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Elegía en prosa, a la muerte de Francisco Puche Vergara

Fuentes: Rebelión

Mi primer contacto, epistolar con Paco Puche y con su activismo de militante ecologista frente al capitalismo depredador y falsamente filantrópico, se produjo en día 27 de junio del año 2009.

En dicha oportunidad, lo que terminaría siendo una prolongada y fructífera colaboración mutua y con terceros a lo largo de los años, daba comienzo por mi parte, con el envío de mi primer mensaje, con el siguiente contenido:

«Estimado Sr. Puche:

Ángel Cárcoba me ha facilitado su dirección de correo electrónico.

Soy un exdelegado de personal, por CCOO, de la empresa Uralita, hoy jubilado y activista free lance de la lucha contra el amianto «hasta las cachas».

Actualmente estoy en proceso bastante avanzado de un superambicioso proyecto de redacción de un libro que titularé: «Amianto: un genocidio impune«.

Varios fragmentos del texto, conjuntamente y con la ayuda de Ángel Cárcoba, tenemos la pretensión de publicarlos previamente en alguna revista profesional.

A modo de «tarjeta de presentación», me permito adjuntarle tres ficheros: el primero corresponde a la intervención en un curso de verano de la Universidad de Santander, del historiador y Profesor de Historia de la Medicina, D. Alfredo Menéndez Navarro, donde se alude a mi pasada actividad.

El segundo corresponde a uno de esos fragmentos del texto del libro, transformado en artículo, que sólo está pendiente de la traducción al inglés del «resumen» y de redactar la nota de «agradecimientos».

El tercero, finalmente, es el listado de referencias bibliográficas de dicho artículo.

Me ha gustado su trabajo sobre el maldito tóxico y he considerado que, provechosamente, podemos intercambiar información e ideas.

Como ejemplo de las cuestiones en las que estoy vivamente interesado, le puedo indicar que estoy tras la pista de la actividad ACTUAL de Uralita en alguna fábrica de amianto-cemento en Rusia y posiblemente en Ecuador o algún otro país donde ya en décadas pasadas tuvo tal rol: Venezuela, Bolivia, Persia, Egipto

En este último país ya hay prohibición del crisotilo.

Si lo estima conveniente me da su opinión sobre todo ello y a partir de ahí, si le parece bien, podemos continuar…

En espera de su grata respuesta, reciba mi respetuoso y cordial saludo».

Su inolvidable contestación, recibida el 1 de julio, discurría en estos términos:

«Estimado amigo: leo con satisfacción cómo hay personas que ante las desdichas olvidadas no han cejado en su empeño para defender a las víctimas invisibles.

Mi relación con el amianto es actual.

Ha sido con ocasión de una investigación que hemos llevado a cabo en busca del modo de operar de unas entidades filantrópicas que se presentan como tales pero que esconden mucho.

Me refiero, sobre todo, a la denominada Avina (también a Ashoka) que financia S. Schmidheiny, una de las familias responsables de la fabricación del fibrocemento.

Estas pesquisas nos llevaron justamente a descubrir que detrás de toda la cháchara benefactora se escondía un intento de alzar bienes y una huida hacia adelante de lavado de imagen.

Este Sr. se diría que si han estado cien años engañando al personal, por qué le iba ahora a tocar a él.

La razón quizá esté en el artículo de Alfredo Menéndez, que me incluyes, y es que la verdad se construye socialmente y hasta ahora la habían dominado los empresarios y el capital.

Por ello todo el trabajo que sé que llevas hecho (junto al de Ángel) ha sido fundamental para interiorizar en la sociedad lo dañino del mineral y superar la connivencia experta con el empresariado.

Como ves, yo estoy en este asunto de paso, pero considero el tema tan importante que quiero seguir interesado y activo en el mismo.

Aquí en Málaga, donde resido, ya he tenido ocasión de pasar a CCOO mi artículo, que ha sido bien acogido.

Te digo también que soy librero (ya jubilado) y que tendré mucho gusto en tener el libro cuando salga en mi librería y de promocionarlo.

