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Entrevista a Dolors Bramon, arabista e historiadora de la época medieval

«Estamos muy mal educados en las cuestiones del islam»

Fuentes: investigaction.net

Después de los atentados de Barcelona y Cambrils, una parte importante de la sociedad catalana ha rechazado la estigmatización del islam. Pero la ola de atentados en Europa parece imposible de detener. Después del 11S, la guerra de EE.UU. contra Irak y las desestabilizaciones en Libia y Siria no han ayudado a ello. En ese […]

Después de los atentados de Barcelona y Cambrils, una parte importante de la sociedad catalana ha rechazado la estigmatización del islam. Pero la ola de atentados en Europa parece imposible de detener. Después del 11S, la guerra de EE.UU. contra Irak y las desestabilizaciones en Libia y Siria no han ayudado a ello. En ese contexto, algunos observadores han llamado la atención sobre el «eurojihadismo», o el hecho de que algunos terroristas hayan nacido y sido educados en el seno de las sociedades europeas. En Francia las iniciativas en materia de «desradicalización» puestas en marcha desde 2015 han sido un fracaso rotundo, a pesar de su importante coste financiero. ¿Tal vez existan otros métodos que no han sido aun explorados? ¿Qué papel juega la educación y su manera de abordar el islam en las sociedades modernas pluriculturales?

La profesora Dolors Bramon es arabista e historiadora de la época medieval. Ha escrito numerosas obras de divulgación, como «L’islam avui. Alguns aspectes controvertits» («El islam hoy. Algunos aspectos controvertidos») y ha alertado sobre el mal uso de algunos conceptos asociados al mundo árabe y al islam. La hemos entrevistado para despejar algunas dudas y responder de manera urgente a los clichés y la desinformación más frecuentes.

Alex Anfruns : Frente a quienes presentan el islam como una religión violenta, en su libro usted responde diciendo que existe un islam plural. ¿Puede desarrollar esa idea?

Dolors Bramon: Hay tantos islam como personas que practican el islam. Incluso hay personas que dicen que practican el Islam, pero a mí no me lo parece. Por eso digo «islam plural». Además, esto viene avalado porque en el libro del Corán – que los musulmanes consideran la palabra de Dios dictada – uno de los verbos que más aparece es «razona», «piensa». El libro sagrado invita que el lector la analice, la interprete, y por lo tanto cada cerebro lo leerá e interpretará según las luces que tenga…

Así como el catolicismo era y ha sido hasta hace poco partidario de un seguimiento total de la doctrina del Vaticano, el islam en realidad es plural porque cada fiel lo puede interpretar a su manera. Esto no quiere decir que yo esté diciendo que todos los que se llaman musulmanes actúen como tales. Hay gente que se llama musulmana y yo no le pondría esta etiqueta. Por ejemplo, estos terroristas -como muchos otros-, yo estoy convencida de que no están siguiendo la doctrina del islam.

En su libro denuncia que «la historia está llena de ejemplos que corroboran un uso erróneo y confusionista de la idea del jihad». ¿En qué consiste entonces el jihad?

El jihad es una palabra que aparece treinta y cinco veces en el Corán. Por lo tanto, si Dios lo utiliza es bueno saber qué hace de ese uso, porque Dios debe saber infinitamente mejor que nadie el significado de una palabra. El jihad ha sido siempre un esfuerzo que tiene que hacer todo musulmán para ser cada día mejor persona, y una colectividad para ser cada día mejor colectividad.

Es verdad que en el Corán, jihad aparece diez veces en el sentido de lucha. Pero una vez que se lee todo el Corán, ves que una lucha, una guerra, debe reunir unas condiciones. Por ejemplo, un musulmán no puede luchar contra otro musulmán… cosa que se ha hecho desde el primer día. También los cristianos no deben matar, y matan que da gusto. Es decir que una cosa es la teoría y otra la práctica.

¿Puede dar un ejemplo histórico de buen uso de la palabra jihad?

Un ejemplo histórico podría ser el que se hizo en Afganistán para sacar la invasión soviética. Entonces, durante la lucha antisoviética es cuando vuelve a imponerse esta palabra, que se había olvidado en la Edad Media. Volvió a ponerse en la palestra la palabra «mujahidin», que significa «los que luchan haciendo jihad». Allí había una razón: habían sido invadidos y se defendían.

