El reconocido politólogo Noam Chomsky sostuvo en una conferencia organizada en Tucson por la Universidad de Arizona (suroeste de EE.UU.), que los servicios gubernamentales y de inteligencia de Estados Unidos ven al pueblo estadounidense y no a los terroristas como su principal enemigo. «La población del país es el principal enemigo, el Gobierno guarda secretos […]
El reconocido politólogo Noam Chomsky sostuvo en una conferencia organizada en Tucson por la Universidad de Arizona (suroeste de EE.UU.), que los servicios gubernamentales y de inteligencia de Estados Unidos ven al pueblo estadounidense y no a los terroristas como su principal enemigo. «La población del país es el principal enemigo, el Gobierno guarda secretos a su propio pueblo y no quiere que la gente sepa lo que hacen».
Chomsky también advirtió sobre el condicionamiento sutil de la población en general a través de los medios de comunicación británicos y de EE.UU. y dijo que los ciudadanos deberían prestar «mucha atención» a la forma en la que los medios les presentan el material.
El filósofo y lingüista señaló que en el llamado mundo «libre» las ideas impopulares pueden ser suprimidas sin el uso de la fuerza, ya que la prensa es propiedad de hombres ricos que tienen todo el interés en que no se expresen ciertas ideas.
El politólogo recriminó que, mediante las operaciones militares y políticas estadounidenses en su «guerra contra el terrorismo» lanzada después de los ataques de septiembre de 2001, no solo entraron en el juego de Osama bin Laden -líder asesinado del grupo terrorista Al-Qaeda-, sino que lo único que han conseguido es propagar los movimientos terroristas por todo el mundo.
Al afirmar que la «guerra contra el terrorismo sólo expande el terror», aseguró que el objetivo que persiguen los grupos terroristas de Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe) actualmente es «destruir nuestras propias sociedades» y entrar en una guerra «con el mundo musulmán».
El politólogo dijo que hace 15 años el terrorismo se limitaba a una pequeña zona de Afganistán y Paquistán, pero ahora los grupos terroristas takfiríes están operando en muchos más países del mundo, cuyas sociedades han sido aplastadas o desestabilizadas antes por Estados Unidos y las acciones militares de sus aliados.
La guerra de Estados Unidos en Irak costó a los estadounidenses unos 1700 mil millones de dólares, a los que hay que añadir unos 490 millones de dólares para los veteranos de guerra. Además, casi medio millón de iraquíes murieron debido a la invasión y ocupación de Irak, según un grupo de investigadores de EE.UU., Irak y Canadá.