Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Foto: Ghassan Kanafani en su despacho del FPLP en Beirut, rodeado de iconos revolucionarios en las paredes (Marx, Lenin, Ho Chi Minh, Che Guevara, George Habash). Todos los pósteres del FPLP son obra de Ghassan Kanafani.
El 8 de julio se conmemoró el 45 aniversario del asesinato de Ghassan Kanafani. Multifacético revolucionario palestino, fue un célebre escritor, periodista y artista, además de dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). En este artículo analizamos la vida y obra de Kanafani, el impacto de su obra como cronista de la lucha palestina y la relevancia que su pensamiento político mantiene hoy en día.
Kanafani nació el 8 de abril de 1936 en Acre, Palestina. Vivió con su familia en Jaffa hasta que fueron obligados a marcharse durante la Nakba («catástrofe») de 1948 y finalmente se estableció en Damasco. Después de vivir en un campo de refugiados, más tarde empezó a trabajar como maestro en un campo de refugiados de la [Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos] UNRWA para contribuir a mantener a su familia y continuar sus estudios. Su experiencia en los campos de refugiados se refleja en gran parte de sus obras.
Mientras estudiaba literatura árabe en la Universidad de Damasco empezó a interesarse por la política y conoció al entonces líder del Movimiento de los Árabes Nacionalistas (ANM, por sus siglas en inglés) George Habash, con el que empezó a trabajar. Después de enseñar varios años en Kuwait, donde se le diagnosticó una diabetes aguda, Kanafani se trasladó a Beirut para trabajar en la revista al-Hurriyya («Independencia») a invitación de Habash.
En 1961 se casó con la profesora danesa Anni Hoover, que había ido a Beirut a estudiar la situación de los refugiados y en 1962 publicó su primer libro importante, Hombres en el sol*, inmediatamente aclamado en todo el mundo árabe. Tanto en su faceta de periodista como en la de escritor Kanafani fue muy prolífico en la década de 1960 cuando aumentaba la resistencia palestina y la lucha armada (la OLP se fundó en 1965).
El Frente Popular para Liberación de Palestina (FPLP) se fundó en 1967 en sustitución del Movimiento de los Árabes Nacionalistas y Kanafani se convirtió en director de al-Hadaf , el órgano del partido. Con una clara orientación marxista, el FPLP se comprometió a resistir a la ocupación de Palestina y establecer en Palestina un solo Estado con una nueva sociedad laica y basado en la justicia social. El periodo comprendido entre 1970 y 1972 fue rico en actividad política y armada, y en esa época Kanafani fue miembro del politburo del FPLP además de ser su portavoz.
El FPLP consideraba que la lucha contra la ocupación israelí era resistencia anticolonial. Después de las derrotas de 1948 y, en especial, de 1967 la lucha en el ámbito cultural era fundamental para recuperar una identidad nacional cotidiana palestina que estaba en peligro por la dispersión y la limpieza étnica y cultural. Era el primer paso para recuperar su país.
Fue asesinado junto a su sobrina de 17 años Lamees el 8 de julio de 1972 en Beirut por un coche bomba planeado por el Mossad y muy posiblemente con la connivencia de las autoridades libanesas. Su hermana escribió lo siguiente acerca de este asesinato a sangre fría:
«La mañana del sábado 8 de julio de 1972, sobre las10:30, Lamees [la sobrina de Kanafani] y su tío salieron juntos a Beirut. Un minuto después de que salieran oímos una explosión muy fuerte que hizo tambalearse todo el edificio. Inmediatamente sentimos miedo, pero temíamos solo por Ghassan y no por Lamees porque habíamos olvidado que Lamees estaba con él y Ghassan era el objetivo del explosión. Corrimos al exterior, todos llamábamos a Ghassan, nadie llamaba a Lamees. Lamees todavía era una niña de 17 años. Todo su ser anhelaba vida y estaba repleto de ella. Pero sabíamos que Ghassan era quien había elegido este camino y caminado por él. Precisamente el día anterior Lamees había pedido a su tío que redujera sus actividades revolucionarias y se concentrara más en escribir historias. Le había dicho: «Tus historias son preciosas» y él le había contestado, «¿Volver a escribir historias? Escribo bien porque creo en una causa, en principios. El día que abandone esos principios mis historias se volverán vacías». Pudo convencerla de que la lucha y la defensa de los principios es lo que en última instancia lleva al éxito en todo».