Otro ejemplo que no quiere decir guerra sino esfuerzo, yo lo veo casi en cada curso con alumnos de la universidad que me dicen «mi abuela me ha dicho ‘que tengas un buen jihad'» – cuando comenzó el curso. Es decir, que este esfuerzo que haces para aprobar y tener una carrera universitaria te sea provechoso. Y esto se dice públicamente: personalmente yo lo presencié en una tesis doctoral en Barcelona.

En mi libro también menciono el caso de un chico estadounidense, que en un discurso de fin de curso en el instituto dijo públicamente que daba «gracias a Dios por haberle ayudado a cumplir ese jihad intelectual». Son ejemplos muy bonitos. Y eso la gente lo olvida. Los musulmanes no lo olvidan: muchas abuelas y muchas madres lo dicen a sus hijos. Pero el público en general esto no lo conoce.

En el libro «El islam hoy» también menciona un caso bastante reciente, con el concepto de «jihad de la construcción». ¿En qué consiste?

Claro, es el esfuerzo. El «jihad de la construcción» lo proclamó el imán Khomeiny – que no disfrutaba ni goza de mi simpatía -, quien al llegar al poder en Irán -aunque después sería un déspota- vio que la dinastía anterior del Sha, la Pahlevi, había dejado abandonado el mundo rural. Entonces dijo «tenemos que entrar en un jihad de la construcción». Es decir, debemos esforzarnos para construir el país.

¿Hay otros ejemplos similares de paises donde se promovió ese jihad entendido como «esfuerzo»?

Por supuesto. El presidente Bourghiba proclamó el «jihad» cuando logró la independencia de Túnez en el proceso de descolonización. Dijo: «ahora tenemos que hacer un esfuerzo para superar todo el daño que nos ha hecho la metrópoli francesa mientras nos tenía como colonia». Son ejemplos claros y buenos.

Sin embargo hay quienes explican las causas de la violencia «jihadista» o «islamista» por razones culturales. También se ha tratado de explicar el terrorismo por una falta de integración. ¿Qué piensa de esas posiciones?

Que es un conjunto de cosas. Yo no creo que haya una única causa. Hay desarraigo. Hay frustración. Hay desesperación por no tener trabajo, por ejemplo. O por verse o sentirse marginado por la calle. No se puede negar que haya islamofobia. Entonces es un cúmulo, una suma de factores que pueden llegar a desesperar una persona. Si este chico encuentra un manipulador – ya que hay personas que se dedican a manipularlos, pues caerá en la trampa.

Yo hace muchos años que lo digo, y hoy lo he leído por primera vez en un diario. Decía – y yo estoy convencida desde hace tiempo-, que estos manipuladores actúan como las sectas del mundo occidental. La secta Moon, el hare Krisna, incluso añadiría al Opus Dei… tienen una manera de actuar exactamente paralela a la que tienen los captadores para la causa jihadista. Es el mismo sistema, ya sea de transmisión oral y personal, ya sea por las redes sociales.

Es notable observar que muchos terroristas son a menudo jóvenes y europeos. ¿Qué puede conducir a esos jóvenes a cometer atentados?

Hay jóvenes europeos – y no europeos- que no encuentran su lugar en la sociedad. Esto ocurre especialmente con los hijos de migrantes que no se sienten representados por la cultura de los padres -por ejemplo marroquí o paquistaní, la cultura familiar de la que forman parte -, pero tampoco se arraigan en la cultura que encuentran aquí. A pesar de que han ido a la escuela, que hablan catalán y han seguido los cursos. Entonces se produce un desarraigo, que muchos superan, y que algunos no superan.

Estas personas jóvenes que no superan este desarraigo, además evidentemente tienen dificultades por parte de la sociedad catalana receptora: si tienes un apellido árabe difícilmente encontrarás trabajo o podrás alquilar un piso… Entonces, si encuentran a alguien que los manipula y los hace ver que ese pretendido «estado islámico» los convertirá en personas importantísimas, en protagonistas de la Historia – porque les predica que «cambiarán el mundo», que «todo será justo», etc., etc.-, pues hay muchos chicos que caen.

