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Hebrón ocupada y asolada

Fuentes: IPS

La situación de los palestinos se agrava día a día a causa de la ocupación militar israelí. Esta meridional ciudad cisjordana es un vívido reflejo de la tragedia causada por este proyecto colonialista. Esta ciudad, unos 35 kilómetros al sur de Jerusalén, se ha caracterizado históricamente por su mezcla musulmana-judía, pero en las últimas décadas, […]

La situación de los palestinos se agrava día a día a causa de la ocupación militar israelí. Esta meridional ciudad cisjordana es un vívido reflejo de la tragedia causada por este proyecto colonialista.

Esta ciudad, unos 35 kilómetros al sur de Jerusalén, se ha caracterizado históricamente por su mezcla musulmana-judía, pero en las últimas décadas, las autoridades israelíes han oprimido a los 150.000 palestinos que la habitan, además de apoyar el desarrollo de las colonias judías.

Unos 650 colonos ultraderechistas judíos tomaron partes de la vieja ciudad, destruyeron los vecindarios palestinos y la infraestructura económica.

Hebrón está ahora dividida en dos partes, llamadas H1 y H2, a través de una línea que separa los asentamientos del resto de la ciudad. Hoy, a la mayoría de los palestinos no se les permite acercarse a la zona H2.

Lo que era una zona residencial y de negocios, se convirtió en un pueblo fantasma, solo habitada por colonos protegidos por soldados y policías israelíes.

En las puertas de comercios y mezquitas se pueden ver pintadas con la estrella de David o frases agresivas como «Maten a los árabes», «Dios se vengará de los no religiosos» o «Los árabes a las cámaras de gas».

Hani Abu Akker nació hace 40 años en el barrio de Tel Rumeida, ahora parte de H2, ubicado al tope de una colina desde la cual se puede ver toda la ciudad de Hebrón.

«¿Ve esa calle? Mi padre la construyó con sus propias manos en 1945, antes de que nada fuera llamado Israel», dijo a IPS, parado cerca de su casa en la falda de la colina.

Por su parte, Abu Akker no puede entrar a su hogar por la puerta delantera. La vivienda está rodeada de barras de acero y cercos de alambres como forma de protección del constante acoso que sufre su familia a diario.

Para entrar y salir de su casa, Abu Akker debe usar la puerta trasera y rodear el barrio.

Su hogar se encuentra en medio de una zona colonial de guerra, y los soldados israelíes deciden quién puede salir o entrar. Es habitual ver a los colonos caminando armados por las calles.

El israelí Yehuda Shaul conoce bien la situación de Hebrón. Es cofundador del grupo izquierdista Rompiendo el Silencio. Shaul realizó también el servicio militar como comandante de un batallón instalado en el distrito H2.

«Todo lo que necesitas saber sobre la ocupación lo puedes ver en esta área de cinco kilómetros cuadrados dentro de Hebrón», dijo Shaul a IPS, parado en el medio de un espacio vacío que una vez fue un mercado de carne, pero que fue destruido totalmente y abandonado.

«Todo está aquí. Este es un microcosmos de lo que está pasando en Israel y Palestina. Aquí gobiernan 650 colonos, y 150.000 palestinos pagan el precio», dijo.

Los palestinos que viven en esta área han sido atacados y acosados por años. Muchas familias han preferido mudarse, cansadas de años de tormento y de la basura que es arrojada contra sus hogares por parte de los colonos.

Los niños y niñas palestinos han sido objeto de serios ataques físicos en los últimos años. Trabajadores humanitarios internacionales se han instalado cerca de las escuelas para servir de escoltas a los niños y evitar tragedias.

La semana pasada, Efrat Akobi, un colono de Tel Rumeida, fue interrogado por la policía israelí luego de que la organización humanitaria B’Tselem divulgara imágenes en las que aparecía acosando a una adolescente palestina, a la que le insultaba y le decía: «Vuelve a tu jaula».

El ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz, dijo estar «conmocionado» por las imágenes y anunció una completa investigación. Pero los palestinos de Hebrón dicen que no fue un incidente aislado.

«Los ataques en Hebrón son llevados frente a la vista de soldados israelíes, que son incapaces o no tienen voluntad de detenerlos. La policía de Hebrón, que recibió cientos de quejas sobre violencia por parte de colonos, también está al tanto de la situación», denunció B’Tselem la semana pasada.

«Es indignante que el Ministerio de Defensa y los servicios de seguridad finjan ignorar el problema y movilizarse ahora ras la polémica causada por el vídeo», añadió.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39919