Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García
Fotografía de la exposición «La casa del pueblo», en la galería These Days, de Los Angeles
La restauración de una narrativa fotográfica desde una perspectiva descolonizadora permite una experiencia cara a cara con imágenes que ya no se mantienen en el camino de la dignidad. La primera exposición del United American Indian Involvement Photographic Project [Proyecto fotográfico sobre la participación de los indios estadounidenses unidos] en la galería These Days devuelve el respeto y la voz a quienes se acercaron al centro de Participación de los Nativos Estadounidenses (UAII, por sus siglas en inglés) en la zona céntrica de Los Angeles buscando comida, techo, atención sanitaria y ayuda humanitaria mientras duró el período de reubicación -entre 1959 y 1979- en su traslado desde las reservas indias estadounidenses a ciudades de todo Estados Unidos. Es esta una muestra de fotografías de alto contenido simbólico, que escribe una nueva versión de la People‘s Home: Winston Street 1974 [La Casa del Pueblo: calle de Winston de 1974] devolviéndola a la historia después de años de obligada invisibilidad colonial. Los relatos visuales ponen en tela de juicio la memoria y las tradiciones orales: «Qué significa ser un indio estadounidense que hoy vive en Los Angeles?» o «¿Qué significaba en los años treinta del siglo pasado, cuando en Hollywood los nativos estadounidenses eran presentados como personajes unidimensionales?» Estas son algunas de las muchas preguntas planteadas por la curadora y profesora Nancy Marie Mithlo, de UCLA. Para la estudiante Kelsey Martin, de la Universidad Occidental, uno de los principales temas que hay que tener en cuenta es «cómo se entrecruzan los protocolos de archivo indígenas con los protocolos occidentales de conservación». En otras palabras, ¿cómo alejarse de los enfoques instrumentales y jerarquizadores que minimizan y estereotipan la experiencia indígena en EEUU?
Dos paredes interiores de esta galería en el centro de Los Angeles se encuentran en un rincón en el que hay fotografías enmarcadas de hasta 10 por 15 cm formando una especie de lanza que parece atravesar el camino de regreso a la conversación resistiéndose al hecho de ser reliquias del pasado. La mayor parte de las instantáneas analógicas en color -que se tomaron en 1974 con cámaras de 35 mm- reflejan un vínculo colectivo de individuos con el santuario del centro UAII. Una muestra de cooperación y diálogo está capturada en la delgadez de la capa sensible de una emulsión que trata de expresar un espíritu de receptividad mutua. Las familias y los retratos espontáneos del cuidado se convierten en testimonio de resiliencia y de la búsqueda del equipo del proyecto fotográfico de recuperar las historias, los nombres y la identidad de cada uno de los nativos estadounidenses fotografiados durante se estancia en el UAII. Una foto en blanco y negro en la que aparecen tres sonrientes indios estadounidenses con el torso desnudo y una cinta en el pelo es una instantánea sin preparación alguna; uno de ellos mira directamente a la cámara con el puño alzado, mientras los otros dos están sumidos en profundos pensamientos. A pesar de la mucha lucha compartida hay un aura de celebración de supervivencia y resistencia.
Gracias al trabajo de la profesora Mithlo y del equipo del proyecto, la que hace mucho tiempo -en los setenta del siglo pasado- era la sede del centro de Participación de los Nativos Estadounidenses (donde hoy funciona la galería These Days) proporciona una cercanía que permite que el centro -por primera vez desde que cerró sus puertas- vuelva a cumplir su función. Desvía el contenido de la conversación de los fragmentos recordados y da alas a la transmisión de la memoria de quiénes somos. El contexto de las imágenes que estereotipan quita las capas de sedimento alienante construidas sobre la exclusión y nos obsequia un álbum fotográfico íntimo de diversas naciones nativas estadounidenses de familiares con mucho en común. La instalación incluye un monitor de televisión en el que hay un primer plano de un majestuoso venado pastando junto con otros tres congéneres cerca de un lago y unas montañas cubiertas de nieve color azul. El ribete de la alfombra se asemeja a las pezuñas de venado como las que pintaban los indígenas huicholes de México en coloridos diseños acompañados de una estrecha franja de motivos geométricos propios de los nativos estadounidenses, que infunde una sensación de serenidad en la sala. En otra pared, un póster de la banda de rock Red Bone -integrada por nativos estadounidenses- que en 1974 consiguió el quinto puesto en el certamen Hot 100 de Estados Unidos con su éxito Come and Get Your Love revela una poco conocida contribución a la historia de la música de este país.
Junto al de Red Bone hay un conocido póster de los sesenta y setenta del pasado siglo con el icónico indio no nativo estadounidense Iron Eyes Cody del anuncio «Mantened limpio Estados Unidos» que cambia la atención hacia un hecho no revelado. El sutil mensaje del póster en el que la mitad del espacio está ocupado por un lagrimeante ‘Indio que llora’ y la otra mitad por la frase «Involucraos ahora: la contaminación nos hace daño a todos», se podría entender al principio como algo positivo. Quizás hasta cierto punto: «Para muchos estadounidenses, el ‘Indio que llora’ se convirtió en el símbolo por antonomasia del idealismo ambientalista».1 Por otro lado -según algunos investigadores y artículos-, aquí se revela que los patrocinadores que estaban detrás de la campaña Mantened limpio Estados Unidos eran las empresas embotelladoras y empaquetadores que querían interferir con la contracultura ambientalista de la época.
La exposición recupera su propia representación cultural con un enfoque de oposición que interrumpe los convencionales métodos occidentales de borrado e investigación. La mirada categórica y el consumo visual de imágenes se encuentran con una pausa para mediar con la cultura dominante mediante una sensibilidad estadounidense nativa. Es aquí donde la investigación colaborativa envía un desafío pionero que toma en consideración una metodología de autodeterminación recíproca y desde dentro. La conservación y la documentación de las imágenes permiten mantener abiertos los caminos imaginarios para penetrar en la historia. «La fotografía ha sido, y sigue siendo, algo fundamental en la cuestión de la descolonización, que nos remite al pasado y nos brinda formas de reclamar y renovar los vínculos que afirman la vida.» Para el director de desarrollo del UAII, Joseph Quintana desde Kewa Pueblo, el proyecto «fue una forma de reivindicar nuestro propio camino y dar comienzo a una nueva historia de la comunidad». Las instantáneas son una recepción de bienvenida a una conversación en curso sobre estrategias para captar imágenes fotográficas […] buscando activamente transformar sus contextos interpretativos en educación, en cultura popular, los medios, la organización de la comunidad, etc.»2 La exposición va más allá de los momentos detenidos. Responde a la negación y al desmembramiento histórico.
El equipo del proyecto está compuesto por la Asociación de Estudios sobre Nativos Estadounidenses (NAISA, por sus siglas en inglés) del Centro de Estudios de los Indígenas de la Universidad Occidental de Los Angeles (UCLA), la galería These Days y el UAII.
Notas:
(2) Angela Davis, Picturing us (Nueva York, The New Press, 1994), p.178
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la misma.