió de manera drástica en 2000 y 2001, y un poco menso drástica, pero firme después. Por eso, por esta falla de origen, lo que se había avanzado en esos seis años se perdió en año y medio. Así de severa es la crisis actual. Por eso, luego de casi un año y medio de retroceso desde fines de 2007; y de otro año de leve recuperación hasta julio de este 2010, todavía faltan no menos de doce meses para alcanzar el nivel de diciembre de 2007. Sí, al ritmo que van vuestros vecinos (y nosotros en el cabús
de su tren económico), apenas en junio o julio de 2011 -y eso si no explota el sistema financiero por la crisis de endeudamiento, tanto estadunidense como europeo- sí, apenas dentro de un año, la producción industrial de los vecinos será similar a la de diciembre de 2007.
¿Qué significan estas fechas y estos niveles de producción? Que la crisis representará una detención
del crecimiento económico de casi cuatro años. Pero -lo más grave- a diferencia de aquel mes de fines de 2007, el endeudamiento y la dependencia de los Estados Unidos respeto al dinero ajeno será mayor en ese momento. De hecho ya lo es. Y el empleo menor, mucho menor. También ya lo es. En mayo, junio y julio se expulsó 301 mil y 159 mil personas de sus empleos. También es menor la masa salarial disponible en el vecino país. Sí, es probable que en un año regresen al punto de partida que tenían a fines de 2007. Pero con una presión económica y social más -mucho más- grande. ¡Y, sin duda, política! Basta ver al encanecido Obama.
Apenas 18 meses para blanquear
su cabello. Bueno, al mes de julio de este terrible 2010, había 14 millones 599 mil personas sin empleo en el país vecino. Dado un total de 153 millones 560 mil personas que componían ese mismo mes su fuerza civil laboral, la tasa de desempleo al mes de julio era del 9.51 por ciento. Si, sin duda más baja que el 10.51 por ciento del mes de octubre de 2009. Pero todavía más del doble del 4.39 por ciento registrado en marzo del 2007.
Este desempleo actual significa que más de 14 y medio millones de personas no tienen ocupación. Recordemos que en esta categoría están las personas que no tienen trabajo, pero que lo han buscado activamente las últimas cuatro semanas. Basta, por cierto, estar mandando -como dicen los españoles- hojas de vida (Curriculum Vitae, decimos nosotros) para estar en ella. Se les suman las que temporalmente están dadas de baja, pero esperan ser llamadas de nuevo.
Pero…pero…si, además, sumamos las que no tienen trabajo y no lo buscan en este momento, pero manifiestan que lo han hecho en los últimos doce meses y que les gustaría encontrarlo; y también las no trabajan de tiempo completo y les gustaría hacerlo (persons marginally attached to the labor force, plus total employed part time for economic reasons, dicen en inglés los técnicos de las oficinas laborales de Estados Unidos), la cifra de desocupados llegaría al trágico número de 35 millones 345 mil personas. (¿Se imagina lo que representa esto para nuestros migrantes que buscan empleo allá?).
Este número corresponde a una tasa del 16.5 de la fuerza laboral civil. En el peor momento para el empleo en Estados Unidos -abril de este año- este número llegó a 26 millones 458 mil personas. La mayoría, por cierto, jóvenes, personas de color y latinos, muchos, muchísimos mexicanos. Ah… y de esos solamente cuatro millones, 675 mil disfrutaban del seguro del desempleo. Sí, es cierto, es muy probable que en un año más nuestros vecinos lleguen al nivel de actividad industrial que tenían antes del inicio de la retracción. Pero no podrán acabar con el desempleo.
Por eso, en el mejor de los casos -aseguran algunos especialistas- se podría tener la tasa de desempleo más baja del periodo reciente, ese 4.39 por ciento que señalé antes y que en ese momento representaría cerca de siete millones de desempelados. Pero -además y con las mediciones alternativas- otros siete millones más de personas que no trabajarían y no estarían buscando porque ya se cansaron de buscar Yen estos momentos del desempleo dura un promedio de 34.2 semanas), más otros que quisieran tener trabajo de tiempo completo porque el que el de tiempo parcial que tienen no les alcanza… ¿Cómo la ve?
Lo bueno es que aquí -aunque dependemos casi absolutamente de allá- contamos con funcionarios en Hacienda, en Economía y en Trabajo y Previsión Social mucho más avezados que los de allá, que nos garantizan un bienestar mayor. ¿Lo duda? Por favor…
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/08/08/index.php?section=opinion&article=023a1eco