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Esta » banda » que quiere Israel

Fuentes: Il manifesto

Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

El ejército israelí ha empezado a despejar una banda de terreno de un kilómetro de ancho en el flanco libanés de la frontera destrozando las casas, los campos, cualquier cosa, mientras que el ministro laborista [israelí] Amir Peretz declara que Israel quiere controlar una » banda de seguridad » dentro de Líbano. Para ello, el ejército de Tel Aviv ya está procediendo a la destrucción de los pueblos más allá de la frontera y reduciéndolos a polvo con su artillería, sus helicópteros y las bombas de sus F16.

Noticias dramáticas de las víctimas civiles de los bombardeos: habría centenares de muertos, pero aún hay muchos cuerpos entre los escombros y más de medio millón de refugiados (las cifras son de Naciones Unidas). Se trata de una verdadera guerra, contra la población chiíta de las zonas montañosas del sur de Líbano, la misma zona que Israel ocupó de 1978 a 2000 antes de ser obligado a retirarse por la resistencia chiíta de Hezbola. Un movimiento que desde entonces prosigue su lucha contra el ejército israelí por la liberación de las Granjas de Chaaba, enclave libanés en las laderas del monte Hermon, pero también por la liberación del Golán y de los territorios ocupados en Palestina.

La intervención israelí en el sur de Líbano, justificada por la presencia de la resistencia chiíta libanesa Hezbola, en realidad es anterior no sólo al nacimiento de esta organización sino también al mismo Estado de Israel. El sur de Líbano y, en particular, las colinas de situadas en el interior de Tiro, el Djebel Amel [1], gracias a su posición estratégica y a su riqueza en agua (los ríos Litani, Hasbani, Wazani y Awali) siempre han estado en el punto de mira de los dirigentes israelíes : Théodor Hertzl subrayó siempre la necesidad de esta región para el desarrollo del nuevo Estado hebreo y otros importantes dirigentes del movimiento como David Ben Gourion, Yithak Ben Zvi o Chaim Weitzman pensaban que el monte Líbano debía ser la frontera norte de Israel. Con ese mismo objetivo el propio Weizman escribió en 1917 al primer ministro británico Lloyd George pidiéndole que la frontera norte de Palestina comprendiera el valle del río Litani así como el flanco oeste y norte del monte Hermon.

Pero el choque que iba a llevar a una hostilidad permanente de las poblaciones del Djebel Amel respecto a las exigencias y amenazas israelíes vendría con la guerra de 1948, cuando la Haganah ocupó con una demostración de fuerza siete pueblos libaneses de la zona y masacró a 174 campesinos desarmados en Salha y Houla. El alto el fuego de 1949 no aportó en absoluto la paz que habrían esperado los habitantes de estas colinas y mesetas altas cultivadas de tabaco: de 1949 a 1964 sufrió 140 agresiones israelíes y de 1968 a 1974, más de 3.000 ataques del ejército de Tel Aviv. Sin contar con que durante la guerra de 1967 Israel ocupó, en una nueva demostración de fuerza y violando la neutralidad de Libano, las Granjas de Chaaba y ciertas zonas del flanco occidental y meridional de monte Hermon. Después de que el movimiento palestino de liberación fuera expulsado de Jordania con las masacres del Septiembre Negro en 1970 y se estableciera en la República de los cedros, el sur de Líbano volvió a estar en primera línea y pagó un precio muy alto con las represalias israelíes por la presencia de la OLP. Durante la guerra civil libanesa (1975-1990) los dirigentes de Tel Aviv maniobraron para instalar en Beirut un gobierno de la derecha cristiana maronita, su aliado, y para anexionar la zona del río Litani. Una idea que probablemente estuvo en la base del proyecto de Simon Peres -era 1976- de crear una milicia fantoche de criminales comunes y torturadores políticos dirigidos por un renegado libanés de envergadura, Saad Haddad. Se trataba del Ejército del Líbano Libre : tenía el cometido de proteger la » banda de seguridad » en la frontera que se iba a ampliar a 800 kilómetros cuadrados dos años después, el 15 de marzo de 1978. Ese día estalló la primera invasión a gran escala de Líbano por parte de Israel, la » Operación Litani «, que provocó la muerte de 1.186 civiles, 285.000 refugiados, 82 pueblos devastados y seis completamente arrasados a nivel del suelo.

La siguiente invasión, en 1982, » Operación paz en Galilea «, con más de 20.000 muertos, 32.000 heridos, 2.206 inválidos permanentes, 500.000 refugiados, la destrucción de los campos palestinos, el asedio de Beirut, las masacres de los combatientes palestinos que iban a ocasionar la salida de Líbano de los combatientes palestinos: y, al mismo tiempo, el nacimiento de un nuevo y más incisivo aún movimiento de resistencia contra la ocupación israelí, Hezbola, que iba a obligar a la potencia israelí a retirarse en mayo de 2000. Éxito militar cuyo secreto reside sobre todo en el hecho de que sus militantes no son otros que los hijos, nietos o incluso los padres de los campesinos del Djebel Amel.

[1] Djebel es una palabra árabe que designa un terreno montañoso [N. de la t.]

http://www.ilmanifesto.it/Quotidiano-archivio/19-Luglio-2006/art27.html