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Israel no debe politizar el genocidio armenio

Fuentes: Haaretz

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

Aproximadamente 1,5 millones de armenios fueron asesinados o expulsados en marchas de la muerte en 1915; ellos merecen el reconocimiento internacional del holocausto que sufrieron.

La posibilidad del reconocimiento oficial del genocidio armenio se puso en la balanza durante años en términos de política exterior de los intereses de Israel en Turquía, por un lado, y el temor por la pérdida del concepto de «Holocausto» como una exclusividad judía por el otro. La moral o la identificación con el holocausto armenio fueron temas secundarios que, en ocasiones, se abrieron paso en el debate público.

Ahora, también, la Oficina del Primer Ministro ha interferido en las deliberaciones del comité de Educación, Cultura y Deportes del Parlamento sobre el tema, suponiendo que los resultados de la sesión podrían sabotear las relaciones entre Israel y Turquía.

En este contexto, vale la pena recordar que tras el incidente de la flotilla turca, un número de miembros del Parlamento israelí junto con ministros del gabinete amenazaron con poner el genocidio armenio en la agenda del día israelí, en venganza de los ataques verbales contra Israel que hizo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

De hecho, los diputados que se subieron al carro de la nueva ley francesa que hace de la negación del genocidio armenio un delito, parecen estar motivados más por el afán de venganza política que por un deseo genuino de enmendar un error histórico. Israel tenía un montón de oportunidades para demostrar su solidaridad con el pueblo armenio, cuando Jerusalén y Ankara mantenían buenas relaciones. Pero en ese momento Israel optó por el silencio moral, e incluso utilizó a sus amigos en el Congreso de EE.UU. para evitar que se reconozca el genocidio armenio.

Israel, uno de los últimos países del mundo en ocupar otra nación y negar la memoria de la Nakba palestina, no puede envolverse en la bandera de la moralidad actual, mientras que las cenizas de la cuenta política, queman debajo de ella. No son necesarias deliberaciones especiales en la Knesset para enseñar el genocidio armenio -o la Nakba- en las escuelas de Israel; el ministro de Educación tiene la autoridad para tomar estas decisiones sin necesidad de crear un circo de moral hueca.

Los aproximadamente 1,5 millones de armenios que fueron asesinados o expulsados en marchas de la muerte en 1915, merecen el reconocimiento internacional del holocausto que sufrieron. Por encima de todo, se merecen el reconocimiento por parte de Turquía de este terrible capítulo de la historia.

Pero Israel que en este momento está en un ojo por ojo y en provocar a Turquía, está a años luz del reconocimiento que el pueblo armenio merece.

 

Fuente original: http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/israel-mustn-t-politicize-the-armenian-genocide-1.403807