En cuanto a tu trabajo, me viene a las mientes los trabajos de epidemiología sobre «determinantes de la salud», en los que en los tiempos que yo los consultaba daban a la predisposición genética muy poco valor respecto al medio ambiente (y laboral) a los modos de vida y al sistema sanitario (al que tampoco daban demasiado valor relativo).

 Recuerdo el Informe Lalonde de los años 70 y otros americanos similares.

Si quieres miro mejor este asunto. Lo digo porque sirve para avalar tu tesis del asbesto como determinante de la enfermedad en todos los casos.

Sin más, por el momento, recibe una dosis de ánimo y un cariñoso saludo de Pacopuche«.

Haría falta la extensión de todo un libro completo, si pretendiéramos abordar de forma exhaustiva, todo lo que, tanto de forma epistolar como presencial, vino a dar de sí nuestra fructífera relación amistosa, de colaboración y militante participación en la lucha contra el amianto y demás cuestiones conexas.

En consecuencia, tendremos que vernos forzados a limitar nuestro abordaje a unos cuantos eventos -los más relevantes- constitutivos de otros tantos hitos en esta historia personal, pero que también asume, a nuestro entender, una indudable proyección social por la índole de los asuntos abordados en la misma.

El último de sus correos, recibido el día 14 de marzo del año 2019, versaba sobre una información que para mí había sido motivo de una gran indignación.

Su título ya lo dice todo: «COMUNICADO: La Comisión Económica Eurasiática apoya el amianto crisotilo».

Con posterioridad lo que ya ha habido, exclusivamente por mi parte y sin haber recibido ya respuesta alguna, han sido toda una serie de correos, mantenida unilateralmente por mí y que ha culminado con el último de ellos en una fecha tan reciente como es el día 23 de junio del presente año, presumiblemente cuando ya los estragos de su grave padecimiento le habían retirado, desde mucho tiempo antes, de toda actividad, tanto epistolar como creativa y social.

Entre el paréntesis formado, respectivamente, por el primero y el último de sus correos recibidos, discurrieron toda una serie de acontecimientos y noticias, y que es sobre los más destacados de entre ellos a los que se ceñirán mis siguientes glosas.

Nuestro primer contacto personal lo tuvimos el día 15 de septiembre del año 2009 y fue en Carmona (Sevilla), con ocasión de su intervención como ponente en un evento celebrado en el Palacio de los Briones, de dicha ciudad sevillana.

Como fruto y ejemplo de documental tangible, de los esfuerzos y gestiones realizados por los tres coautores, tendremos la publicación, en su día, del siguiente trabajo:

Antonio Bernardo Reyes, Paco Báez Baquet, Paco Puche “Fiebre del oro blanco” en la Costa del Sol y en la serranía de Ronda, Revista “Rebelión”. Diciembre 2013, http://www.rebelion.org/docs/177954.pdf y Revista “El Observador”, 16/12/2013, http://www.revistaelobservador.com/opinion/29-lecturas-impertinentes/8263-fiebre-del-oro-blanco-en-la-costa-del-sol-y-en-la-serrania-de-ronda

El mismo venía a culminar nuestras andanzas y estancias en tres escenarios distintos cada uno de ellos abordado, respectivamente, por uno de nosotros: el Instituto Nacional Geológico y Minero, en Madrid, en varias instituciones radicadas en Málaga (capital) y en el Archivo Municipal de Mijas pueblo, en la provincia malagueña.

Esa actividad divulgativa nuestra venía a culminar los esfuerzos de los grupos ecologistas locales (en los que participaba personalmente el propio Paco Puche) y que tuvo como resultado la paralización y abandono definitivo del proyecto de la autopista  Ronda-Benahavís (Málaga) por el riesgo inherente a la remoción de los terrenos con contenido de amianto.

