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Estados Unidos estudia contratar a extranjeros para su Ejército

Fuentes: El Mundo

Estados Unidos está sin soldados. El Pentágono está enviando a Afganistán a militares que nunca había pensado mandar al frente. De hecho, cuando el 7 de septiembre los talibán afganos hicieron explotar un coche-bomba a 100 metros de la embajada estadounidense en Kabul, uno de los muertos fue una reservista del Ejército de EEUU que […]

Estados Unidos está sin soldados. El Pentágono está enviando a Afganistán a militares que nunca había pensado mandar al frente. De hecho, cuando el 7 de septiembre los talibán afganos hicieron explotar un coche-bomba a 100 metros de la embajada estadounidense en Kabul, uno de los muertos fue una reservista del Ejército de EEUU que tenía 52 años.

La guerra contra el terrorismo ha demostrado que el Ejército de Tierra y los marines están preparados para guerras cortas y convencionales, no para una interminable lucha contra una insurgencia.

Así que el Pentágono está estudiando nuevas formas para aumentar sus efectivos. Y, dado el comprensiblemente escaso entusiasmo de los estadounidenses por alistarse y acabar en una zona de guerra, está considerando la posibilidad de buscar extranjeros.

Según los diarios International Herald Tribune y Boston Globe, el Departamento de Defensa de Estados Unidos puede empezar a ofrecer permisos de residencia a extranjeros a cambio de que éstos se alisten.

Esa opción no plantea absolutamente ningún problema desde el punto de vista legal. Una nueva ley aprobada por el Congreso autoriza al Pentágono a trasladar inmigrantes de otros países a Estados Unidos si considera que esas personas pueden jugar un papel importante en la seguridad nacional.

El problema son las connotaciones políticas del programa. En un momento en el que Estados Unidos vive un feroz debate sobre la inmigración ilegal, es difícil para el Pentágono presentarse como una puerta de entrada para más extranjeros. Además, los líderes políticos que más se oponen a la inmigración son, casi sin excepción, republicanos, es decir, correligionarios de George W. Bush.

El problema del inglés

Un obstáculo adicional sería las dificultades de los nuevos soldados para entender inglés. Porque no es ningún secreto que la inmensa mayoría de los reclutas serían hispanos. Y, finalmente, están las acusaciones de fomentar un Ejército apátrida formado por mercenarios.

En EEUU ya hay un programa, en virtud del cual se acelera el proceso de entrega de la nacionalidad estadounidense a los extranjeros con permiso de residencia que se alistan en las Fuerzas Armadas. De hecho, unos 30.000 soldados son extranjeros, lo que supone el 2% de los militares en activo. Sólo en Irak han muerto más de 100 no estadounidenses combatiendo por la bandera de las barras y estrellas.