Recomiendo:
1

La doble estrategia de Turquía: democracia para la paz, paz para la democracia

Fuentes: Rebelión

El pueblo de Turquía enfrenta un punto de inflexión histórico que demanda la búsqueda simultánea de dos objetivos inseparables: la paz y la democracia. En este momento crucial, ocurrieron dos hechos aparentemente inconexos: el PKK, siguiendo el llamado de Abdullah Öcalan, anunció su autodesintegración durante su 12º Congreso, y el 19 de marzo de 2025, el régimen autoritario lanzó una operación judicial para eliminar políticamente al alcalde electo de Estambul, Ekrem İmamoğlu —una acción ampliamente vista como un “golpe civil”. Aunque estos acontecimientos parezcan distintos, apuntan a una misma necesidad: la unificación de la paz y la democracia en una lucha común que determinará el futuro de Turquía.

La estrategia del poder gobernante es clara: no dudará en levantar obstáculos formidables a la paz intensificando la represión contra la oposición democrática. En este contexto, el debate de larga data adquiere nueva urgencia: ¿la paz conduce a la democracia, o debe la democracia abrir el camino para la paz? La respuesta tiene profundas implicaciones para cualquier transición significativa.

Este artículo examina las condiciones bajo las cuales podría desarrollarse un proceso de paz en medio del creciente autoritarismo en Turquía. Identifica los obstáculos y riesgos involucrados y propone una estrategia integral basada en la relación mutuamente reforzadora entre la democratización y la construcción de la paz.

La dialéctica entre paz y cambio democrático
En sociedades afectadas por conflictos, la paz implica mucho más que el silencio de las armas. Requiere la legitimación de demandas políticas, la protección de la libertad de expresión, el respeto al estado de derecho y la ampliación de la participación democrática. La paz, en este sentido más amplio, puede desencadenar y sostener la democratización. Sin embargo, los regímenes autoritarios suelen suprimir estas dinámicas, reduciendo la paz a una cuestión de seguridad nacional y resistiendo el cambio estructural.

Los riesgos de la paz bajo el autoritarismo
Perseguir la paz dentro de un marco autoritario presenta profundas contradicciones:

  • Falta de transparencia: Las decisiones las toma una élite reducida, excluyendo al público en general.
  • Exclusión de la sociedad civil: Grupos opositores y actores cívicos quedan marginados; se suspenden los mecanismos participativos.
  • Instrumentalización del proceso: La paz se usa como herramienta política para reforzar la legitimidad del régimen y no para resolver el conflicto subyacente.
  • Paz retórica sin reformas: El Estado promueve un discurso de “paz” sin implementar reformas democráticas significativas.

Estas dinámicas pueden dar lugar a un alto el fuego temporal, pero bloquean el camino hacia una paz duradera y transformadora.

Lecciones comparativas
Ejemplos históricos ilustran el vínculo crítico entre democratización y paz duradera:

  • Sudáfrica logró la paz mediante un proceso paralelo de transformación democrática, garantizando inclusión y justicia.
  • El acuerdo de paz en Colombia con las FARC careció de salvaguardas democráticas adecuadas y sigue siendo frágil y contestado.
  • En España no hubo avances reales en la cuestión vasca durante el régimen franquista; solo con la transición democrática se hicieron posibles negociaciones significativas.

Estos casos muestran que autoritarismo y paz son fundamentalmente incompatibles a largo plazo.

Turquía en 2025: autoritarismo consolidado
En 2025, Turquía intenta iniciar esfuerzos de paz en condiciones profundamente antidemocráticas: la independencia judicial ha colapsado, los medios están fuertemente censurados, la oposición es perseguida, y el régimen se ha centralizado aún más tras el golpe civil del 19 de marzo. En este entorno, ningún proceso de paz puede ganar tracción o legitimidad si no se ancla en garantías democráticas.

Incluso si se iniciaran negociaciones, una paz sostenible y justa seguirá fuera de alcance sin protecciones constitucionales, reformas legales y participación política abierta.

Dónde reside la esperanza
A pesar de estos desafíos, aún hay motivos para un optimismo cauteloso. Tres desarrollos prometedores destacan:

  1. El apoyo público persistente a la paz: una parte importante de la sociedad turca sigue demandando una resolución pacífica a la cuestión kurda y otros conflictos sociales.
  2. Reconocimiento creciente de los derechos kurdos: segmentos cada vez mayores de la población ven la cuestión kurda como un asunto de ciudadanía constitucional y derechos iguales, no solo una cuestión de seguridad.
  3. Potencial para una alianza democrática: podría emerger una coalición basada en el diálogo y valores democráticos compartidos entre organizaciones de la sociedad civil, partidos de oposición y el movimiento político kurdo.

Estas dinámicas, aunque frágiles, pueden sentar las bases para un avance democrático que frene los límites del autoritarismo.

Hacia una doble estrategia
En regímenes autoritarios, la paz solo puede echar raíces si se persigue a la par con la democratización. Cualquier proceso serio de paz debe ser:

  • Socializado, involucrando al público en todos los niveles;
  • Transparente, con plena inclusión de la oposición y la sociedad civil;
  • Legalmente garantizado, mediante salvaguardas constitucionales e institucionales.

Esto nos lleva a la conclusión necesaria: la paz y la democracia deben buscarse conjuntamente mediante una doble estrategia —una lucha simultánea para acabar con el conflicto armado y construir un orden constitucional democrático.

El principio de “democracia para la paz, paz para la democracia” ofrece una brújula vital para quienes buscan una resolución justa y duradera en Turquía. No es solo un lema, sino una imperiosa estrategia en la búsqueda de un cambio genuino.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.