Su funeral fue un acontecimiento masivo donde se reunieron miles de partidarios y simpatizantes que rindieron homenaje a una de las figuras dirigentes del movimiento palestino, un verdadero símbolo de la resistencia creativa.
En su libro Heroes and Martyrs of Palestine: The Politics of National Commemoration , Laleh Khalili se refiere a Kanafani como el «mártir arquetípico» de la causa palestina (1) : «El propio Kanafani fue elegido como «mártir de las facciones» debido al sensible trato literario que daba a la Nakba palestina, a que creó muchos iconos de la lucha palestina, a haber acuñado frases que han entrado a formar parte de la lengua revolucionaria palestina y a su postura en el FPLP; todo ello se combinó para proyectarle como el arquetipo ideal del intelectual nacionalista, que luchó con la pluma en vez de con la espada».
Dibujo de Ghassan Kanafani
Literatura de resistencia
Puede que sea un reflejo describir a Kanafani como «escritor, revolucionario y periodista», pero el hecho de que se omita la coma no es accidental. Una vez afirmó : «Mi posición política proviene del hecho de que soy novelista. En lo que a mí concierne, política y novela son indivisibles, y puedo afirmar categóricamente que me comprometí políticamente porque soy novelista, no al contrario …»
Tampoco hacía distinc ió n entre su trabajo literario y periodístico. Pero en el trasfondo de todo estaba Palestina y su causa, y Kanafani acuñó el término «literatura de resistencia» al entender que la literatura y el arte en general eran una forma de resistencia. Una vez afirmó que los escritores palestinos » escriben para Palestin a con sangr e» , una afirmación que fue distorsionada para sugerir un llamamiento a la violencia.
Con todo, los relatos de Kanafani no se leen como panfletos políticos. Son relatos reales, con personajes humanos y no héroes de Hollywood . Cuentan la historia (trágica) de las y los palestinos ordinarios, ya sea su vida bajo la ocupación o, más a menudo, en el exilio y los campos de refugiados. La propia experiencia de Kanafani de crecer en los campos de refugiados se refleja en varios relatos cuyo protagonista es un niño palestino (2) que crece rodeado de miseria y nostalgia para encontrar su identidad como palestino. Muchos cuentos y novelas se centran en hombres jóvenes que se unen a los fedayin . Se escribieron en un momento en que la generación más joven, los llamados «niños de los campos», se movilizaba para resistir a la ocupación directamente después de casi veinte años de confiar en las promesas de los carentes de voluntad Estados árabes.
La obra más conocida de Kanafani es su primera novela, Hombres en el sol (1962). Cuenta la historia de tres palestinos en el exilio que van ilegalmente a Kuwait en la parte superior de un camión cisterna vacío. Pero como el conductor, que también es un palestino del exilio, sufre un retraso en un control de carretera, acaban muriendo de asfixia al no poder siquiera pedir ayuda. Edward Said escribió lo siguiente respecto a la importancia de esta obra (3) : «[…] impelido por el exilio y el desplazamiento, el palestino debe labrarse por sí mismo un camino en la existencia, que para él no es en absoluto una realidad «dada» o estable, ni siquiera entre los fraternos árabes».
Aunque se le conoce sobre todo por su producción literaria, Kanafani también fue un artista consumado que creó muchos dibujos y pinturas. También escribió ensayos sobre la literatura de resistencia palestina, la literatura sionista y documentó la revuelta en Palestina de 1936-39 contra las autoridades coloniales británicas, cuando el proyecto sionista y la connivencia británica eran cada vez más evidentes.
Para él la educación de las masas era fundamental para el triunfo de las luchas sociales de liberación. Esa era la motivación natural de las obras de Kanafani: poner sus escritos y sus dibujos al servicio de la educación y de la construcción de la conciencia de las masas y, así, de sus intereses de clase. Una vez contó a un grupo de alumnos en una escuela: «El objetivo de la educación es corregir la marcha de la historia. Por eso tenemos que estudiar historia y comprender su dialéctica para construir una nueva era histórica en la que vivan los oprimidos después de ser liberados por medio de la violencia revolucionaria de la contradicción en la que estaban presos« .
