Para aquellos que acusan a Cuba de mentir y hacer propaganda comunista contra el auto denominado «exilio cubano«, ahora tendrán que reconocer cuan equivocados estaban, y deberían pedir disculpas al conocer algunos documentos, desclasificados parcialmente por el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, FBI, donde se documentan las acciones terroristas de varios miembros […]
Para aquellos que acusan a Cuba de mentir y hacer propaganda comunista contra el auto denominado «exilio cubano«, ahora tendrán que reconocer cuan equivocados estaban, y deberían pedir disculpas al conocer algunos documentos, desclasificados parcialmente por el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, FBI, donde se documentan las acciones terroristas de varios miembros del llamado «exilio«.
Con verdad meridiana la Revolución cubana denunció desde enero de 1959, que Miami se convertía en el refugio de los asesinos y torturadores del dictador Fulgencio Batista, que huían de la justicia cubana y eran recibidos como héroes por las autoridades estadounidenses.
Casi 60 años ha tenido que soportar el pueblo cubano ante la impunidad con que esbirros de la tiranía disfrutan de plena libertad, sin cumplir un solo día de cárcel por la muerte de 20 mil cubanos inocentes, y no como venganza sino como simple justicia.
Los documentos desclasificados del FBI, reconocen que sus directivos estaban al tanto de los planes de miembros de la comunidad cubana radicada en la Florida, para asesinar al líder cubano Fidel Castro.
¿Cuántas veces los dirigentes cubanos lo denunciaron de forma pública, sin recibir una sola respuesta de las autoridades yanquis?
Sin embargo, cuando las autoridades cubanas entregaron decenas de informaciones relacionadas con planes terroristas de los cubanos radicados en Miami, la respuesta del FBI fue apresar, en 1998, a cinco cubanos que viajaron a Estados Unidos para conocer de esos proyectos, a fin de evitar que los mismo se ejecutaran.
El FBI desclasificó parcialmente solo algunos de los documentos sobre los cubanos de Miami, de los cientos de miles que custodia celosamente para que la verdad sobre las acciones ejecutadas y planificadas por esos terroristas no se conozcan.
Uno de esos legajos versa sobre Rolando Masferrer Rojas, considerado uno de los más sanguinarios asesinos a las órdenes de Fulgencio Batista.
Masferrer, apodado El Tigre, dirigió una fuerza paramilitar que sembró el terror en Cuba, asesinando a todos el que simpatizara con los rebeldes de Castro.
Llegó a ser Senador y salió ilegalmente de la Isla al conocer la huida del tirano el 1º de enero de 1959.
Entre los documentos se encuentra un memorando dirigido al Departamento de Estado, del entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, fechado el 13 de mayo de 1959, en el cual afirma que:
«Elementos de Batista han reunido mil fusiles y más de 150 ametralladoras en la zona de West Palm Beach, Florida, junto con dos cazas militares monoplaza F-51 y esas armas han sido compradas por Rolando Masferrer«.
Una semana antes Hoover había hecho llegar otro documento, en el cual aseguraba que el plan consistía en emplear los dos aviones caza para derribar la aeronave en la que viajaría Fidel Castro, de regreso de su visita oficial a los Estados Unidos donde se reunión con el vicepresidente Richard Nixon.
Ante ese grave hecho el FBI no ejecutó acción alguna, haciéndose cómplice de tales actos.
Está comprobado que, en el mes de junio de 1959, Masferrer planificó una invasión a Cuba que saldría desde República Dominicana, y para eso compró 16 aviones en ese país, donde se encontraba refugiado Fulgencio Batista.
En 1960 junto con el ex Coronel Esteban Ventura Novo, asesino connotado, dirigía en Estados Unidos el MACLA (Movimiento Anticomunista Latinoamericano), sin ser molestado por el FBI
El 18/01/60 Masferrer viajó sin dificultades a Venezuela para entrevistarse con el presidente Marcos Pérez Jiménez, a fin de recabar su apoyo para accionar contra la Revolución.
En 1962 organizó un grupo de hombres para infiltrarlos en la provincia de Las Villas, con fusiles automáticos, el cual partió desde Miami en un barco, siendo detenidos cerca de Elba Key y posteriormente puestos en libertad.
A finales de 1963 a Masferrer le ocuparon un alijo de fusiles, explosivos y equipos militares en una casa ubicada en Opalocka, y en 1965 otra vez le requisan una considerable cantidad de armas largas en Honester, Miami
Por ninguno de estos delitos fue presentado ante la corte para ser juzgado, lo que pone de manifiesto la simpatía del Gobierno y el FBI por tales actividades, llegándose a sospechar que era un colaborador estrecho del FBI.
Cuba siempre solicitó al gobierno de Estados Unidos la extradición de todos los prófugos de la justicia por cientos de crímenes, incluso reclamó el 7 de enero de 1959 la devolución de 17 millones de dólares retenidos en las oficinas del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos en Key West, Florida, que le fueran ocupados a Masferrer, sin que esas autoridades actuaran acorde a las leyes y al Tratado de Extradición entre ambos países, de 1904.
En enero 09, 20 y 26 de 1959, Cuba reiteró en notas diplomáticas que conocía de la presencia en el Centro Migratorio Mc Allen, Texas, de Rolando Masferrer y Julio Laurent Rodríguez, ex oficial del Servicio de Inteligencia Naval de Batista, prófugos de la justicia y autores de numerosos y gravísimos delitos comunes, solicitando su retención, hasta tanto fuera posible formalizar, conforme con lo establecido en el Tratado vigente entre Cuba y los Estados Unidos, la demanda de extradición.
El 27 de enero de 1959, Masferrer y Laurent fueron puestos en libertad provisional bajo palabra.
El 29 de enero de 1959, la Embajada de EE.UU. en La Habana envío al Ministerio de Estado de Cuba la Nota Diplomática No.16, comunicando, entre otras cuestiones, que la mayoría de las personas mencionadas en las notas de Cuba habían sido admitidas en Estados Unidos bajo palabra, aunque tal status no afectaba la posibilidad de arrestarlas, de acuerdo con los procedimientos de extradición.
El 9 de marzo de 1959, según documento desclasificado por el Departamento de Estado norteamericano, Daniel Braddock, Consejero de su embajada en La Habana, informó a dicho Departamento, que el Ministro de Estado cubano le había comunicado «el deseo de extradición de Masferrer y Laurent, y su esperanza de un trato generoso para los cubanos detenidos en Estados Unidos por violaciones de su Ley de Neutralidad«.
Dicho informe está publicado en el Foreign Relations United States, FRUS, volumen VI, punto 259, página 423.
Rolando Masferrer vivió tranquilamente en Miami hasta que fue asesinado en 1977.
Se acerca el día en que la verdad se abra paso y el mundo podrá constatar como Estados Unidos ha trabajado sin descanso con la mafia terrorista anticubana de Miami, para destruir a la Revolución cubana y para ello ejecutó cientos de planes de terrorismo de Estado, incluido el asesinato de personas inocentes.
De «exiliados» solo tienen el nombre, muchos de ellos son realmente prófugos de la justicia y de ahí su odio visceral contra Cuba.
Razón tenía José Martí cuando sentenció: «En la justicia no cabe demora; y el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí«.
Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.