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Declaraciones de Percy Alvarado Godoy, el agente “Fraile” de la Seguridad del Estado cubana

Ellos han apostado por el terror

Fuentes: Rebelión

En Miami, como se dice popularmente, «el cuartico está igualito». O quizás más complicado, pues los contrarrevolucionarios acunados en esa ciudad floridana, no cejan en el empeño de ejecutar ataques terroristas contra la Isla y otras naciones aliadas, encabezados por el connotado asesino Luis Posada Carriles. Informaciones recientemente difundidas dan cuenta hasta de un encuentro […]

En Miami, como se dice popularmente, «el cuartico está igualito». O quizás más complicado, pues los contrarrevolucionarios acunados en esa ciudad floridana, no cejan en el empeño de ejecutar ataques terroristas contra la Isla y otras naciones aliadas, encabezados por el connotado asesino Luis Posada Carriles.

Informaciones recientemente difundidas dan cuenta hasta de un encuentro en una sala de audiencias del Capitolio de Washington de un numeroso grupo de ellos, algunos enemigos acérrimos de la Revolución e instigadores a la ejecución de golpes de estado o magnicidios en la región.

Precisamente, Cuba acaba de reiterar en la ONU sus denuncias contra la presencia y actividad en Estados Unidos de conocidos terroristas responsables de acciones contra la Isla caribeña.

Es un mundo convulso, donde quienes apostaron por el terror, se han organizado y cuentan con financiamiento y apoyo. Para conocer mejor los intríngulis de ese estercolero, entrevistamos a Percy Alvarado Godoy, quien estuvo muy cerca de esa mafia anticubana, perversa y terrorista. Con el seudónimo de «Fraile», el agente de la Seguridad del Estado, estuvo años infiltrado en esos grupúsculos.

Imagino resulte en extremo difícil llevar dos sentidos de la vida en el alma y en la conducta, el de traidor y el de revolucionario fiel a una causa. ¿Cómo pudo compensarlos?

«No he sido el único que se enfrentó a este duro dilema. Cientos de hombres de nuestro amado pueblo lo asumieron a lo largo de estas décadas de batalla contra nuestros enemigos.

«La vida me enseñó que hay que tener una gran capacidad de adaptación y desarrollar habilidades tales como saber desdoblarse, transformarse en la leyenda que se te ha construido y esconder, sobre todo, tus reales convicciones en el rescoldo más oculto de tu corazón».

Tuvo la singular oportunidad de conocer desde cerca los planes terroristas de la Fundación Cubano-Americana y de otras organizaciones en Miami, ¿cómo aprecia la conducta que mantienen en ese sentido y qué giros han tomado?

«Mi labor como agente de la Seguridad me llevó a penetrar íntimamente a varias organizaciones terroristas radicadas en Miami, tales como Comandos L, la FNCA y Cuba Independiente y Democrática (CID), así como planear con sus más altos dirigentes diversas acciones violentas contra nuestro pueblo. Sabía que era mi responsabilidad contribuir a que estos planes nunca prosperaran y preservar, aún a riesgo de mi propia vida, la integridad de cada ciudadano cubano.

«De estas organizaciones y sus líderes supe distinguir un denominador común: apelaban a la violencia más repudiable para conseguir el derrocamiento de nuestra Revolución. Solo había en sus corazones un odio enfermizo hacia Cuba y hacia Fidel.

«Muchos de ellos han tratado de venderse mediáticamente como defensores de una supuesta democracia y de los derechos humanos en la Isla, pero en las sombras no han sido otra cosa que terroristas que han apostado por ‘derechos sin humanos’, es decir, por el terror.

«Todos ellos continúan su desenfrenada apología al terrorismo y al empleo de la violencia, aunque incursionan públicamente en el apadrinamiento de grupúsculos mercenarios para fomentar la indisciplina social y el resquebrajamiento de nuestra verdadera democracia».

Usted, que estuvo tan cerca de personajes que alientan y planifican continuamente esos actos contra Cuba (Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo…), ¿cómo los define en una especie de caracterización personal?

«Son enemigos ideológicos de la Revolución y su odio a la misma se ha acrecentado año tras año ante la impotencia de derrotarla. De ellos no puede esperarse jamás benevolencia hacia nuestro pueblo.

«Los más de 5 mil actos terroristas cometidos contra nuestra Patria, tanto en Cuba como en el exterior, son prueba de su enfermizo proceder y manera de pensar y actuar. Aún hoy, con la complacencia de las autoridades norteamericanas, actúan con total impunidad y planifican nuevas acciones violentas contra nuestro pueblo.

«Otros de sus rasgos son la ambición de poder, el afán de protagonismo y, sobre todo, la búsqueda, por todos los medios, de beneficios materiales a costa de su actividad contrarrevolucionaria. El dinero de los contribuyentes norteamericanos ha sido la principal vía para que estos edifiquen riquezas, estafando a sus propios amos y a sus mercenarios dentro de Cuba».

Evidentemente es en extremo difícil convivir con esos criminales. ¿Sintió miedo alguna vez? ¿Cómo lograba mantener una conducta creíble?

«Lo más importante en un hombre es saber convivir con sus miedos. Sí, lo confieso, tuve miedo muchas veces y supe que la única manera de vencerlos era enfrentándolos. Los hombres que combatimos en ese hermoso y anónimo frente de batalla somos de carne y hueso, pero nos hace especiales nuestro apego a las convicciones que nos sustentan. No hay miedo capaz de vencer a la fuerza de nuestras convicciones y a nuestra fidelidad hacia Fidel y hacia nuestro pueblo.

«En largo avatar que fue mi vida como colaborador de la Seguridad pude sortear los recelos y desconfianza natural de mis enemigos gracias a la labor eficaz de mis oficiales y a sus orientaciones oportunas. Ellos fueron los principales artífices del éxito de mi labor. Yo, por mi parte, solo hice mi deber de acuerdo a lo planificado. Siempre tuve la satisfacción de saberme protegido por los míos, aunque estuviera solo dentro de las filas de mis enemigos.

¿Cómo valora la actitud de los Cinco Héroes cubanos prisioneros en cárceles estadounidenses?

«Mis Cinco hermanos son la más pura expresión del patriotismo de nuestro pueblo. Su resistencia es una muestra de la solidez de sus convicciones y de su entrega total a la causa. Hombres como ellos, comunes y sencillos, alcanzan tal dimensión por ser parte intrínseca de un pueblo heroico como el nuestro.

«Cumplieron su misión con dedicación y fidelidad, pero quiso el destino que fueran descubiertos en su sagrado empeño de defender a la Patria. Empero, hoy se han convertido en fuerza motriz de un poderoso movimiento de solidaridad internacional que no solo condena su injusta prisión, sino también a la impunidad del terrorismo de la mafia anticubana de Miami, parte de la Casa Blanca y de la CIA.

«Todo aquel que respete a la justicia y a la verdad, debe sumarse a la batalla por el cese de tan ignominiosa injusticia y contribuir a su retorno incondicional y definitivo a la Patria».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.