Los jóvenes son más vulnerables…

Claro, cuanto más jóvenes son, menos formación humanística tienen. Y algunos de estos jóvenes de Ripoll parece que de islam en sabían muy poco. Es decir que un manipulador les puede hacer creer que el Corán dice lo que en realidad no dice. Es así como muchos han ido a Oriente: les ofrecen un protagonismo, una aventura, pueden llevar un jeep, les dan un kalachnikov, un sueldo… Porque todos cobran, esto es importante saberlo.

Ha hablado de las causas del desarraigo. Para que los jóvenes no caigan en la trampa de esa ideología mortífera, ¿qué cree que podría ayudarles?

Lo que está demostrado, sin necesidad de ser una experta para afirmarlo, es que el sistema de educación no funciona bastante bien, al menos en Cataluña, y en España también. Porque ha habido cartas de maestros y educadoras que han tenido a estos chicos a Ripoll, expresando su desesperación. En realidad, mostrando el fracaso que creen haber tenido.

Esto quiere decir, creo yo, que el sistema no funciona bastante bien, y es evidente que faltan recursos. Este país compra armas y luego los compradores se manifiestan contra las acciones violentas. Estamos en un país lleno de contradicciones, como la mayoría de los países en el mundo.

Usted ha denunciado la teoría del choque de civilizaciones, y la ha redefinido como «choque de incivilizados»…

Este choque de incivilizados es bastante obvio. Una persona educada, por ejemplo el cristianismo, o bien agnóstica, debe tener suficientes elementos para juzgar lo que es el Islam. Otra cosa es juzgar lo que hacen algunos musulmanes. Debemos saber distinguir qué hacen unos y qué hacen otros.

Por ejemplo, en España hay un obispo que se llama Rouco Varela, en Madrid, y que ha sido presidente de la Conferencia Episcopal, que es un obispo católico. Pero conocemos otro también, que se llama Pedro Casaldáliga, que también es obispo católico, pero yo los veo una conducta muy diferente. Y esto es lo que ocurre con el islam y con la gente. Hay gente muy diversa que actúa de diversa manera.

Uno de los defectos más grandes de Occidente es creer que el islam es un todo monolítico. Y es que el islam tiene mil islams: los hay buenos, hay de malos, no tan buenos, etc. Como ocurre con los occidentales, incluso con los católicos: entre el padre Casaldáliga y el obispo Rouco hay un abismo. Quizá me equivoque, pero entre un cura de pueblo normal y un señor dirigente del Opus Dei, ¡ yo sólo veo diferencias !

Recientemente se ha multiplicado en Europa el discurso xenófobo que vehicula la idea de una supuesta «amenaza de islamización», es decir que «nuestros valores» estarian amenazados…

Perdona que me ría… ¡ Será que tenemos unos valores tan fantásticos ! Cuando llegó el señor Obama a la presidencia de Estados Unidos, todo el mundo estaba hablando de cómo la democracia de Estados Unidos era modélica… Y con una sola palabra te la cargabas, diciendo: «Guantánamo».

Ahora ya es más dificil aceptar la democracia de Estados Unidos, con el imbécil que tienen gobernando. ¡ Pero le han votado! Le votaron, no lo olvidemos. Aquí en España tenemos el señor Rajoy, que también le han votado. Es decir que «nuestros valores» a veces están muy diluidos, porque no todos los siguen.

Usted explica que fue desde Occidente donde se ejerció una oposición contra los modernizadores del mundo árabe, impidiéndoles pasar a fases democráticas… ¿A qué hace referencia?

Pues hubo dirigentes como Nasser y Bourghiba, que tuvieron unas ideas progresistas, eran gente educada en Europa … Pero eso no parece que gustara a las potencias occidentales. Ya nos va bien que en Oriente hayan dictadores – como los militares en Egipto- y así nosotros, potencias occidentales, podremos presentarnos como liberadores.

Otro ejemplo. El fracaso total en Irak comenzó con la propaganda de que irían a salvar Irak y exportar la democracia allí. Pero han llevado el caos. Y lo peor de todo de lo que llevaron aquel «trío de las Azores» (Bush, Blair y Aznar), es el enfrentamiento entre chiítas y sunitas, que no existía antes.

Esto es una de las peores herencias que se ha dejado en Irak, y por tanto a todo Oriente. Los señores que mandan en Arabia Saudi están masacrando a yemenita, que en buena parte son chiítas. Por lo tanto aquí hay unas luchas con actores internacionales que hacen lo que pueden: tanto Irán, Israel, Arabia Saudi – que hace lo que puede y más-, Qatar – no hace falta decirlo … Es decir, que los pobres habitantes de lugares orientales están en manos de unos intereses casi inconfesables y que no conocemos.

