El Secretario General de la agrupación libanesa Hezbollah, Seyed Hassan Nasrallah, ha remarcado que los mayores responsables del conflicto sirio son aquellas naciones que mantienen un estrecho contacto con las potencias imperialistas del bloque de la OTAN, es decir, Qatar y Arabia Saudí con su apoyo económico y Turquía por su posición estratégica con respecto […]
El Secretario General de la agrupación libanesa Hezbollah, Seyed Hassan Nasrallah, ha remarcado que los mayores responsables del conflicto sirio son aquellas naciones que mantienen un estrecho contacto con las potencias imperialistas del bloque de la OTAN, es decir, Qatar y Arabia Saudí con su apoyo económico y Turquía por su posición estratégica con respecto a Siria.
Nasrallah realizó estas declaraciones durante un discurso transmitido por videoconferencia desde la ciudad libanesa de Baalbek, situada al sur del país, para conmemorar Arbain, el día 40 después de que ocurriera el martirio del tercer imam de los musulmanes chiíes, imam Hussein.
Remarcó que el principal apoyo logístico y económico para los rebeldes y contras sirios que operan dentro del país surge desde tales países, en búsqueda de la desestabilización de Bashar al-Assad, actual presidente de Siria.
Además de acusar a estas naciones, mencionó que una solución política sería mucho más simple que estos intentos violentos por sacar al actual mandatario sirio de su poder, y dijo que, de no mediar una solución, la escalada de los enfrentamientos tendrán graves consecuencias para la zona, diciendo que «Si batalla de Siria continúa, será larga, sangrienta y destructiva».
Continuando con su parecer sobre la situación en Siria, Hassan Nasrallah instó públicamente a los mandatarios del Líbano para que pongan manos a la obra e intenten mediar en el conflicto y, de ser necesario, se continúe aceptando a los refugiados de tal país.
El número de refugiados sigue en aumento
Confirmando las preocupaciones del señor Nasrallah con respecto a los refugiados, la ONU también ha expresado su parecer sobre el tema.
El mes pasado, la organización pidió ayuda humanitaria para las personas afectadas y ha anticipando que el número de perjudicados por la violencia impulsada por occidente continuará creciendo. Según los números de la Organización de las Naciones Unidas, la distribución de refugiados es la siguiente:
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160.000 Inscritos en el Líbano
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150.000 en Jordania
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140.000 en Turquía
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Más de 65.000 en Irak
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Más de 100.000 en Egipto
Sobre la afluencia de refugiados, Nasrallah ha expresado que se deben dejar de lado las cuestiones políticas de las personas que llegan en calidad de damnificados al Líbano, ofreciéndoles un buen trato a pesar de las diferencias, diciendo lo siguiente:
«Tenemos que hacer frente a los refugiados sirios con responsabilidad puramente humanitaria, sin politización de la cuestión. Se debe prestar atención a las familias desplazadas, sea cual fuere su política».
Extremistas Takfiri, producto de Estados Unidos
En alusión a aquellos que participan en los enfrentamientos por sacar del poder a Bashar al-Assad, que cuenta con el apoyo de Hezbollah, ha dicho que la división que se está generando alrededor de las zonas de conflicto, dando como resultado una suerte de guerra sectaria, está promovida, en gran medida, por los extremistas takfiri, afirmando que son una creación de EE.UU. para mantener vivo el fuego de la violencia en el país, y alrededor de ella, a través de bombardeos y constantes ataques sobre naciones musulmanas, y con mayor énfasis sobre Siria.
Vale destacar que según una de las facciones que luchan por quitar a al-Assad del poder, el Consejo de Coordinación Nacional (CNN) por medio de uno de sus dirigentes, Haizam Manaa, ha mantenido una línea ideológica medianamente similar a la que lleva adelante Nasrallah, diciendo que «No vamos a dejar que los extremistas y los ‘takfiris’ extranjeros roben la revolución de la libertad y la dignidad, ni vamos a sustituir la dictadura de la seguridad por la de ‘takfiria», en alusión a tales extremistas, agregando que occidente desea mantener la violencia allí y que no aceptarán «esas intervenciones peligrosas que afectan el proyecto democrático»
El conflicto en Siria, que comenzó a crecer en Marzo del 2011, todavía no ha cesado, ni se han encontrado soluciones que permitan la finalización del mismo; mientras tanto, Lakhdar Brahimi, enviado de la ONU como mediador de paz para el país, busca establecer un plan de paz basado en acuerdos de Ginebra, pero deja de lado a Bashar al-Assad del mismo, por lo que quizás estén esperando su renuncia, y eso significa esperar más violencia antes de actuar.