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Israel: 60 años de propaganda y muerte

Fuentes: Rebelión

2008 será un año de celebraciones al cumplirse el 60 aniversario de la creación de Israel; la costosa campaña propagandística – que Israel no ha descuidado un sólo día desde 1948 – se desplegará en todos los ámbitos, especialmente el cultural. Estos días -cuando Israel impunemente está llevando a cabo el genocidio planificado del pueblo […]

2008 será un año de celebraciones al cumplirse el 60 aniversario de la creación de Israel; la costosa campaña propagandística – que Israel no ha descuidado un sólo día desde 1948 – se desplegará en todos los ámbitos, especialmente el cultural.

Estos días -cuando Israel impunemente está llevando a cabo el genocidio planificado del pueblo palestino – hablar de celebraciones y participar en las mismas es inmoral; ya no hay lugar para la ignorancia o la indolencia; participar es apoyar los bombardeos y la muerte de niños y civiles.

Israel ha invertido millones de dólares en lo que llama información para el mundo exterior (es decir, propaganda). Esto ha supuesto: seminarios, congresos, giras de conciertos, viajes, visitas y – muy importante- dinero para campañas electorales (en EEUU); publicaciones, festivales de cine, becas e intercambios con universidades de todo el mundo han servido para falsear la historia y mostrarnos un Israel que es víctima; que tiene que matar para defenderse de la violencia de los palestinos.

Así, en muchos eventos culturales aparece la Embajada israelí como una patrocinadora más entre las instituciones del ramo. Y nuestras instituciones han invitado, se han entregado y acomodado indecentemente a los intereses sionistas (al igual que muchos intelectuales). ¿Cabe mejor carta de presentación que la cultura y el arte? Insignes plumas y brillantes batutas sostienen la ocupación tanto como las armas. Israel «necesita» una legitimidad política y moral que no merece.

El Salón del Libro de París cuenta con Israel como invitado de Honor.

La Feria del libro de Turín, igualmente, se suma a los honores.

En la Expo de Zaragoza, en junio, actuará la Orquesta Filarmónica de Israel.

El concierto en Tel Aviv «Día de Independencia – Al Nakba» que Barenboim organiza, será, entre los fastos programados, uno de los más conseguidos en ese sentido.

Todos, moral o políticamente, nos comprometemos; y son ya muchos los artistas e intelectuales israelies y palestinos comprometidos valientemente con la causa palestina.

Decía Edward Said en Nuevas Crónicas Palestinas: «El papel del intelectual consiste en decir la verdad, tan clara, directa y honestamente como le sea posible. Se supone que a ningún intelectual le preocupa si lo que se dice provoca embarazo, agrada o desagrada a quienes están en el poder. Decirle la verdad al poder significa además que lo que respalda al intelectual no es ni un gobierno ni un grupo de intereses corporativos o profesionales: sólo la verdad desnuda».

Nadie debe colaborar en ese lavado de cara a los 60 años de un país que se ha construido sobre las cenizas del pueblo palestino.

No hay nada que celebrar.

Es el momento de cerrar las embajadas en Tel Aviv

Es el momento de vetar a Israel en el Festival de Eurovisión.

Es hora de cerrar el Instituto Cervantes de Tel Aviv.

Es el momento de suspender todos los conciertos.

Es hora ya de hacer un boicot mundial a Israel.