«Pero no me regañes si me retraso un poco. / Es que me dutuvieron.» Mahmud Darwish. «Si acaso / no viniera / huye de la ventana / refúgiate en el cuarto más oscuro. / Si acaso / no llegara / si el reloj / del encuentro / no encontrara sus horas / no me marques […]
«Si acaso / no viniera / huye de la ventana / refúgiate en el cuarto más oscuro. / Si acaso / no llegara / si el reloj / del encuentro / no encontrara sus horas / no me marques la frente con una maldición / ni eches tierra al minuto en que nos conocimos. / Si faltara / a la cita / es que / un viento/ iracundo / me descuajó / del todo y el cauce de la / sangre / reventó / las compuertas. / No te enfades / ni pares / los relojes. / Di nada más que / he muerto / y que / en las frías sienes / me crecieron mil florecillas grises enlutadas de otoño.»
Fragmento de Parábolas palestinas. Javier Villau.
Desde el 25 de Septiembre. Sin comer nada desde el 25 de Septiembre hasta hoy son 85 días. Pero además, desde el lunes pasado han dejado de beber agua. ¿Quiénes son éstos locos que admiten el hambre y la sed hasta la muerte?
Es necesario gritar la respuesta porque ellos ya han hecho todo lo que podían hacer. Seguro que usted la va a gritar, la va a escribir, la va a difundir, es de justicia, y ante la injusticia tiene que estar la dignidad humana.
Le explico, llevan 85 días en huelga de hambre y ahora también de sed porque fueron hechos prisioneros y encarcelados sin ninguna acusación, sin cargo alguno, por el ejército sionista; dicho de otro modo: como castigo a la sociedad palestina. Los colonialistas ejercen la violencia sobre la sociedad palestina, sobre la población palestina para meter el miedo en su convivencia, con el fin de agotar sus fuerzas, para que no se resistan a la ocupación colonial. Esa forma de capturar a la población palestina es lo que los sionistas llaman «detención administrativa», con ella el prisionero o la prisionera no tiene derechos de ninguna clase, lo que supone un castigo colectivo pues esa falta alcanza a familiares, amigos y población en su conjunto.
La «detención administrativa» es la no vida, la no esperanza, el demembramiento del resto del mundo. En esa oscuridad los carceleros tienen a quien esté prisionero en sus manos, además la tortura es legal en Israel, con la garantía de que no se les conozca; las cárceles israelíes son Guantánamos, Abu Ghraibs, agujeros al margen de los Derechos Humanos, agujeros a los que no llega la luz, ni el afecto, ni la razón, y no digo la ley porque ni las leyes racistas de Israel entran allí, es la «detención administrativa», lo que eso supone a cualquier palestino o palestina es ley en el ente colonial israelí.
Pero no hemos dicho los nombres de éstos dos ¿locos? que abrazan el hambre y la sed como última forma de lucha por la libertad: grite sus nombres, son un chico de 19 años llamado Anas Shadid y Ahmad Abu Fara, de 29 años. Repita sus nombres: Anas Shadid y Ahmad Abu Fara.
El régimen israelí quiere lograr la sumisión y el silencio del pueblo palestino y de los pueblos del mundo, de uno de éstos uste forma parte, no consienta que le callen, Anas y Ahmad se juegan la vida para que no les callen, ¿no le grita su propia conciencia?
En libertad salvan la vida. En la prisión israelí morimos.
La salud de Anas y Ahmad es tan sumamente débil que ya ha advertido un abogado que pueden morir en cualquier momento, son 85 días.
Israel tiene más de 7.000 prisioneros palestinos y palestinas. Usted también es juez, y usted no es sionista, no es colonialista, no es pro imperialista: actívese e informe, difunda, el pueblo palestino no tiene miedo, si sus jóvenes mueren, continuará luchando. La victoria del pueblo palestino también será de usted.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Gaza 51 días», «Dietario de crisis», «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y de Estudios Sociales AMANE.
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