Una causa para todos los revolucionarios
Como en el caso de George Habash, la política de Ghassan Kanafani evolucionó desde un panarabismo «nasserista» al marxismo-leninismo del FPLP. Esta transición se puede explicar por los fallos de la estrategia e ideología del panarabismo. En primer lugar, el intento de unificación de Egipto y Siria (en una República Árabe Unida) fracasó definitivamente en 1961. Este hecho influyó en los primeros pronunciamientos del ANM a favor del socialismo y del marxismo.
Por otra parte, después de las derrotas de las guerras de 1948 y 1967, pero también de los primeros levantamientos armados en las décadas de 1920 y 1930 bajo el dominio británico, se descartó la idea de confiar la liberación a los países árabes y, en cierto modo, a la ideología panárabe, lo que facilitó la transición al marxismo. El ANM empezó a identificar el problema palestino como un problema fundamental para Oriente Próximo en su conjunto. El análisis de la sociedad cambió desde una perspectiva étnica y nacionalista en la que la sociedad palestina se consideraba homogénea e igualmente oprimida por el sionismo a una perspectiva de clase en la que la burguesía palestina (y más ampliamente la árabe) se consideraba parte del problema. En este sentido, para el FPLP la lucha anticolonial por la independencia nacional y la lucha por los derechos económicos y sociales estaban intrínsecamente unidas. Es precisamente esta idea lo que diferenciaba al FPLP de Fatah y sigue diferenciándolo hoy en día.
En 1969 queda clara la adopción de una perspectiva marxista por parte del FPLP en el documen to «Estrategia para la liberación de Palestina»:
«En una verdadera batalla de liberación emprendida por las masas para destruir la influencia imperialista en nuestra patria las fuerzas reaccionarias árabes solo pueden estar del lado de sus propios intereses, la continuación de los cuales depende de la persistencia del imperialismo y, por consiguiente, no pueden estar del lado de las masas.
Es extremadamente importante clasificar a las fuerzas reaccionarias árabes como una de las fuerzas del enemigo porque no reconocer este hecho significa no tener una visión clara ante nosotros. En la práctica significa no tener en cuenta las bases y fuerzas reales del campo enemigo que viven entre nosotros y son capaces de desempeñar un papel de distracción que oculta los hechos de la batalla ante las masas y que cuando se presenta la oportunidad pillarán a la revolución desprevenida y le atestarán un golpe que lleve a la derrota».
Para el FPLP la burguesía árabe está en el campo enemigo y en ese sentido hay que enfrentarse a ella en la lucha de liberación de Palestina. En esta afirmación también queda patente un claro posicionamiento en contra del imperialismo occidental. El lúcido análisis de Kanafani considera el imperialismo occidental el producto natural del desarrollo del sistema capitalista, en determinado momento incapaz de maximizar más los beneficios del capital, por lo que necesita expandirse y obtener nuevos espacios y mercados por medio del colonialismo y/o imperialismo. En este sentido considera que las luchas antiimperialistas de todo el mundo están relacionadas, como pequeños brotes que crearán solidaridad y puentes porque «siempre que se golpea al sistema imperialista se le perjudica y se sirve a la revolución mundial «.
Así pues, el FPLP adoptó una postura internacionalista y apoyó abiertamente a movimientos revolucionarios como el de Vietnam y también aplicó esta idea a la causa palestina. Kanafani afirmó al respecto: «La causa palestina no es una causa solo para los palestinos sino una causa para toda persona revolucionaria donde quiera que esté ya que es una causa de las masas explotadas y oprimidas de nuestro tiempo«.
Tanto la crítica abierta del FPLP a los regímenes retrógrados (como los de Jordania y Arabia Saudí), como su falta de interés en participar en unas negociaciones que simplemente equivalen a una capitulación ante el ocupante israelí contrastaba a menudo con la postura de otras facciones de la OLP, sobre todo el Fatah de Arafat. Kanafani, por su parte, fue detenido en 1971 por «difamar» en al-Hadaf a los reyes jordano y saudí.
Las opiniones de Kanafani y del FPLP son muy evidentes en una recién descubierta e ntr e vi sta hecha por un periodista australiano. Kanafani señala que el marco que los periodistas occidentales establecen de la causa palestina es erróneo de partida y aunque en ese caso específico es el conflicto con Jordania (el «septiembre Negro» de 1971), el mismo argumento es válido en el caso de la ocupación israelí.
