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Infanticidio y escolasticidio en Gaza

Fuentes: Rebelión

El 1 de junio fue el Día Internacional de la Infancia. La ONU instituyó esta fecha en 1956. Sus propósitos más importantes son: Promover el bienestar de la infancia. Concienciar sobre los derechos de la infancia. Llamar la atención sobre la situación de los niños y niñas más desfavorecidos. Fomentar la participación de los niños y niñas. Se recalca que los niños y niñas deben ser escuchados, incluidos y tomados en serio en todas las decisiones que les afecten. Con este día se conmemora la aprobación de los derechos de los niños y niñas en el mundo y la lucha para que se cumplan de manera efectiva.

Rafah es una ciudad de niños. Cientos de miles de ellos están en riesgo, alerta el organismo para la infancia, destacando la desnutrición, heridas y enfermedades debidas a la guerra.

“El sentimiento en Gaza es desesperado”, dice la agencia de socorro en tanto que decenas de expertos en Derechos Humanos piden sanciones para Israel por las atrocidades cometidas en Gaza.

La ofensiva israelí en Rafah pone en peligro la vida de cientos de miles de niños que sufren desnutrición, traumas y, a menudo, enfermedades o lesiones debidas a la guerra, además de que muchos de ellos han debido desplazarse varias veces en los últimos siete meses a lo largo de la Franja de Gaza, alertó este miércoles el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

“Rafah es una ciudad de niños. Cientos de miles de ellos están en riesgo. Están enfermos, viven con discapacidades, desnutridos y traumatizados”, afirmó la directora de Recaudación de Fondos de UNICEF, Carla Haddad Mardini, en una publicación en X.

Según datos de la ONU, antes de la última arremetida militar israelí contra Rafah, la ciudad albergaba a 600.000 niños que se habían refugiado ahí y que vivían en tiendas de campaña o alojamientos improvisados muy precarios.

Mardini recordó que muchos niños gazatíes han perdido a sus familias y sus hogares y han huido varias veces para llegar a refugiarse en áreas hacinadas donde carecen de todos los bienes y servicios básicos.

“¿Adónde se supone que deben ir?”, preguntó para agregar que no hay ningún lugar seguro en Gaza. “Los niños de Gaza necesitan un alto el fuego ahora para evitar más sufrimiento”, puntualizó.

En Gaza la guerra ha eliminado el derecho a la educación

Entre los ataques indiscriminados a personas, hospitales, viviendas e infraestructuras, el ejército israelí ha priorizado la destrucción del sistema educativo palestino. Según informes de expertos no vinculados orgánicamente a la ONU, existe una intención de destruir internamente el sistema educativo, acción conocida como ‘escolasticidio’, mediante el arresto, la detención o el asesinato de docentes, estudiantes y personal no docente, así como la destrucción de la infraestructura educativa, quedando más del 70% de las escuelas e infraestructuras educativas de Gaza seriamente afectadas o destruidas.

La comunidad educativa en la Franja de Gaza, convertida en objetivo de guerra, está sufriendo las consecuencias de la violencia ejercida por Israel: bombardeos a sus universidades y centros de estudio e investigación, incluidos sus archivos históricos —como el archivo Central de Gaza, con 150 años de historia—, a sus bibliotecas públicas, ataques a más de 200 instituciones educativas, con la destrucción total de la Universidad de al-Aqsa, la Universidad Islámica de Gaza y la Universidad Al Isra, así como decenas de asesinatos tanto entre los colectivos docente e investigador como entre el estudiantado. Más de 6.425 estudiantes, 297 docentes y 95 profesores de Universidad han muerto por acción de los ataques israelís, cifras en aumento cada día que pasa, en una contienda donde las llamadas por Israel “zonas humanitarias” no son respetadas por su ejército.

Más de 625.000 estudiantes han dejado de tener acceso a la educación y más de un millón de menores de Gaza necesitan alimentación, vivienda y asistencia de salud.

Según el director regional de la Oficina del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), todas las inversiones en desarrollo humano en los territorios palestinos en los últimos 20 años y en Gaza en los últimos 40 han sido arrasadas. “Estamos hablando de que todos los avances en años de escolaridad, logros educativos, salud y expectativas de vida, así como en el nivel de PIB per cápita han vuelto a la década de los años 80, señala, advirtiendo que, si no se establecen rápidamente escuelas, instalaciones de salud temporales y apoyo psicosocial a la población, ni se restablece la provisión de servicios básicos como agua, saneamiento y electricidad, el daño durará mucho tiempo. La “escalada masiva de destrucción” en Gaza no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial, estimándose que el costo de la reconstrucción podría ascender a 50.000 millones de dólares.

En Cisjordania la vida académica se desarrolla entre restricciones de desplazamientos, detenciones y limitaciones de la libertad de expresión, además de la escasez de materiales, docentes y de investigación. El 15 de octubre de 2023, la Universidad de Birzeit lanzaba una petición desesperada de solidaridad con el título “No calléis ante el genocidio”. En respuesta a esa llamada, miles de miembros de la comunidad académica adherían a una Declaración en apoyo al Pueblo Palestino desde las Universidades del Estado español. Crecen las protestas estudiantiles producidas en las últimas semanas en universidades de Irlanda, Reino Unido, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Francia, Países Bajos y EE UU, donde ha habido una violenta represión con numerosas personas detenidas en los campus; también se han manifestado los campus españoles (Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia, Asturias, Galicia, etc.) en solidaridad con el pueblo de Gaza.

