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Fox, Dervez y Condoleezza en la picota

Fuentes: Rebelión

¿Qué dirán ahora el presidente mexicano Vicente Fox y su canciller Luis Enrique Dervez después de las revelaciones de Estados Unidos referentes a que el confeso terrorista Luis Posada Carriles entró clandestinamente en ese país a bordo del yate Santrina? Nuevamente Cuba ha vuelto a ganar la porfía frente a las autoridades mexicanas y a […]

¿Qué dirán ahora el presidente mexicano Vicente Fox y su canciller Luis Enrique Dervez después de las revelaciones de Estados Unidos referentes a que el confeso terrorista Luis Posada Carriles entró clandestinamente en ese país a bordo del yate Santrina?

Nuevamente Cuba ha vuelto a ganar la porfía frente a las autoridades mexicanas y a las de Washington pues hace exactamente un año, en abril de 2005, Fidel Castro, denunció durante un programa televisivo que el principal autor del atentado contra un avión de Cubana de Aviación en 1976, que costó la vida a 73 civiles, había penetrado en territorio estadounidense vía México.

«Puedo garantizarle a la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que (Posada) viajó de Isla Mujeres (en México) a Miami a bordo del (barco) Santrina» precisó el mandatario.

«El Gobierno estadounidense debe creer que el connotado criminal se encuentra en Miami y no en Centroamérica, y le garantizo a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice que el terrorista viajó de Isla Mujeres a Miami, en la embarcación Santrina, acompañado de Santiago Álvarez y el patrón José Pujol», reiteró Fidel.

Posada Carriles fue condenado en Panamá a ocho años de prisión por haber intentado matar al líder cubano en un fallido atentado preparado cuando el dirigente asistía en el Istmo a una Cumbre Iberoamericana, a fines del año 2000. En 2004, poco antes de terminar su período presidencial, fue indultado por la entonces mandataria panameña, Mireya Moscoso y entonces el terrorista desapareció en Centroamérica.

En esa comparecencia, el presidente cubano reveló que el Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Dagoberto Rodríguez, había tenido un contacto con Kevin Withaker, jefe del Buró Cuba del Departamento de Estado, en el cual se abordó el tema de Posada Carriles.
En esa conversación, -reveló Fidel- Withaker afirmó que el gobierno norteamericano no tenía conocimiento sobre la presencia de Carriles en Miami ni de una petición de asilo en su favor.

Dervez y Fox, por su parte, se desentendieron de las denuncias de Cuba y el primero solicitó que la Isla hiciera una solicitud formal para investigar los hechos y dejó entrever que las declaraciones eran ofensivas contra el pueblo mexicano.

«Ahora hay que pedirle al señor (Dervez) que nos haga el favorcito…no se crea, ni ande con chovinismo de que estamos hiriendo a México. Siempre acuden al mismo recursito chovinista, presentando cualquier crítica como una ataque a México», subrayó.

«Lo que sería un ataque a México es confundir a un pueblo tan noble tan generoso, amigo de Cuba, al que le arrebataron en una guerra injusta más de la mitad de su territorio, esa potencia convertida en imperio con el que tu colaboras hoy», puntualizó refiriéndose a Dervez.

El líder cubano descartó que culpara de algo a Fox y precisó que solo le pedía que explicara, que esclareciera, que diera todos los detalles, horas exactas, quiénes fueron, y qué tiempo estuvieron Posada y sus acompañantes en el Caribe mexicano.

«De por medio, añadió, están el honor y el prestigio de México. Que no desaparezca Posada, pidió el mandatario. Que no maten a Posada, que no envenenen a Posada y que no lo presenten como muerto por enfermedad. Queremos que hable, que cuente lo que sabe y que vaya a juicio. Queremos que viva; lo que reclamamos es justicia, señaló.

Como castillo de naipes, uno a uno, todos los desmentidos y objeciones desde Ciudad de México y de Washington se han venido abajo.

Tras las denuncias cubanas, a los pocos días apareció Posada Carriles en Estados Unidos ofreciendo una conferencia de prensa; seguidamente fue detenido por un operativo que lo trató con la amabilidad que se le dispensa a un rey. Días después sus abogados pidieron asilo político en Estados Unidos para el terrorista; seguidamente, los principales cómplice que lo llevaron a Estados Unidos en el Santrina, Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat, fueron detenidos por posesión de un arsenal, y ahora el gobierno norteamericano, al cabo del año, reconoce que Posada entró a su territorio en el yate Santrina.

«Al afirmar que Posada Carriles ingresó a los Estados Unidos en el Santrina con Santiago Álvarez, la propia fiscalía norteamericana pone en jaque la credibilidad de Posada, de Álvarez, de sus cómplices y hasta la de la propia Casa Blanca», afirmó el abogado José Pertierra, representante legal del Gobierno de Venezuela para la extradición del terrorista de origen cubano y nacionalizado venezolano.

«Al ingresar ilegalmente a Estados Unidos, Posada y sus cómplices mintieron para proteger a la tripulación del Santrina. Ayudar a un terrorista a ingresar ilegalmente a los Estados Unidos es una felonía muy seria, que es castigada con varios años de cárcel. Mentir para encubrir una felonía es también una felonía federal», añadió el experto legal.
«Ahora nos enteramos que una de las personas que ayudó a Posada a ingresar ilegalmente al país, Gilberto Abascal, trabajaba para el FBI. Es evidente que la Casa Blanca siempre ha sabido cómo Posada entró al país, con quién entró y dónde vivía», aseguró Pertierra, quién añadió: «esto es una mancha para todos».

Por primera vez, un documento gubernamental norteamericano corrobora que un informante del FBI estuvo en contacto con Posada durante su traslado a territorio estadounidense. El gobierno cubano sostuvo desde abril esta versión, sustentada en un reportaje del periódico mexicano Por Esto, pero Posada siempre aseguró que llegó a Estados Unidos tras cruzar en automóvil la frontera por Texas y viajar luego en ómnibus a Miami.

Posada mintió, Álvarez mintió y Washington, a través de un informante del FBI, sabía perfectamente cómo había entrado el terrorista a territorio norteamericano», dijo Pertierra.

Abascal, Álvarez y Mitat figuraron entre los tripulantes del Santrina, junto al patrón José Pujol y Rubén López Castro. La embarcación viajó a Isla Mujeres y encalló en una zona de arrecifes, el 14 marzo del 2005, y luego del contacto con las autoridades mexicanas fue autorizada a zarpar rumbo a Miami, adonde arribó cuatro días después.

Nuevamente Cuba vuelve a demostrar que la verdad, por más que se trate de ocultar al final saldrá a la luz. Posada Carriles, entrenado desde los años 60 por especialistas norteamericanos en acciones terroristas de toda índole se haya desde hace un año en Estados Unidos tras su paso por México. ¿Seguirán guardando silencio Fox, Dervez, Condoleezza y todo su séquito?