Foto: Manifestantes palestinos rechazan el acuerdo. AFP.
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Las reacciones al supuesto «acuerdo de paz” repentinamente anunciado entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos están claramente divididas:
– Los palestinos lo rechazan por ser una traición que los usa como hoja de parra.
– Los regímenes árabes despóticos que buscan ganarse el favor de Estados Unidos e Israel contra Irán, como Egipto y Bahréin, lo están aclamando.
– En el medio también hay silencio por parte de los regímenes que desconfían de felicitar la venta de los palestinos.
– Joe Biden dijo que está «satisfecho» con el trato.
Analicemos el relato romántico del amor y la paz y los turistas israelíes que visitan Dubai. Este acuerdo tiene consecuencias reales y perjudiciales para los palestinos. “En realidad nos están haciendo daño”, dice Diana Buttu, abogada palestina y exsesora de la Organización de Liberación de Palestina. “Nos han quitado la voz. No necesitamos que nadie hable en nuestro nombre”.
De hecho, ni siquiera se convoca a algún palestino a que participe en las deliberaciones de este acuerdo, que como el «acuerdo del siglo» de Trump hace planes por encima de sus cabezas. El acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos supuestamente «suspende», durante un tiempo, la amenaza de anexión de Israel de casi un tercio de la Cisjordania ocupada a cambio de una normalización total y abierta de las relaciones. Pero esto no significa de ninguna manera una retirada israelí ni nada por el estilo. Simplemente significa que el statu quo, que es la anexión de facto, se extiende por algún tiempo, mientras que las relaciones que los EAU tenían de todos modos con Israel salen a la luz. El apartheid de Israel se vuelve a ocultar a cambio de que se retire el velo de los EAU.
Nada de esto ayuda a los palestinos de ninguna manera. Se supone que la negativa árabe a normalizar las relaciones con Israel está ligada a un acuerdo que proporcione a los palestinos libertad nacional, justicia e igualdad. Este acuerdo no proporciona nada de eso.
El Times of Israel informa de que un alto funcionario de los Emiratos Árabes Unidos dijo que «Abu Dhabi seguía comprometido con el establecimiento de un Estado palestino y los términos de la Iniciativa de Paz Árabe». Pero esa iniciativa de 2002 habla de una solución de dos Estados basada en las líneas de 1967 con una «solución justa» a la cuestión de los refugiados. No existe tal perspectiva en lo que respecta al Israel actual. ¿Debemos creer que los viajes a Dubai harán que los líderes israelíes sean más flexibles?
Los vínculos entre Israel y los regímenes árabes autoritarios opresivos son útiles para estos regímenes en términos de seguridad. En el caso del asesinato del periodista Jamal Khashhoggi, perpetrado por Arabia Saudita, el software de la NSO israelí Pegasus presuntamente participó en el seguimiento de su movimiento. También hay una convergencia de los regímenes árabes sunitas contra Irán, donde el apoyo militar de Estados Unidos está naturalmente ligado a los intereses militares de exportación israelíes. Este es un mercado en desarrollo. “Son estados de seguridad y quieren tener vínculos de seguridad con Israel”, dijo Diana Buttu.
Esto es como el traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén, en desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. La esperanza de Israel era que esto hiciera que otros países lo imitaran. Ayer Netanyahu dijo que “muchos, muchos estados ven a Israel como un aliado estratégico para la estabilidad, la seguridad, el avance y también para la paz… Habrá otros estados árabes y musulmanes que se unirán con nosotros al círculo de paz”.
Ese “círculo de paz” es, lamentablemente, una camarilla de guerra que ayuda a Israel no solo en términos de relaciones estratégicas regionales contra Irán, sino también en términos de debilitar la solidaridad política con la cuestión palestina. El periodista israelí Gideon Levy dice que los palestinos se están quedando «sangrando al costado de la carretera».
No sabemos cuánto tiempo se retrasará la anexión -Netanyahu acentúa que de ninguna manera está fuera de la mesa– pero en cualquier caso la declaración formal o la falta de ella no cambia nada para los palestinos, la realidad es la misma. Y este acuerdo ciertamente no promueve las perspectivas de que las cosas mejoren para los palestinos.
No sabemos cuán seria fue realmente la intención de Israel de anexionar en este momento. ¿Podría ser que fue principalmente una tentativa, en lo que respecta a Netanyahu? Michael Koplow, del Foro de Política de Israel, lo calificó como «un gran ejemplo de amenazar con hacer algo exagerado y luego beneficiarse al mantener las cosas exactamente como están».
La oposición a la anexión también fue una gran causa para los partidarios de Israel que creen que formalizar el apartheid expondrá a Israel a acusaciones globales de ser un Estado de apartheid, en otras palabras, un problema de relaciones públicas. Esto explica la satisfacción de Joe Biden por el trato:
“La unión de Israel y los estados árabes se basa en los esfuerzos de múltiples administraciones para fomentar una apertura árabe-israelí más amplia, incluidos los esfuerzos de la administración Obama-Biden para construir sobre la Iniciativa de Paz Árabe. Personalmente pasé tiempo con líderes tanto de Israel como de los Emiratos Árabes Unidos durante nuestra administración, desarrollando el caso para la cooperación y un compromiso más amplio y los beneficios que podría brindar a ambas naciones, y me complace el anuncio de hoy».
Su preocupación como ávido apologista de Israel es en gran medida cómo luce Israel y cómo se ve al apoyarlo.
Pero no hay nada en este acuerdo que sea de importancia real relacionada con la «paz» más allá de los cosméticos. Israel y los EAU no estaban en guerra entre sí, no estaban disputando el territorio del otro. Este es un trato comercial. Los Emiratos Árabes Unidos vendieron a los palestinos y ahora está a la vista.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.