También es muy patente su rechazo de negociaciones entre un movimiento de liberación y un ocupante colonial, o una «conversación entre la espada y el cuello», según sus palabras. Y cuando se le presiona con la pregunta de si vale la pena capitular para detener la miseria y la muerte, Kanafani es muy claro: «Para nosotros, [palestinos], liberar nuestro país, tener dignidad, ser respetados, tener nuestros meros derechos humanos es tan esencial como la vida misma «.
En una carta dirigida a su hijo explicaba el significado de ser palestino:
«Te oí preguntar a tu madre en la otra habitación: ‘Mamá, ¿soy palestino?’. Cuando ella contestó ‘sí’ cayó un denso silencio en toda la casa. Fue como si hubiera caído algo que pendía sobre nuestras cabezas, explotara su ruido y después, silencio. Luego […] te oí llorar. No podía moverme. Algo mayor que mi conciencia estaba naciendo en la otra habitación a través de tus sollozos desconcertados. Era como si un bendito escalpelo te estuviera cortando el pecho y colocando en él el corazón que te pertenece. […] Era incapaz de moverme para ver qué ocurría en la otra habitación. Sin embargo, sabía que una patria distante estaba naciendo otra vez: colinas, olivares, personas muertas, pancartas desgarradas y otras plegadas, todo ello abriéndose camino hacia un futuro de carne y hueso, y naciendo en el corazón de otro niño. […] ¿Crees que el hombre crece? No, nace de pronto – una palabra, un momento, penetra en su corazón hasta un latido nuevo. Una escena puede arrojarlo desde el techo de la infancia a la rugosidad del camino».
Los mártires nunca mueren
Aunque su vida fue terriblemente corta, Ghassan Kanafani entendía perfectamente el significado del sacrificio por una causa revolucionaria:
«Por supuesto, la muerte significa mucho. Lo importante es saber por qué. En el contexto de la acción revolucionaria el sacrificio es una expresión de la forma más elevada de entender la vida y de la lucha por hacer la vida digna de un ser humano. El amor a la vida de una persona se convierte en amor a la vida de las masas de su pueblo y en su rechazo de que la vida de estas siga estando llena de miseria, sufrimiento y continuas privaciones. Por lo tanto, su forma de entender la vida se convierte en una virtud social, capaz de convencer al combatiente militante de que el sacrificio es una redención de la vida de su pueblo. Esta es una máxima expresión de apego a la vida».
El obituario de Kanafani afirmaba que era «un soldado que nunca disparó un arma«, cuya «arma era un bolígrafo y su escenario de actividad las páginas de los periódicos. E hirió al enemigo más que una columna de soldados» . Lo que está claro es que las ideas y escritos de Kanafani siguen siendo siendo actuales hoy en día, son una inspiración para todos los movimientos progresistas y revolucionarios del mundo y una referencia para la lucha por la causa más justa de nuestro tiempo, la liberación de Palestina.
«Todo en este mundo se puede hurtar y robar, excepto una cosa: el amor que emana del ser humano por un compromiso firme con una convicción o una causa», Ghassan Kanafani
Notas
* N. de la t.: Existen varias ediciones en castellano de esta obra, la más reciente está incluida en Una trilogía palestina, Xixon, Hoja de Lata, 2015, con prólogo, introducción, traducción y notas de Rosa de Madariaga. La trilogía está formada por las obras Hombres en el sol, Lo que os queda y Umm Saad.
(1) Laleh Khalili, Heroes and Martyrs of Palestine: The Politics of National Commemoration (2007) , p. 133.
(2) Uno de los cuentos se llama The Child Goes to the Camp [El niño va al campo de refugiados], en el que el joven narrador describe la difícil vida en el campo como un «época de hostilidades» a pesar de que en aquel momento no había una confrontación directa con el ocupante israelí ni con ningún otro agresor.
(3) Edward Said, The Question of Palestine , p. 152. [Edición en castellano, La cuestión palestina, Barcelona, Debolsillo, 2015; traducción de Francisco J. Ramos Mena]. Edward Said fue un intelectual palestino y el autor de Orientalism [la edición más reciente en castellano es Orientalismo, Barcelona, Debate, 2016; traducción de María Luisa Fuentes.]
(4) As’ad Abukhalil es profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Estado de California (CSU) Stanislaus y autor del blog Angry Arab. Hace poco escribió un artículo muy interesante sobre Ghassan Kanafani en Electronic Intifada.
Fuente: http://www.investigaction.net/en/ghassan-kanafani-revolutionary-writer-and-journalist/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.