En Gaza la guerra ha eliminado el derecho a la educación. Ningún sistema educativo de cualquier país puede quedar al margen del infanticidio y el escolasticidio que estamos presenciando.

El bloqueo, el apartheid y la apropiación de tierras en Gaza y en toda Palestina por Israel desde hace tres cuartos de siglo con el objetivo de reducir y dispersar su población en campos permanentes de refugiados están sobradamente documentados. Bajo la coartada de eliminar a Hamás, como si fuese un grupo indefinido e inmensurable, Israel continúa infligiendo un castigo colectivo e indiscriminado a más de dos millones de personas en la Franja de Gaza y en Cisjordania, en una guerra total contra toda su población, contra la infancia, la juventud, las mujeres… dirigida a cerrar en falso un largo proceso de colonización. Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, concluye en su informe Anatomía de un Genocidio: “Cuando la intención genocida es tan conspicua, tan ostentosa, como lo es en Gaza, no podemos apartar la vista, debemos hacer frente al genocidio, debemos prevenirlo y debemos castigarlo”.

Como resultado de las operaciones militares israelíes, el número de muertos en Gaza llega a 35.700, de los cuales más del 98,5% son civiles y el 60% mujeres y niños; el número de heridos es de 79.261, siendo 1,7 millones los desplazados y más de 200 las víctimas de trabajadores de ONG. En apenas siete meses han muerto en Gaza 14.068 menores, el 39,40% de la población muerta, incluyendo ejecuciones por disparos de francotiradores. No son números, son seres humanos a los que Israel arranca el derecho a la vida. Durante los primeros meses de su ataque, Israel ha asesinado a más niñas y niños que en el resto de los conflictos del mundo en los últimos cuatro años. De repente, la infancia gazatí se ha despertado en un entorno desolado y hostil donde sus adultos ya no pueden protegerla, ¿alguien puede predecir el futuro que la espera? Lo que Israel ha hecho no es autodefensa, es genocidio, invasión y exterminio de un pueblo, el pueblo palestino, negando el pasado y cegando su futuro.

600.000 niños en Rafah están heridos, enfermos o desnutridos

La ONU informa desde el Ministerio de Sanidad de Gaza que, desde el 7 de octubre de 2023, «34.622 palestinos han muerto en Gaza y 77.867 han resultado heridos». Alrededor del 70% de los muertos han sido mujeres y niños.

Catherine Russell, directora de UNICEF, declaró esta semana que de los 600.000 niños que hay en Rafah, al sur de Gaza, todos están heridos, enfermos o desnutridos. Gran parte de la población de Gaza se ha visto obligada a desplazarse al sur, a Rafah, por el Ejército israelí, que les había prometido que era una zona segura. Y añadió: «Más de 200 días de guerra ya han matado y mutilado a decenas de miles de niños en Gaza».

Los ataques aéreos israelíes sobre Rafah han continuado a diario, a menudo matando o hiriendo a niños. Como Israel ha destruido el sistema hospitalario, los niños tienen que someterse a operaciones o a amputaciones de miembros sin anestesia ni antibióticos.

Hay que subrayar que estas heridas, dolencias y carencias alimentarias han sido impuestas a estos niños por la política militar israelí, que muestra una temeraria indiferencia por el bienestar de los civiles. Las reglas de enfrentamiento israelíes, las más inhumanas del mundo, permiten entre 15 y 20 muertes de civiles por cada militante muerto. Normalmente, en una guerra resultan heridas 3 personas por cada una que muere, por lo que estas normas de enfrentamiento deben interpretarse en el sentido de que permiten que resulten heridos entre 45 y 60 civiles en cada ataque contra un miembro del paramilitarismo de Hamás.

Además, según la ONU, la defensa civil palestina calcula que otros 10.000 cadáveres yacen bajo los escombros de los edificios de apartamentos que los ataques aéreos israelíes destruyeron, a sabiendas de que había familias en su interior. Los israelíes han destruido todo el equipo que podría utilizarse para recuperar los cadáveres, que se descomponen con el calor. Los cadáveres en descomposición que se filtran a las aguas subterráneas suponen una grave amenaza de brotes de enfermedades.

Nyka Alexander, responsable de comunicación de la Organización Mundial de la Salud de la ONU, explicó lo que significaba para más de un millón de personas verse obligadas a bajar repentinamente a Rafah (que tenía una población de unos 300.000 habitantes antes del asalto israelí). Describió a la gente durmiendo a la intemperie o en tiendas improvisadas entre montañas de basura y retretes al aire libre. La ictericia, una inflamación del hígado, se está extendiendo entre la población, incluso entre los niños. Las moscas se posan en las heces y luego en la comida, que no puede lavarse salvo con agua sucia.

