Recomiendo:
0

El necesario proceso de refundacion de Izquierda Unida

Fuentes: Mundo Obrero

Izquierda Unida se encuentra sumida en una grave crisis política y organizativa que amenaza la viabilidad del proyecto para el cual nació, proyecto que no era otro que ser el espacio de convergencia política y social de las ideas y los activistas que defienden un modelo social alternativo al del capitalismo neoliberal, globalizador y deshumanizado […]

Izquierda Unida se encuentra sumida en una grave crisis política y organizativa que amenaza la viabilidad del proyecto para el cual nació, proyecto que no era otro que ser el espacio de convergencia política y social de las ideas y los activistas que defienden un modelo social alternativo al del capitalismo neoliberal, globalizador y deshumanizado que nos quieren presentar como única alternativa viable de modelo de sociedad.

Izquierda Unida, y por extensión la izquierda transformadora y alternativa española, se encuentra ante el fin de un ciclo político que se constata ante:

1.- La perdida por IU del carácter de único y claro referente de la izquierda transformadora para todos aquellos que en nuestro país se sienten parte de ese espacio.

2.- La perdida paulatina y sostenida de apoyo electoral a IU en cada convocatoria electoral ocurrida desde los últimos 10 año.

3.- La perdida de relación fluida entre IU y los movimientos sociales y sindicales, y la cada vez mayor dificultad para vincular a los anteriores a nuestro proyecto.

4.- La perdida por IU de la consideración de referente ético entre buena parte de nuestro potencial electorado y sectores de activistas sociales, políticos y sindicales objetivamente identificados con el programa estratégico que decimos defender.

La próxima Asamblea Federal no va a ser el final de este proceso de reconstrucción de Izquierda Unida, sino que debería convertirse en el inicio del proceso de refundacion de la izquierda transformadora representada hoy por IU.

Es fundamental garantizar que se escuche la palabra y la voz de la militancia de IU, especialmente de la que todavía no está «contaminada» por su participación en las guerras cainitas que hemos vivido en los distintos órganos de dirección.

Esta refundación debería abordar un debate abierto sobre las siguientes propuestas programáticas definitorias de IU:

IU debe situarse claramente ante la sociedad como una fuerza que cuestiona el actual modelo de producción capitalista y de vida por ser no sostenible y ser pernicioso para la supervivencia del planeta. No es posible generalizar el sistema de bienestar social que disfrutamos en el Primer Mundo, basado en un consumo irresponsable, superfluo y excesivo, al resto del planeta sin antes cambiar las relaciones económicas y sustituir el «libre mercado» por un control público y social de la economía.

IU debe incorporara a su programa la plena consecución de todos los derechos humanos reconocidos en las declaraciones internacionales, tanto en materia de derechos civiles y político, como económicos, sociales y derechos colectivos, también denominados de «tercera generación», como son los derechos colectivos de los pueblos, el derecho al disfrute de un medio ambiente sostenible, los derechos de los colectivos excluidos y de las minorías, etc

IU debe apostar claramente por la profundización democrática, por métodos participativos de ejercicio democrático para los ciudadanos, por la elegibilidad de todas las instituciones y poderes reales del Estado, incluyendo aquellos que nunca se han sometido al veredicto de las urnas, como es la Jefatura del Estado, el poder económico o el poder mediático.

IU debe exigir, y conseguir para los ciudadanos, el pleno cumplimiento de los derechos sociales contemplados por nuestra Constitución y por las declaraciones internacionales de derechos humanos. Ése debe ser el eje de nuestra política y condicionar cualquier posible política de alianzas, tanto en la calle como en las instituciones.

IU debe propugnar un Estado Republicano, Federal y Unitario, donde las tensiones nacionalistas desaparezcan al crearse un marco superador de las mismas en las que todos los ciudadanos se sientan libres y sean realmente iguales, consolidando así el sentimiento de pertenencia a un proyecto común de país que no puede ser otro que la III Republica española

Necesariamente el anterior debate político debe ir acompañado de una profunda reestructuración interna de las formas organizativas y las estructuras de participación política en nuestra organización:

IU debe ser refundada con todos los activistas de la izquierda transformadora que están hoy en nuestras filas y con todos aquellos que por hastío han ido abandonándolas. Igualmente, con todos aquellos que objetivamente deberían estar organizados en nuestras filas. Debemos abrirnos a nuevas incorporaciones y sobre todo a la reincorporación de todos aquellos compañeros y compañeras que por aburrimiento o frustración abandonaron nuestras filas en los últimos tiempos.

