Omitiendo sus errores, la ONU, la principal organización responsable de la partición de Palestina, la pérdida de su tierra y los millones de refugiados palestinos generados desde 1948 y 1967 como una de las causas más injustas del siglo pasado, el 4 de diciembre de 2000, la Asamblea General con motivo del cincuentenario de la […]
Omitiendo sus errores, la ONU, la principal organización responsable de la partición de Palestina, la pérdida de su tierra y los millones de refugiados palestinos generados desde 1948 y 1967 como una de las causas más injustas del siglo pasado, el 4 de diciembre de 2000, la Asamblea General con motivo del cincuentenario de la ‘Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951’, estableció en su resolución 55/76 el ‘Día Mundial de los Refugiados’. En sus artículos: «7. Toma nota también de que la Organización de la Unidad Africana ha convenido en que la celebración de un día internacional de los refugiados podría coincidir con el Día de los Refugiados en África, que se observa el 20 de junio. 8. Decide que a partir del año 2001, el día 20 de junio sea el Día Mundial de los Refugiados».
Ese desdeñable flagelo no se diferencia entre los pueblos y los millones de refugiados del mundo. Sin embargo, la ONU tomó como única referencia al exilio africano y no observó su propio error cometido contra la población palestina entre 1947 y 1948 que provocó centenares de miles de refugiados debido al terrorismo sionista para fundar a Israel sobre la tierra aniquilada.
Revestidos de fogosidad, en la primavera de 1949 luego del desafortunado ‘Acuerdo de Armisticio’ entre el recientemente fundado Israel con Egipto, Siria y Transjordania, excluyendo a Palestina, la ONU reconoció a Israel, declarado unilateralmente por el polaco sionista David Ben Gurión con un 23 por ciento más del territorio otorgado, incluyendo ilegalmente el sector Occidental de Jerusalén (15/5/1948). En su resolución 273 de 11 de mayo de 1949, haciendo caso omiso del exilio y la catástrofe palestina (Nakba), consideró: «1. Decide que Israel es un Estado amante de la paz que acepta las obligaciones consignadas en la Carta (Magna), está capacitado para cumplir dichas obligaciones, y se halla dispuesto a hacerlo. 2. Decide admitir a Israel como Miembro de las Naciones Unidas». Al no reconocer al Estado de Palestina propuesto en su resolución 181, redujo la cuestión palestina a un ‘tema de refugiados’.
Estimulados por los lobby sionista y estadounidense, la ONU siguió tropezando con sus propios errores al evitar otra de sus resoluciones, la 194 (11/12/1948) sobre los refugiados palestinos en la que en su artículo 11 reza: «Resuelve que los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos deben ser autorizados a hacerlo lo antes posible y que la compensación debe ser pagado por los bienes de los que decidan no regresar y por la pérdida o daño de bienes que, según los principios del derecho internacional o en equidad, debe ser reparado…». La potencia ocupante jamás acató la resolución y ese legítimo derecho. La ONU no lo exigió con su debido rigor. Los refugiados palestinos permanecieron hasta la actualidad en el cenáculo de los despojados.
Mantener, aceptar y silenciar como una forma adicional al cruel ostracismo de los 7,6 millones de refugiados palestinos, es un crimen de lesa humanidad. Israel, con su goce de impunidad siguió aplicando sistemáticamente la alteración demográfica con el desplazamiento de palestinos, la deportación, revocación de sus derechos, la confiscación de sus hogares y el robo de sus tierras con el propósito colonizador que obligó a casi el 40% de los refugiados a vivir hacinados en 59 campamentos distribuidos en 19 campos en la Ribera Occidental, 8 en Gaza, 12 en el Líbano, 10 en Siria y en 10 campos en Jordania. El resto, entre los países árabes y el mundo.
Arrogantes en su reino de terror, su política militarista fue cerrando todas las posibilidades del retorno. Judaizaron el Valle del Jordán, Belén, Hebrón y la capital ocupada Jerusalén, la que ilegítimamente la declararon ‘capital’, golpeando el corazón de cada refugiado jerosolimitano echado de su hogar como es mi caso personal.
Sin reparación de semejante injusticia, durante estos 12 años de instituido el ‘Día Mundial de los Refugiados’, la ONU lo rememoró sin darle una solución justa y legal a los refugiados palestinos ni obligar a la potencia ocupante israelí a cumplir con su obligación del retorno palestino. Como jerosolimitano y como refugiado palestino desde 1948, al igual que millones de mi pueblo, me quebraron el derecho del regreso a mi antigua casa de piedras en la Vieja Ciudad de Jerusalén ocupada, pero no lograrán quebrar la voluntad de nuestros hijos del exilio.
Suhail Hani Daher Akel fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina. Fue el primer Representante de la OLP en la Argentina. Analista internacional sobre la situación de Palestina.
Info diaria sobre Palestina: www.jerusalem-palestina.
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