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El público tiene derecho a saber

Fuentes: Haartez

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

Los esfuerzos del Gobierno para evitar una completa y creíble investigación sobre lo ocurrido con la flotilla de ayuda humanitaria, son cada vez más parecidos a una farsa.

El Primer Ministro Netanyahu tiene la intención de crear un equipo de esclarecimiento disfrazado de comisión de investigación. Las conclusiones de la investigación, en definitiva, deberán apoyar de hecho las medidas de mantener el sitio a Gaza, detener por la fuerza a la flotilla con ayuda humanitaria procedente de Turquía en aguas de jurisdicción internacional y la utilización de una fuerza demoledora en la cubierta de la nave Mavi Marmara.

Para que el disfraz se vea creíble, la oficina del Primer Ministro convocó al juez retirado de la corte suprema Yaakov Tirkel para encabezar dicha comisión. Habrá además observadores extranjeros, con la intención de legitimar ante la opinión pública sus conclusiones. El Primer Ministro Netanyahu se comprometió incluso a declarar ante la comisión junto con el Ministro de Seguridad Ehud Barak, otros ministros y también el jefe del ejército a fin de que «la verdad salga a la luz».

La verdad es que Netanyahu pide resaltar las identidades de los organizadores de la flotilla, sus fuentes de subvención y los palos y cuchillas que llevaban a bordo. No tiene la intención de revisar el proceso de toma de decisiones que precedieron al abordaje y la toma de control y las deficiencias que se registraron. Para él es suficiente con que los canales de televisión transmitan las imágenes de los magistrados con sus trajes oscuros, junto con políticos disertando frente a ellos, representando una escena de «investigación».

Pero la comisión de Netanyahu no tendrá ningún poder, ni siquiera el de una comisión de revisión gubernamental, y ni siquiera quien está propuesto para encabezar la comisión cree en ella. En una entrevista para la radio del ejército Tirkel dijo que la única posibilidad es la de formar una comisión estatal, se opuso a incluir observadores extranjeros y dejó claro que no es partidario de «propuestas personales» ni de destituir a los responsables del fracaso. Cuando un reportero de Haartez quiso confrontarlo con sus declaraciones el juez retirado evadió la respuesta diciendo que «no recordaba lo que había dicho».

Los desacuerdos que surgieron el fin de semana entre Netanyahu y su adjunto, el Ministro Moshé Ya’alon, sobre si Ya’alon estaba al tanto de la acción militar mientras iba transcurriendo, refuerzan las sospechas de serias deficiencias en el proceso de toma de decisiones en la acción contra la flotilla. En vez de formar parte del encubrimiento el juez Tirkel, con la evasión sobre sus anteriores declaraciones que no le honra precisamente, debería devolver el mandato al Primer Ministro y exigirle la creación de una comisión gubernamental con poderes reales. El público, tal como dijo Netanyahu, tiene derecho a saber la verdad.

Fuente: http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/the-public-has-a-right-to-know-1.295797