Traducido del inglés para Rebelión por Nadia Hasan, revisado por Caty R.
La Corte del Distrito de Tel Aviv emitió este lunes un fallo revolucionario en el que se establece que la Ley de Ausencia de Propiedad no puede ser aplicada para las tierras cisjordanas abandonadas por palestinos durante la Guerra de los Seis Días de 1967.
Este fallo se une al pronunciado por el Abogado General Menachem Mazuz en febrero de 2005, el cual anuló la decisión gubernamental de aplicar esta Ley de Ausencia de Propiedad en Jerusalén Este, cuyas tierras pertenecen a palestinos que viven en otras zonas de Cisjordania.
El fallo del lunes emitido por el Juez Boaz Okun, establece que el estado no puede declarar la tierra palestina que fue abandonada como consecuencia de la Guerra de 1967, como «tierra bajo soberanía efectiva israelí».
El fallo establece que la declaración que calificaba las tierras pertenecientes a palestinos de Cisjordania como «propiedad ausente» fue ilegal y se declara su abolición.
La Ley de Ausencia de Propiedad de 1950, fue aprobada por el Knesset después de la Guerra de Independencia, y permitió a Israel apropiarse de las tierras que los árabes abandonaron como consecuencia de la Guerra.
El fallo del lunes concierne a tres palestinos, Noha Dekak, Moussa y Hala Djani, quienes compraron sus propiedades en el vecindario de Beit Hanina, en Jerusalén Este pero, después de la aplicación, en 1967 de la «Ley de Ausencia de Propiedad», la titularidad de propiedad es confusa.
De acuerdo con la Municipalidad de Jerusalén y la Ley citada, la propiedad fue declarada «ausente» y transferida al estado, y por lo tanto, no puede estar registrada a nombre de ningún palestino.
Okun señaló que la tierra no puede ser declarada «propiedad ausente», pero él también estableció un principio en la Ley de Ausencia de Propiedad.
«Esta ley se aprobó en circunstancias especiales», escribió Okun en su fallo, «después de la Guerra de los Seis Días, toda la población de Cisjordania quedó bajo efectivo control israelí. Aplicar esta ley en estas circunstancias, crea una extraña situación según la cual la tierra que queda fuera del gobierno de la ley israelí puede ser anexionada por Israel, mientras sus dueños no sean definidos como residentes de un estado enemigo».
«Este es un truco judicial que no refleja ninguna realidad», dijo Okun.
La sentencia del lunes constituye una decisión directiva para otras cortes de distrito, pero no es vinculante como lo sería un fallo del Tribunal Supremo de Justicia.