Usted cita la obra de pensadores musulmanes progresistas poco conocidos. ¿Se ha hecho suficiente o se hace suficiente en la actualidad para dar a conocer su trabajo en Cataluña y España?

Se ha hecho muy poco. Yo conozco bastante el mundo del islam árabe. Las universidades de países árabes conocen los filósofos y los pensadores occidentales. Son objeto de estudio en las asignaturas, es decir que todo el mundo los conoce. Aquí, en las universidades españolas se ha hablado y se habla de Ibn Khaldún como historiador y como el primer sociólogo. Y quizá también Averroes… Pero más allá, el desconocimiento es total.

Además es un desinterés: no hay interés por conocer la obra de esta gente, que está traducida al inglés, al francés y al castellano – así que no hay excusa. Se desconoce y se quiere desconocer la labor cultural del Islam en época medieval, que fue revolucionaria. Pero eso ahora no queda nada bien decirlo, claro. Los occidentales, somos los «reyes del mambo» …

Curiosamente la figura de la mujer a menudo se utiliza para atacar el islam. Pero usted afirma que en la Edad Media el islam permitió notables avances en los derechos de la mujer. ¿Qué ejemplos destacaría?

Bueno, no notables, yo lo llamo pasos de gigante. Es decir, más que notables. Por ejemplo, la mujer era objeto de herencia, se la heredaba como se hereda una cabra o una gallina, y en cambio con el islam pasa a ser heredera.

La mujer tiene derecho a la vida. Antes del islam muchas niñas eran matadas al nacer, porque creían que ya habían nacido suficientes aquel año. La mujer tiene en el matrimonio unos derechos que no tiene la mujer católica. La mujer protestante sí que tiene el derecho al divorcio, así como la musulmana, mientras que la mujer católica no. Insisto, porque a veces alguien que me ha oído decir esto dice que la cristiana puede… Pero no, la católica no puede divorciarse.

La católica tampoco puede utilizar métodos anticonceptivos, mientras que la musulmana todos. Por ejemplo, las mujeres católicas no pueden utilizar la píldora del día después – otra cosa es lo que vemos que en la sociedad se haga, ya que estoy hablando de estricto catolicismo en términos religiosos -.

Pues bien, la mujer musulmana puede utilizar la píldora del día después… hasta catorce días después. Así que el plazo que tiene es mucho mayor. ¿Por qué? Pues porque unos ginecólogos musulmanes que se reunieron hace unos años decidieron que el feto no le llega el alma hasta al cabo de quince días. Por lo tanto, lo que se quitaría con la píldora sería un trozo de carne, pero no un futuro ser humano.

Hay estas ventajas pero también hay otros. Ahora bien, que yo encuentre ventajas y que un lector del Corán las encuentre, no quiere decir que toda la gente esté dispuesta a creer lo que estoy diciendo. Porque los estereotipos y los tópicos funcionan. Si sabes castellano, conocerás quizás un refrán que dice «la mujer, con la pata quebrada y en casa».

O sea que esto es más viejo que caminar a pie. Que la mujer tiene que estar callada, que no levante la voz en las asambleas, etc. ya lo dijo San Pablo en una epístola a los Corintios y a los Efesios. Ahora bien, algunos católicos más cultos que yo dicen que estas epístolas no son de San Pablo sino apócrifas…

Usted se ha especializado en la Edad Media, sobre la cual se ha vehiculado la misma idea: que la islamización fue impuesta desde fuera, como resultado de una invasión… Pero usted defiende, por el contrario, que fue un hecho de civilización y que la población aceptó el islam. Entonces, ¿cómo fue la llegada del islam a la España visigoda

De hecho, en aquellos momentos posteriores a la invasión, se abrió la puerta a una religión con unos valores que en aquellos momentos eran superiores a los valores de la Hispania visigoda. La Hispania visigoda era un desastre: hijos que se iban de casa, esclavos que se escapaban, mujeres embarazadas por el señor obispo … Y entonces llega una civilización que en aquel momento era claramente superior como civilización.

