La cifra de palestinos muertos por disparos de soldados israelíes en Cisjordania no para de crecer. Prácticamente cada día hay un nuevo fallecido en un operativo militar. Concretamente, han sido siete los palestinos muertos en los últimos ocho días. El primer ministro israelí, Yair Lapid, justifica estas operaciones porque, según señala, evitan atentados palestinos.
n soldado israelí mata a un joven palestino en la Cisjordania ocupada. Esta noticia ha llegado todos los días de la última semana a las redacciones de los medios de comunicación de todo el mundo. En ocasiones, el teletipo es clavado al de la víspera. Cambian los nombres, a veces varía la ciudad o el campo de refugiados. Las circunstancias difieren en ocasiones. Pero, todas y cada una de las operaciones muestran la desproporción y la crueldad de la ocupación sionista.
En ocho días han muerto un total de siete palestinos en Cisjordania por balas del Ejército israelí. El sangriento goteo ha sido casi constante, pero no ha ocupado un lugar muy destacado en la agenda mediática.
Es una muestra más de la impunidad con la que se conduce Israel en un territorio en el que actúa como ocupante. Es la misma impunidad que la mostrada al anunciar esta misma semana que existe «una alta posibilidad» de que la periodista de Al-Jazeera Shireen Abu Akleh muriera por disparos del Ejército. «Accidentalmente», eso sí.
A continuación, el Ejército israelí anunció que no realizará ninguna investigación sobre las circunstancias en las que falleció Abu Akleh. Si se niegan a investigar la muerte de una estrella mediática con pasaporte estadounidense, evidentemente no van a mover un dedo para aclarar cómo ha muerto un grupo de adolescentes o jóvenes palestinos durante un operativo militar.
Una cruel lista
El último palestino muerto se llamaba Haitham Mukbar y tenía 17 años, según la agencia palestina Wafa. La versión difundida por el Ejército israelí es que atacó a un soldado que había abandonado su puesto en los alrededores de la ciudad de Beitin, cerca de Ramallah. Según la televisión israelí Kan, había ido a hacer sus necesidades cuando un palestino le golpeó con un martillo. El militar respondió con un disparo que resultó mortal. El Ministerio palestino de Salud confirmó la muerte.
El miércoles el fallecido se llamaba Youni Ghasan Tayeh. Tenía 21 años y murió tras recibir directamente una bala en el corazón cuando se encontraba en el campamento de refugiados de Al-Fara, en la región de Tubas, al norte de Cisjordania. La muerte se produjo durante la irrupción de soldados en el campamento de refugiados. Dispararon bombas de sonido y gas lacrimógeno, además de balas.
El martes, el fallecido fue Muhamas Sabaneh, de 29 años, al que mataron en Jenin mientras el Ejército israelí llevaban a cabo una operación para derribar la casa familiar de Ram Hazam, un activista que murió al llevar a cabo un atentado en Tel Aviv en el que murieron tres israelíes.
La práctica de castigar a los familiares de un activista derribando su casa ha sido denunciada en organismos internacionales como una práctica de castigo colectivo prohibida, pero Israel continúa echando abajo las viviendas.
El lunes, el muerto fue Taher Muhammad Zakarneh, de 19 años, en una incursión en la ciudad de Qabatiya. El 2 de setiembre, mataron a otro palestino tras intentar apuñalar a un soldado cerca de Hebrón. El 1 de setiembre hubo dos muertos: Yazan Yafana (de 26 años) y Same Jaled (de 25), abatidos por disparos israelíes en la ciudad de Al-Bireh y en el campo de refugiados de Balata, en Nablus.
Israel lo justifica
El primer ministro israelí, Yair Lapid, no mostró ni pizca de preocupación por la actuación de sus tropas en Cisjordania. Al contrario, celebró que los servicios de seguridad «han desarticulado cientos de ataques, incluidos atentados suicidas y secuestros» gracias a estos operativos.
«Las organizaciones de Inteligencia de todo el mundo se desplazan a Israel para aprender cómo el Shin Bet lucha contra el terrorismo», sacó pecho Lapid, según el diario “The Times of Israel”.
Dos enfermos de Gaza mueren por no poder recibir tratamiento
Dos palestinos enfermos de cáncer en la bloqueada Gaza han muerto recientemente «después de que Israel retrasara durante muchos meses» su salida de la franja para recibir tratamiento fuera, denunció ayer la ONG Médicos para los Derechos Humanos en Israel (PHRI). Este territorio palestino está sometido a un férreo bloqueo israelí.
Los pacientes, un niño de 10 años y una mujer de 37, murieron hace poco, concretó PHRI, que exigirá al Tribunal Superior de Justicia israelí que «otorgue permisos a largo plazo para pacientes con cáncer», así como «el fin de las demoras para los padres que acompañan a los niños para recibir atención médica».
La mujer fue diagnosticada de cáncer de vesícula biliar en junio y tenía que ser tratada en un hospital de Hebrón, en Cisjordania. Sus peticiones para salir de Gaza fueron ignoradas hasta el 31 de agosto, tras intervenir PHRI. Falleció.
El niño sufría un sarcoma y en los dos últimos años fue tratado en hospitales de Jerusalén Este e Israel, pero el pasado mayo se retrasó hasta finales de agosto. Murió ese mismo mes.