Una cuestión, acerca de la cual lo que había imperado era el disimulo, el desdén y el desprecio, en aras de una supremacía de las consideraciones económicas relativas al turismo de toda la Costa del Sol, a la que, con no menor propiedad, habría cabido haberla denominado «Costa del crisotilo«. Véase al respecto el texto correspondiente al siguiente link: https://www.diariosur.es/v/20110112/opinion/autopista-ronda-20110112.html

Acerca de su contenido, por parte de Paco Puche, en su correspondencia entre nosotros tres, nos hacía el siguiente comentario:

Estos son unos profesores que realizan un trabajo sobre el asunto, que como verás no lo mencionan. Y dicen «la posible distribución de amianto en Sierra Bermeja es baja» ¿Cómo lo saben? y ¿por qué dicen «posible»? El ejemplo del cuarzo no es nada bueno, simplemente certifican que habría que tomar precauciones, que no se toman. Y sobre la dosis, no saben lo que dice la OMS, que ninguna dosis es baja para un carcinógeno como el amianto. Decepcionante y mirando «para la casa».

De más «canela fina» sobre el mismo asunto calificaba Paco Puche lo referido en el texto correspondiente al siguiente enlace: https://www.ecologistasenaccion.org/19593/rechazo-al-proyecto-de-autopista-san-pedro-de-alcantara-ronda/

Véase también: https://www.malagahoy.es/malaga/valor-peridotita_0_428357866.html

Como resultado de las indagaciones de Paco Puche en la sección de Minería, del Archivo Histórico Provincial de Málaga, llegamos a tener conocimiento de diversas peticiones de concesiones mineras para amianto en la provincia, de las cuales facilitamos seguidamente un resumen de los contenidos de varias de las solicitudes, cuyo vínculo con el amianto es más diáfano y certero:

Signatura 8925: Minas de amianto en Mijas, Monda y Ojén

Rosa, 1952, y San Ignacio, 1952

Signatura 8925: Minas de amianto en Ojén-Marbella

La Sultana, 1952, y Fátima II, 1952

Signatura 8935: Minas de amianto, talco y vermiculita

San Mateo, Amianto, Alhaurín Grande, 1952

El Paraíso, Amianto, Alhaurín Grande, 1966

Reserva I, Amianto, Sierra Aguas (Carratraca y otras), 1952, de Asbestos Españoles, SL

Lourdes, Benahavís, 1951

Begoña, Benahavís, 1954

Signatura 8939

Amporín, Mijas 1952. Petición de permiso de investigación, de Asbestos Españoles SL

Signatura 8939 – Amianto

Fátima I, Ojén, 1951

Eugenio, ídem, 1956

Virgen del Carmen, ídem, 1958

Ntra. Sra. del Pilar, ídem, 1958

San Javier, Tolox, 1952 (Asbestos Españoles, SL)

Vemos, por consiguiente, que de estos datos registrales, accedidos por nosotros gracias a las gestiones de Paco Puche, se desprende un sostenido interés empresarial español, a lo largo de todos esos años, por llegar a desarrollar una minería del amianto en la provincia de Málaga y en general en toda la zona de la denominada «Costa del Sol«, a despecho de todas las evidencias acumuladas sobre su letal nocividad.

Todo ello acompañado de «hazañas» tales, como la acometida en Toledo por la firma «Ibertubo«, acerca de lo cual en su día publicamos:

TOLEDO BAJO LA AMENAZA DEL AMIANTO, Crónica inacabada de una lucha social y ciudadana. «Rebelión», 18/04/2018 (e-book), http://www.rebelion.org/docs/240451.pdf

…y por parte de Paco Puche se publicó:

TOLEDO: primera retirada de amianto de  Ibertubo: un fiasco «SINPERMISO», 22/06/2016 , http://www.sinpermiso.info/printpdf/textos/operacion-de-retirada-de-amianto-en-toledo-el-fiasco-de-ibertubo  y  «Rebelión», 04/07/2016, http://www.rebelion.org/docs/214105.pdf

Fue a través de las indagaciones efectuadas por Paco Puche en el IGME, en Madrid, que pudimos tener conocimiento de que en el año 1968, y por parte de la Delegación Provincial de Industria de Málaga, se otorgaron los permisos de prospección minera para la eventual explotación de posibles yacimientos de amianto en los enclaves denominados «Población» y «La Almijara» al este, en Nerja, este último en la Sierra del mismo nombre.