Y como religión, es mucho más fácil aceptar la existencia de un Dios único sin dogmas, que no aceptó la creencia cristiana de un Dios único pero que son tres personas. De una madre de Dios que hasta el año no se cuantos tenía pecado original y un día, un concilio la declara «inmaculada». Otro dogma, el de la Eucaristía es que el hijo de Dios se transforma en pan y cuando comes aquel pan estás comiendo su carne … Todo esto, es más dificil de aceptar que un solo Dios creador, todos iguales, etc., etc. Es más fácil entender el Islam. Y no estoy diciendo que sea una religión fácil.

Además, no es cierto lo que nos enseñaron a todos desde el franquismo, que la España romanizada se cristianizó. No se cristianizó toda la población hispánica: cristianismo había en las grandes urbes ya lo largo de las vías de comunicación. Por lo tanto, en Hispania había quien adoraba el sol, la luna o las estrellas. Entonces llega una gente que dice «hay un solo Dios creador», y esto es mucho más racional que creer en un politeísmo. Para el cerebro humano es más fácil aceptar un solo Dios. No quiere decir que todo el mundo lo tenga que admitirlo, pero es más racional.

¿Cómo afecta eso al discurso posterior sobre la «Reconquista»?

Los historiadores de ahora ya no hablamos de «Reconquista». Por qué si no hablamos de «Conquista» ya no podemos hablar de «Reconquista». Muchos profesores de instituto han cambiado los libros de texto, y en clase explican esto. Ahora bien, todavia hay «repatanis» que explican «Una, grande y libre», ¡ oh, claro !

Yo tengo más de setenta años, y cuando estudiaba me hicieron estudiar como asignatura un libro de Falange, y nos teníamos que aprender las cosas de memoria porque no podíamos – al menos yo no podía – entenderlas. La frase era «el español es portador de valores Eternos». Otra era «España es una unidad de destino en lo universal».

Yo eso todavía me lo sé de memoria, y ¡ hace sesenta años que me lo aprendí ! El franquismo hizo mucho daño, ¡ pero también los españoles y los catalanes nos lo dejamos hacer ! Pero vaya, ahora han cambiado las cosas, diría yo. Ya no aparece en los libros «mahometanos», eso ya lo hemos ido sacando.

¿De modo que ha habido una evolución gracias al trabajo de los historiadores?

Sí, y también gracias a los profesores. Hay una serie de historiadores, podríamos decir que discípulos de Pierre Vilar. Vilar no trataba la época medieval, pero sí sentó las bases de análisis que nos han servido a los medievalistas. Entonces hemos hecho un trabajo, aunque ha sido lenta – porque de historiadores del antiguo régimen aún le deben quedar, y son los que tienen dinero, editoriales … Es un trabajo muy lento y difícil.

Yo siempre digo que tengo que predicar una idea cien veces para que haya diez que digan «¡ ah sí !» Y la acepten. No porque seamos tontos, sino porque estamos muy mal educados en cuestiones de islam. Muy mal educados. Por lo tanto el trabajo de un educador es primero «des-maleducar» y luego volver empezar a educar. Y esto es lento. Además, no hay voluntad política de arreglar esto, ni en la Plaza Sant Jaume ni en la Moncloa. (Generalitat de Catalunya y Gobierno central de Madrid, respectivamente. NdlR)

Su trabajo académico se ha situado en la continuidad del del profesor Josep Maria Millàs. ¿Qué podría explicarnos sobre sus trabajos?

Es un honor para mí que se me conozca como continuadora suya, porque Millás fue un investigador de primera y, además pionero. Él tuvo la idea de analizar y traducir todos los fragmentos escritos en árabe que hacían referencia a tierras que hoy son catalanas. Él, en ese momento en los años treinta, encontró 132 fragmentos. Yo luego lo continué por encargo del Instituto de Estudios Catalanes, y encuentro 490 y pico.

Claro, el conocimiento de todas aquellas traducciones ha cambiado a menudo lo que creíamos que había sucedido en Cataluña. Bueno, en la anterior Cataluña, cuando no se llamaba Cataluña y también cuando se llamaba. Históricamente, las crónicas árabes nos han permitido dar un gran paso para conocer qué pasó.

Además de ser historiadora, usted es arabista.

Si, me he dedicado al estudio de los arabismos, es decir qué palabras – sobre todo en catalán, pero también en otras lenguas hispánicas -, provienen del árabe. Y eso, tampoco tiene sorpresas: palabras que parecen muy catalanas, luego resulta que vienen del árabe.

