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El «Día de la Tierra» con nubarrones de anexión del resto de Palestina

Fuentes: Rebelión

Hincados en su mesías Theodor Herzl, un judío austro-húngaro fundador del sionismo e ideólogo de un Estado judío en Palestina en 1897, los sionistas fueron cumpliendo al pie de la letra sus palabras extraídas de su ‘libro personal’ en 1895: «trataremos de hacer desaparecer a la población árabe pobre a través de la frontera, obteniéndole […]

Hincados en su mesías Theodor Herzl, un judío austro-húngaro fundador del sionismo e ideólogo de un Estado judío en Palestina en 1897, los sionistas fueron cumpliendo al pie de la letra sus palabras extraídas de su ‘libro personal’ en 1895: «trataremos de hacer desaparecer a la población árabe pobre a través de la frontera, obteniéndole trabajo en países de tránsito, mientras le negamos trabajo en nuestro ‘propio país’ (…). Tanto el proceso de expropiación y el traslado de los pobres deben ser realizados con discreción y circunspección». Al referirse a «árabes pobres», se refiere a los palestinos descalificándolos y negando su identidad, así mismo, al decir «nuestro país» da por hecho 5 decadas antes que Palestina sería convertida en un estado judío.

En consecuencia, la fragmentación de Palestina fue el principal objetivo sistemático sionista-israelí. Despedazando las resoluciones y la reciente condena de la ONU a los asentamientos en su resolución 2334, actualmente hay alrededor de 630 mil colonos judíos distribuidos en 418 ilegales asentamientos construidos sobre los hogares y las tierras robadas a sus legítimos dueños palestinos en la Ribera Occidental-RO. La mentalidad racista de estos terroristas colonos, portadores de armas de guerra otorgada por las autoridades israelíes con ‘permiso de matar’, les permite ser parte de grupos paramilitares paralelos a las tropas israelíes de ocupación. 

Anticipando los deseos de anexión, a pocos días del 41 aniversario del ‘Día de la Tierra’ (30/3), en abierta provocación y con los instructivos argumentos colonialistas de Herzl, la vicecanciller de Tel Aviv, Tzipi Hotovely, a viva voz el pasado 27 de marzo durante la reunión anual en Washington del Comité de Asuntos Públicos de América-Israel-AIPAC (sigla en inglés), aseguró: «Israel nunca se retirará a las fronteras de 1967 y expandirá los asentamientos en los territorios árabes (palestinos) con la necesidad de aumentar a 1 millón los colonos judíos en Samaria y Judea (es decir zona norte de Palestina o Ribera Occidental-RO ocupada en 1967)». Dejando claro los propósitos acelerados de la judaización de Palestina, envalentonados por la flamante administración estadounidense del presidente Donald Trump.

 

Las pautas son visibles en la milenaria Palestina de 27.009 km2. Sobre la región ocupada en 1948 los sionistas establecieron unilateralmente el actual Israel gracias a su terrorismo y la antijuridica resolución de la ONU que decidió la partición del territorio en 1947. La restante zona ocupada en 1967, hasta la fecha, más del 40% de los 6.200 km2  de la RO, está siendo carcomida por los muros de Apartheid, asentamientos judíos y la ilegitima ‘ley de legalización’ aprobada el pasado mes de febrero por el parlamento israelí otorgando esas tierras robadas a civiles palestinos como parte de la soberanía israelí. Por su lado, la Franja de Gaza ocupada en 1967, sus 365 km2 están bloqueados por los muros de Apartheid de Israel y Egipto, siendo una gran cárcel a cielo abierto de 2 millones de palestinos.

Durante la jornada del ‘Día de la Tierra’ robada, el rechazo popular contra la ocupación se hizo sentir en todas las ciudades y aldeas a lo largo y ancho de Palestina. Centenares de jóvenes de la Intifada el pasado jueves 30 de marzo, con banderas palestinas quebraron los muros de Apartheid y se enfrentaron a la brutal represión de las tropas sionistas fuertemente armadas. Decenas de ellos fueron heridos de balas de acero recubiertas en goma, sufrieron asfixias por gases tóxicos y al menos 15 palestinos fueron secuestrados con destino desconocido.

Con el paso del tiempo, las generaciones de jóvenes palestinos siguen siendo el colmillo clavado en la garganta de los israelíes. La Intifada popular es la respuesta natural al Apartheid sionista y seguirá siendo la bandera de dignidad y liberación por sobre los complots internacionales promocionados por la falaz opción de ‘dos estados’, algo que sólo figura en los distorsionados manuales de la ONU y del gobierno de facto de Mahmoud Abbas. Por su lado, con el fin de completar la disociación, para la potencia ocupante israelí esa opción será parte del ‘tacho de basura de la historia’.

Aunque, la verdadera historia del pueblo palestino pondrá fin a la ocupación de su patria de casi 69 años, como puso fin oportunamente a la ocupación de los imperios romano y otomano-turco de 400 y 397 años consecutivamente, entre otras.

Suhail Hani Daher Akel fue el primer Representante de la OLP en Argentina, el primer Embajador del Estado de Palestina en Argentina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.