Como es sabido, en el año 1968 era ya sobradamente conocida la letal acción del amianto, incluido el mesotelioma, para cuyo afloramiento bastan dosis débiles, mínimas, esporádicas e incluso puntuales, breves y únicas. Otras publicaciones del susodicho ente público, por ejemplo ya en el año 1975, abundaron en la misma actitud favorable a la explotación minera de posibles recursos correspondientes a las variedades tremolita y crisotilo, del grupo del asbesto o amianto.

Es por detalles de actuación de las autoridades españolas, como los que ahora son el objeto de nuestras reflexiones, por lo que reiteradamente tenemos dejada constancia en nuestros escritos de nuestra opinión de que el Estado español tiene contraída una permanente e inextinguible deuda moral con las víctimas españolas del amianto, que debiera de substanciarse en el otorgamiento, a perpetuidad, de determinadas compensaciones que han sido en su momento concretadas por nuestra parte, con ocasión de la formulación de nuestras propuestas relativas a una futura Ley Integral del Amianto. Véanse, al respecto, nuestros escritos:

Borrador de ley general del amianto en España: lo que su «integralidad» se dejó en el tintero, «Rebelión», 27/04/2019 (198 pp.), http://www.rebelion.org/docs/255295.pdf

Comentarios al «Manifiesto por una ley Integral del amianto», «Rebelión», 24/06/2020,  https://rebelion.org/wp-content/uploads/2020/06/Comentarios-al-Manifiesto.pdf

Propuestas sugeridas para su posible inclusión en una futura «Ley Integral sobre el Amianto», en España, «Rebelión», 11/07/2020,  https://rebelion.org/wp-content/uploads/2020/07/Propuestas-sugeridas.pdf

De este último texto permítasenos destacar aquí, reproduciéndolo expresamente, el siguiente párrafo argumentativo:

«El Estado español tiene contraída una potente y permanente deuda con las víctimas del amianto, laborales o no, pasadas, presentes y futuras, a causa del enorme, descomunal desfase temporal -varias  décadas-, entre el momento en el que se promulgó la primera ley específica para la exposición al amianto, y desde los tiempos en los que ya existían sobradas y rotundas evidencias, más que suficientes de su imperiosa necesidad,  sobre sus letales efectos». 

La colaboración «a tres bandas», esta vez incluyendo en ello al amigo Ángel Cárcoba Alonso, la veremos también reflejada, por ejemplo, en mi comentario:

«Aunque la fuente citada por mí habla de una venta a un particular, no obstante yo, en lo que me he basado, es en el comentario-reproche, hecho por Fiona Murie: DESPUÉS de que se hubiera prohibido el amianto en la Unión Europea, y más concretamente en España, diciendo que estaba muy bien que Uralita dejara de usar amianto en España (obligada), pero que lo que ya no era aceptable es que al propio tiempo lo siguiera usando en Ecuador. Te aclaro que en Ecuador no ha habido más que una sola filial de Uralita, incluyendo entre sus fabricados el amianto-cemento, como línea principal de productos».

Mi relación personal con Paco Puche para mí resultó decisiva, como mínimo por tres motivos.

En primer lugar por su protagonismo, en su condición de editor, en el lanzamiento, venta y difusión de mi libro en soporte papel, titulado «Amianto, un genocidio impune«.

En segundo lugar por su iniciativa de darme a conocer el que vendría a ser nuestro común amigo, el profesor Salvador López Arnal, amistad que estuvo en el origen de su libro, también en soporte papel: Desvelando el silencio sobre el amianto. Conversaciones con Francisco Báez Baquet, Ediciones del Genal – ISBN 978-84-16626-26-7 – Málaga 2016 – 484 págs.

Y en tercer lugar por el rol decisivo de esa amistad por parte de ambos, en la benévola receptividad a la publicación de mis numerosos trabajos en «Rebelión«.

Amigo Paco, que el peso de la tierra te sea leve.