IU debe funcionar con base en la construcción de síntesis dialécticas o consensos como método de toma de decisiones, sin que ello signifique la `perdida de pluralidad interna sino todo lo contrario

IU debe funcionar de hecho como un movimiento político y social Organizado que fija su objetivo en la permanente Construcción de la Alternativa a la sociedad, el Estado, la cultura existente y los valores dominantes., con cauces internos que permitan la participación de los no militantes y de todos los militantes en sus órganos de dirección y en sus estructuras de elaboración programática. Debemos construir la convergencia de la izquierda real de este país con los movimientos sociales alternativos

IU debe recuperar la Elaboración Colectiva como seña de identidad y concreción de la alianza social en torno a objetivos, métodos y valores. Sin que los ciudadanos participen en la elaboración de las soluciones para sus problemas no habrá nunca conciencia de la realidad. La elaboración colectiva entendida como mecanismo de participación democrática de los ciudadanos en las decisiones de IU

IU es una fuerza política de carácter federal, dado que nuestra concepción del Estado no significa otra cosa que otra forma de concebir el acuerdo de un Estado unitario que busca su cohesión desde el consenso el acuerdo, la atribución clara de competencias, funciones y responsabilidades. La federalidad es un reconocimiento a la diversidad en el marco de una visión común del necesario proceso de transformación social.

IU debe ser una organización donde prime el respeto a la legalidad interna, algo inherente a una fuerza política que se pretenda democrática y que por tanto guía sus actuaciones internas y su funcionamiento dentro del escrupuloso respeto de sus normas de convivencia y derechos de todos sus militantes. La salvaguarda de la legalidad interna representada por las normas de convivencia y funcionamiento son la única fuente de legitimidad de las estructuras de dirección.

IU no necesita un coordinador o coordinadora general en este periodo, al menos hasta que el proyecto se haya revitalizado, máxime sabiendo que hasta dentro de tres años no afrontaremos el primero de los grandes retos electorales futuros: las elecciones municipales y autonómicas. Parece conveniente apostar por un órgano de coordinación colectivo -y no solo por una dirección colectiva y colegiada- que asuma las tareas de la coordinación general, al menos durante un periodo prudencial que concluya, más o menos en un año, en otra Asamblea Federal que evalúe el proceso de refundación emprendido. De esta forma, evitaríamos que la próxima Asamblea se convirtiera en una mera disputa de «familias» por la coordinación general.

IU debe dotarse de nuevas formas de funcionamiento y elección a sus estructuras de dirección, evitando que estas y quienes las componen, una vez elegidos, se sustraigan al mandato recibido de las bases que los eligieron. Introduzcamos mecanismos de control, por la militancia de las actuaciones y cumplimiento de mandatos por parte de los miembros de los consejos de dirección, haciendo imperativa la democracia participativa y la posibilidad de revocación de aquellos dirigentes que se sustraigan al mandato con el que fueron elegidos. Proponemos órganos donde los integrantes elegidos nominalmente no representen mas que un porcentaje reducido de sus miembros, correspondiendo el mayor porcentaje de miembros a aquellos elegidos en representación de asambleas de base y por tanto susceptibles de ser sustituidos o conformados en sus responsabilidades constantemente. Debe igualmente garantizarse la posible participación en los distintos consejos de dirección de cualquier militante o activista vinculado a IU.

Proponemos la celebración anual de una Asamblea Federal, durante un periodo prudencial que permita ir evaluando el proceso de refundación y adoptando los cambios de estrategia necesarios en cada momento para mejor conseguir los objetivos propuestos. Posibilitemos asambleas federales abiertas a la participación de toda la militancia o al menos a mayor numero posible de esta.