Alexander dijo: «Imagínense todas las aceras cubiertas de tiendas de campaña y en estos refugios improvisados. Imagínense las calles manando agua verdosa, azulada y negra que son heces mezcladas con basura. Imagina que no hay cubos de basura, que no hay recogida de basuras. Sólo hay montones de basura… Las moscas también están por todas partes y son muy agresivas. Quieren meterse en los ojos, quieren meterse en la boca. Desde el punto de vista de la salud pública, es una situación realmente desastrosa».

En cuanto al hambre y las enfermedades, la ONU afirma que entre el 27 de abril y el 2 de mayo el ejército israelí impidió o denegó el 60% de los intentos de entrega de ayuda en el norte de Gaza. En el sur de Gaza, de las entregas de ayuda y alimentos que requerían coordinación, un tercio fueron impedidas o denegadas por las autoridades israelíes. Toda esta interferencia en las entregas de alimentos y medicinas por parte de Israel se produce en un momento en que la US AID afirma que la hambruna es ya inevitable.

Médicos sin Fronteras subrayó las formas en que el ejército israelí ha negado cruelmente equipos médicos clave a los niños y mujeres que han herido con sus bombas: «Llevar suministros vitales a Gaza es casi imposible debido a los bloqueos, retrasos y restricciones de las autoridades israelíes a la ayuda humanitaria y al material médico esencial, explica Mari Carmen Viñoles, responsable de programas de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Un concentrador de oxígeno es un dispositivo médico que filtra el nitrógeno del aire y suministra oxígeno purificado a los pacientes. Para los niños desnutridos con anemia grave, los heridos con graves pérdidas de sangre y los recién nacidos con dificultades respiratorias, este dispositivo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Pero a pesar de ser esencial para la supervivencia de nuestros pacientes, no tenemos ni idea de si un concentrador de oxígeno llegará a un hospital de Gaza (Palestina) ni de cuándo lo hará.

Dado que las autoridades israelíes mantienen un control total sobre los puntos de entrada y salida de Gaza, han rechazado en repetidas ocasiones nuestras peticiones para hacer llegar equipos biomédicos como concentradores de oxígeno.

Sin este sencillo dispositivo, nuestros equipos médicos en Gaza se ven obligados a presenciar la muerte de sus pacientes por causas totalmente evitables.»

La mezquina y cruel denegación de equipos médicos a la población civil de Gaza ha sido una marca del actual Gobierno extremista israelí. Los israelíes también acaban de hacer caso omiso de las peticiones para hacer llegar equipos médicos que funcionan con energía solar. No se puede enviar sin aprobación y muchos procedimientos no se pueden hacer sin él. Las autoridades israelíes han dicho mentiras descaradas sobre la inexistencia de límites a la entrada de bienes humanitarios en la Franja, una afirmación que Médicos sin Fronteras calificó de «absurda».

Crimen de guerra: Fuerzas israelíes asesinaron a niños en Cisjordania

Israel está acusado de cometer otro crimen de guerra por el asesinato en noviembre pasado en Cisjordania de un niño inocente de ocho años, a manos de las fuerzas israelíes.

Adam, de 8 años, y Basil, de 15, fueron asesinados el 29 de noviembre de 2023 en la ocupada Cisjordania mientras jugaban en una calle.

Imágenes de vídeo del 29 de noviembre muestran un convoy armado israelí pasando mientras Adam, un fanático del fútbol y gran seguidor de Lionel Messi, estaba en la calle con su hermano mayor, Baha, de 14 años, y otros nueve niños.

Las cámaras de circuito cerrado de televisión, que proporcionaron una vista de casi 360 grados de lo que sucedió a continuación, capturaron el momento en que estallaron los disparos, con 11 disparos que impactaron en automóviles y edificios cercanos.

Las pruebas obtenidas de imágenes de teléfonos móviles y cámaras de circuito cerrado de televisión, junto con información sobre los movimientos de las fuerzas israelíes, testimonios de testigos y una investigación exhaustiva de la escena, incluidas mediciones, han descubierto pruebas convincentes que apuntan a graves violaciones de Derechos Humanos.

Las fuerzas israelíes niegan cualquier acusación de mala conducta y afirman que Adam estaba en posesión de un explosivo en el momento del tiroteo.

Un grupo de expertos ha pedido unánimemente una investigación sobre el incidente, y algunos han afirmado que existen posibles violaciones del derecho internacional.

“Esto parece ser una violación de las prohibiciones del Derecho Internacional Humanitario de atacar a civiles de forma deliberada, indiscriminada o desproporcionada. Esto es un crimen de guerra y una violación del derecho humano a la vida”, dijo el relator especial de la ONU sobre la promoción y protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, Ben Saul.

Desde el 7 de octubre, cuando Israel desató una guerra brutal contra la Franja de Gaza, al menos 36.000 palestinos, entre ellos más de 13.000 niños, han muerto en Cisjordania a manos de las fuerzas militares del régimen de Tel Aviv.

Fuentes: aporrea.org, Resumen Latinoamericano, Desinformémonos, HispanTV, Noticias ONU

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.