Una por ejemplo es la palabra «enjaneta», que es el nombre que se da al niño y la niña que suben arriba del todo de los castillos humanos. ¡ Imagínate algo tan catalán como los castillos ! Pues resulta que la nomenclatura es bereber, en este caso.

También me he dedicado al islam como teología. Es decir, qué se cree, qué no, comparar la creencia judía con la cristiana y la musulmana. Esto a mí me divierte y me interesa bastante …

También estudié geografía. Tengo una primera tesis que es el análisis de una obra larga de un geógrafo seguramente nacido en Almería, y que describe el mundo conocido, con muchos hallazgos interesantes.

En su libro «De cuando éramos (o no) musulmanes», ha estudiado los textos de historiadores medievales árabes que relatan la presencia de la civilización islámica en los territorios de la actual Catalunya. Habitualmente se dice que esa presencia fue más corta que en el resto de la Peninsula ibérica. ¿Cómo explica su impacto en la sociedad de aquella época y las huellas culturales que persisten todavía?

Sí, persisten y son observables. La gente no cae en ello, pero la ciudad de Zaragoza fue treinta años menos musulmana que no Tortosa o Lleida. Y todo el mundo cree que aquí, en el río Ebro, se pusieron unos caimanes o unos cocodrilos que «moro que subiera, moro que se comían».

Pues no, o los cocodrilos eran mansos o los musulmanes muy listos, pero el hecho es que pasaron el Ebro y pasaron los Pirineos. Que es lo que tampoco demasiada gente está dispuesta a aceptar …

Y ¡ lo que es más grave! Gadafi comienza a publicar mapas donde se recuperaba Al Andalus, que dicen. Pero, ¡ se detienen todos los Pirineos! Ignoran que en Nimes, Carcasona, Tolosa fueron bastantes años islámicas. Al menos dos generaciones. A veces hay una ignorancia en los hechos históricos.

Ha indicado que recientemente se ha confirmado la tesis de Millàs sobre de que Catalunya habría sido la verdadera puerta de entrada de la ciencia árabe en Europa. ¿Qué implicaciones tiene este descubrimiento y qué puede explicarnos sobre las conclusiones del trabajo de Millàs y sus continuadores?

Millàs escribió eso en su «Ensayo sobre las ideas físicas», hace muchos años. En los años treinta él lanza esa teoría, pero hay un estado central en España que lo que hace es hablar bien y valorizar la labor del rey Alfonso X El Sabio. Entonces la Escuela de Traductores de Toledo era el «no va más», y este país ha sido siempre centralista, y por lo tanto Toledo era el súmmum.

Mientras que ahora, han habido en la Universidad de Barcelona unos historiadores en «historia de la ciencia», que decimos, que han ido haciendo estudios y los han publicado, aunque relativamente poco. Un ejemplo es «La historia de los países catalanes», dirigido por Juan Vernet y Ramon Parés, dos autores y catedráticos ya desaparecidos.

Todos estos estudios han puesto de relieve el papel de los judíos y musulmanes en el Valle del Ebro y el Monasterio de Ripoll, como transmisores verdaderos de las ideas griegas, babilónicas, pasadas, que venían de Córdoba y trasladadas a Europa. Esto es un hallazgo importante, pero interesa sólo a cuatro historiadores de la ciencia. A los políticos no les interesa nada.

No deja de ser curioso que en los últimos atentados en Barcelona y Cambrils, se haya atribuido la autoría intelectual a un imán de Ripoll, mientras que históricamente fue en Ripoll donde el islam desarrolló esa tarea humanística importante …

No estoy segura del papel de este imán. Pero estaba en Ripoll sólo circunstancialmente. Me parece que ni había nacido en Ripoll ni hacía muchos años que vivía allí. Dudo que no haya otra persona más arriba que moviera más los hilos. Aquellos chicos, cuando se muere el imán en la explosión de Alcanar, siguen teniendo iniciativa. Y son muy jóvenes para tener una iniciativa de ese tipo. Quizás algún día se sabrán más cosas, pero me temo que al fondo de la cuestión no llegaremos nunca, porque no interesa.

Fuente original: http://www.investigaction.net/es/dolors-bramon-estamos-muy-mal-educados-en-las-cuestiones-del-islam/