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La desinversión de Israel no es racismo

Fuentes: mediamonitors

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

«No le cabe a uno en la cabeza, para decir lo menos. Quiero decir: ¿esperan de verdad los israelíes que pueden privar a los palestinos de sus libertades sin ser criticados? Preferimos la no-violencia en el Medio Oriente, pero por qué provocan una ira semejante los votos de la Iglesia?»

Ante el reciente voto de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de EE.UU. (PCUSA, por sus siglas en inglés), de iniciar su desinversión selectiva de las compañías que se benefician con las ventas de productos y servicios que provocan daños a los palestinos, hay una campaña organizada en todo el país para acusar a la Iglesia de ‘antisemitismo’.

Un ejemplo del tipo de mensajes de odio que recibe Bill Somplatsky-Jaman, miembro del equipo del Comité de Responsabilidad de la Misión a Través de la Inversión de PCUSA es el siguiente: «¿Por qué tratan de dañar al Estado de Israel, Bill? ¿Por qué tratas de dañar a los judíos? Estoy furioso. Sé perfectamente lo que sientes, hijo de puta. ¿Quieres que todos ellos mueran en hornos, Bill?» Y muchos hablan directamente y preguntan por qué la Iglesia es ‘antisemita’.

El que haya gente que utiliza con tanta facilidad la acusación de ‘antisemitismo’ – una etiqueta hecha para conjurar imágenes del período de la II Guerra Mundial cuando los judíos fueron perseguidos y asesinados sistemáticamente por ser lo que eran – es extraordinario. Eso fue entonces, y esto es ahora.

En realidad, PCUSA desea desinvertir de compañías como Caterpillar, que vende aplanadoras a Israel – utilizadas en la demolición de miles de casas, y para arrancar cientos de miles de olivos. PCUSA está preocupada también por el Muro que Israel construye, que hará que la vida de muchos palestinos sea insoportable La Fundación Presbiteriana posee actualmente 36.900 acciones de Caterpillar, por un valor de unos 2,7 millones de dólares. Otras 200 acciones, evaluadas en 15.000 dólares, pertenecen a la cartera de acciones Consejo de Pensiones de un valor de 6.000 millones de dólares. La PCUSA ya utilizó su poder financiero con Caterpillar anteriormente cuando ayudó a persuadirlos de que dejaran de modificar camiones para el uso militar sudafricano a principios de los años 80.

En realidad, la desinversión es lo que ayudó a terminar con el régimen del apartheid en Sudáfrica, terminando los vínculos financieros que habían permitido que el gobierno blanco afrikáner continuara con sus políticas racistas. El arzobispo sudafricano Desmond Tutu y otros incluso se han referido a la ocupación israelí de cristianos y musulmanes palestinos como el «apartheid israelí».

¿En qué se parecen las dos situaciones? Bueno, en un discurso de 2002 en Estados Unidos, Tutu dijo que veía «la humillación de los palestinos en los puntos de control y los bloques de ruta, y que sufren como nosotros cuando los jóvenes policías blancos impedían que nos moviéramos». En 1999, el estadista sudafricano Nelson Mandela declaró ante la Asamblea Palestina: «Las historias de nuestros dos pueblos se corresponden de maneras tan dolorosas y conmovedoras que me siento intensamente en mi casa junto a mis compatriotas».

¿Pero son Tutu y Mande ‘antisemitas’ o ‘antiblancos’ por haber hecho esas declaraciones? Tal vez algunos estadounidenses lo pensaron en la época en la que Estados Unidos apoyó al régimen del apartheid hasta que ‘ya no estaba de moda’.

¿Se supone ahora que esperemos con el apoyo a la desinversión hasta que el apoyo a Israel ‘ya no esté de moda’? En realidad deberían dejar de andar lanzando por doquier con tanta facilidad esa etiqueta de antisemita, porque pierde su peso.

Cuando el primer presidente George Bush sugirió que la influencia del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí obstaculizaría su pedido de retrasar las garantías de un préstamo a Israel, un ministro israelí lo llamó antisemita. En su libro: ‘They Dare to Speak Out,’ el antiguo congresista Paul Findley hace una lista de colegas que fueron llamados antisemitas cada vez que expresaban preocupaciones sobre Israel, incluyendo al popular antiguo congresista y héroe de la Guerra de Corea, Pete McCloskey y el ex presidente de Relaciones Exteriores del Senado Chuck Percy. El magnate de los medios Ted Turner ha sido calificado de antisemita por acusar a Israel de usar terror contra los palestinos. Y en Harvard, el presidente Larry Summers clasificó vergonzosamente a respetados profesores como parte de una ofensiva ‘antisemita’ para exhortar a la universidad a desinvertir su legado de inversiones en Israel.

Lo deja a uno boquiabierto para decir lo menos. Quiero decir: ¿esperan verdaderamente los israelíes que pueden privar a los palestinos de sus libertades sin que se les critique? Preferimos la no-violencia en el Medio Oriente, así que ¿por qué provocan los votos de la Iglesia semejante furia?

La billetera fue un arma efectiva cuando fue utilizada contra Sudáfrica y el cambio de la estrategia hacia la desinversión podría ser precisamente la llave para llevar por fin a Israel a terminar con sus prácticas racistas e inhumanas, dando tanto a palestinos como a israelíes la paz que merecen. La Iglesia Presbiteriana de EE.UU. debería ser encomiada por su valor y por abrir el camino para que otros lo sigan en la elusiva ruta hacia la paz en Medio Oriente.

por cortesía & © 2004 Sherri Muzher
17 de agosto de 2004