Traducido por Manuel Talens
La Corte Penal Internacional (CPI) está buscando la manera de procesar a mandos israelíes bajo los cargos de crímenes de guerra en Gaza.
Los supuestos crímenes incluyen el uso del mortífero fósforo blanco en zonas civiles densamente pobladas, tal como reveló una investigación de The Times el mes pasado. Israel negó inicialmente el uso de un arma tan controvertida, que causa terribles quemaduras, pero ante a la avalancha de pruebas se vio obligado a admitirlo más tarde.
Cuando grupos palestinos acudieron a la CPI en enero, el fiscal dijo que no podía aceptar el caso porque carecía de jurisdicción en Israel, que no reconoce la CPI. Ahora, sin embargo, Luis Moreno Ocampo, el fiscal, ha confesado a The Times que está estudiando la posibilidad de una jurisdicción palestina sobre los supuestos crímenes cometidos en Gaza.
Los grupos palestinos han presentado un alegato según el cual la Autoridad Palestina es el Estado de facto en el territorio donde los crímenes supuestamente se cometieron.
«Quien debe dirigirse a la corte es el Estado territorial. Están desarrollando el argumento de que la Autoridad Palestina es, en realidad, dicho Estado», afirmó Moreno Ocampo durante el Foro Económico Mundial en Davos.
Parte de la argumentación palestina se basa en la insistencia israelí de que no es responsable en Gaza según el Derecho internacional, puesto que se retiró del territorio en 2006. «Están citando jurisprudencia». Dijo Moreno Ocampo. «Es muy complicado. El tipo de análisis que yo hago es diferente. Puede que tome tiempo, pero mi decisión será acorde a Derecho.»
Moreno Ocampo dijo que su enfoque del caso no refleja necesariamente la necesidad de que los crímenes de guerra tengan que haberse cometido en Gaza. Determinar la jurisdicción fue el primer paso, dijo, y sólo después se ha decidido que se podría iniciar una investigación. La oficina del fiscal ya ha recibido varios informes sobre supuestos crímenes, aportados por grupos palestinos, y está a la espera de otros provenientes de la Liga Árabe y de Amnistía Internacional con pruebas obtenidas en Gaza.
Bajo el Tratado de Roma que la creó, la Corte Penal Internacional puede investigar y procesar alegaciones de los más graves crímenes de guerra sólo si el país responsable no lo desea o es incapaz de hacerlo en sus tribunales nacionales.
Los estados que forman parte del tratado pueden referirle casos de crímenes cometidos por sus ciudadanos o en su territorio. Los casos que implican a ciudadanos o al territorio de un país que no ha reconocido a la corte pueden ser referidos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como sucedió en Darfur. Costa del Marfil sentó el precedente de ser la primera parte no estatal que aceptó la jurisdicción de la CPI en relación con supuestos crímenes de guerra cometidos en su territorio. Se adhirió al Tratado de Roma pero nunca lo ratificó. En 2005 depositó una declaración en la corte mediante la cual aceptaba su jurisdicción en lo relativo a los crímenes de guerra cometidos allí desde septiembre de 2002.
Abogados palestinos alegan que debería permitirse que la Autoridad Palestina le refiriese los casos en Gaza bajo esta misma base ad hoc, a pesar de que carece de una rango estatal internacionalmente reconocido.
El caso tiene amplias ramificaciones para el objetivo palestino de alcanzar un rango estatal. Si la corte rechaza el caso pondría de manifiesto el limbo legal en que se encuentran los palestinos por carecer de Estado. Sin embargo, también subraya algunos de los peores miedos de Israel con respecto a un Estado palestino en sus fronteras. Un Estado palestino que ratificase el Tratado de Roma sería capaz de referir a la corte supuestos crímenes de guerra de Israel eludiendo la actual disputa legal. El caso también podría hacer bola de nieve y conducir al reconocimiento de un Estado palestino por parte de países deseosos de ver a Israel en el banquillo de los acusados.
Israel podría aceptar que se investigara a sus mandos y que se los procesase si se descubriera que hubo crímenes. Eso alejaría cualquier caso de la órbita de la corte internacional. Pero por el momento eso parece poco probable, dado que Israel repite una y otra vez no ha cometido crímenes de guerra en Gaza.
Sin embargo, el ejército israelí ha iniciado una encuesta interna para determinar si el fósforo blanco se utilizó en algunos casos en áreas habitadas, tras haber admitido que utilizó la sustancia incendiaria, que no es ilegal como cortina de humo en el campo de batalla, pero cuyo uso está prohibido en zonas civiles. Imágenes filmadas de uno de dichos ataques muestran lo que parece ser fósforo blanco lloviendo sobre una escuela de Naciones Unidas en Beit Lahiya, donde las ambulancias de la Luna Roja y su personal estaban estacionados.
Una coalición de grupos israelíes de derechos humanos ha instado al fiscal general del país a que inicie una investigación independiente de las alegaciones de crímenes de guerra por parte de las tropas, con el argumento de que si lo hiciese podría atajar los casos ante cortes internacionales. Los grupos, incluida la organización B’Tselem, que se opone a los asentamientos, dijo que ha habido informes de que fuerzas israelíes dispararon sobre zonas civiles, negaron ayuda médica a los heridos e impidieron que las ambulancias palestinas llegasen hasta ellos y dispararon contra personas que llevaban bandera blanca.
Entretanto, Naciones Unidas está preparando una encuesta sobre el bombardeo de una escuela de Naciones Unidas en Jabaliya, en la zona norte de la Franja de Gaza. Las fuerzas israelíes dispararon tiros de artillería en el exterior de la escuela, que había sido convertida en un refugio para los gazanos que huían de sus hogares. Al menos cuarenta y tres personas fueron asesinadas. Israel alegó que los militantes palestinos habían disparado desde la escuela, algo que Naciones Unidas negó.
Catherine Philp en Davos y James Hider en Jerusalén
Fuente: Prosecutor looks at ways to put Israeli officers on trial for Gaza ‘war crimes’
El escritor y traductor Manuel Talens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente