Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, denunció que la violencia y la grave discriminación contra los palestinos se extiende mucho más allá de Gaza y llega incluso hasta la Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental. En su opinión, esto crea una situación potencialmente explosiva. Dijo tener un profundo presentimiento de que si la situación actual continúa, la crisis palestino-israelí se va a propagar por todo el Medio Oriente.
Ante los Estados miembros de la ONU sostuvo que, en el marco de la ofensiva que está llevando a cabo el Ejército israelí en los territorios palestinos, se requiere de una investigación internacional. “Las acusaciones extremadamente graves de violaciones múltiples y profundas del derecho internacional humanitario, quienquiera que las cometa, exigen un análisis riguroso y de una rendición de cuentas total; que en las situaciones, en las que las autoridades nacionales están poco dispuestas o son incapaces de llevar a cabo tales indagaciones y hay versiones controvertidas sobre incidentes particularmente significativos, se requiere una investigación internacional; que las violaciones del derecho humanitario cometidas por una parte, incluidos los crímenes de guerra, nunca eximen a la otra del cumplimiento de los principios claros del derecho de la guerra”. Pidió corredores humanitarios en toda la Franja de Gaza. “Esta acción es sumamente necesaria. E insto a todos aquellos con responsabilidad a dar un paso atrás ante esta devastadora escalada de muerte, destrucción y dolor”.
En Arabia Saudita se celebró la cumbre Árabe-Islámica, cuya declaración final señaló que los países árabes e islámicos documentarán los crímenes de guerra de Israel en la Franja de Gaza, pedirán a un fiscal de la Corte Penal Internacional, CPI, que los investigue y se dirigirán a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, para que investigue el uso de armas químicas por parte de Israel. Los participantes de la cumbre, además de exigir un alto al fuego inmediato, hicieron un llamado a los países del mundo para que dejen de exportar armas a Israel e instaron al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una resolución vinculante que ponga fin a la agresión por parte de los israelíes, que viola el derecho humanitario internacional.
La cumbre, que fue inaugurada por Mohammed bin Salman al Saud, príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, contó con la participación de los jefes de Estado o de Gobierno de los estados miembros de la Organización de Cooperación Islámica, OCI, y la Liga de Estados Árabes.
Hissein Brahim Taha, secretario general de la OCI, reafirmó la solidaridad y el apoyo inquebrantable mostrado por el conjunto de naciones al pueblo palestino, al mismo tiempo que recalcó el compromiso conjunto del grupo con la causa central, en lo referente a la reivindicación del Estado de Palestina y de Jerusalén del Este; también exigió el cese inmediato, duradero y completo de la actual agresión israelí contra el pueblo palestino, la apertura de corredores humanitarios para brindar de manera adecuada y sostenible la ayuda y los insumos esenciales a la Franja de Gaza y reclamó la protección internacional para el pueblo palestino.
Abdalá II, rey de Jordania, expresó: “Hay que detener la catástrofe que está llevando la región al abismo. Rechazamos categóricamente el desplazamiento forzoso de palestinos, que es la línea roja para todos nosotros. Si no se pone fin a los crímenes de guerra del apartheid y al genocidio, la situación podría tener consecuencias graves, cuya responsabilidad recae en la ONU, en su Consejo de Seguridad y en los Estados que lo dirigen hacia un callejón sin salida”.
Recep Erdogan, presidente de Turquía, declaró: “Israel aterroriza a la población de Gaza. Israel es un Estado terrorista. Benjamín Netanyahu debe ser juzgado en la CPI por los delitos de genocidio”. Señaló que Turquía presentó ante la CPI una demanda contra Netanyahu, al que le acusa de cometer genocidio en la Franja de Gaza. En la demanda se exige que la fiscalía de la CPI recopile pruebas de los crímenes israelíes contra la población de Palestina. Argumenta que, frente al mundo entero en la Franja de Gaza, Netanyahu utiliza armas prohibidas por las convenciones internacionales y que Israel será considerado un Estado terrorista maldito si continúa con las matanzas.
Benjamín Netanyahu le respondió: “Llama a Israel Estado terrorista, pero en realidad apoya al Estado terrorista de Hamás. Usted mismo bombardeó pueblos turcos dentro de las fronteras de Turquía. No escucharemos sus sermones”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía le replicó: “Las autoridades israelíes, que ya han perdido legitimidad en la mente de la humanidad, no podrán encubrir los crímenes que han cometido, volando hospitales, matando a mujeres y a niños ante los ojos del mundo, ni podrán desviar la atención”. Reiteró el compromiso de Turquía de oponerse a las masacres de Gaza y apoyar la justa causa del pueblo palestino, que los “instigadores y autores de crímenes contra la humanidad serán llevados ante la justicia tarde o temprano”.
Previamente, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, líder supremo de Irán, había advertido: “Si estos crímenes continúan, los musulmanes y las fuerzas de resistencia perderán la paciencia y nadie podrá detenerlos. Deberían saber esto. Que aunque Irán no quiere una mayor escalada en la guerra entre Israel y Hamás, tendría que intervenir si el Ejército hebreo continúa su operación contra Gaza y, especialmente, si lanza su anunciada operación terrestre. Israel debería comprender que la incursión en la Franja de Gaza es una línea roja y que Palestina estará esperando hasta que Israel cometa este grave error. Si el régimen israelí da este paso y no deja de atacar con cohetes la Franja, acabará teniendo nuevos frentes de operaciones de combate, apuntados contra él, en vez del único que afronta ahora”.
Pese a ello, Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, declaró a Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio, que Israel no detendrá sus operaciones en Gaza hasta que sus tropas no cumplan su misión: destruir a Hamás y devolver a los rehenes a sus familias. Su afirmación puso en evidencia que las autoridades de Israel no quieren ni van a cumplir las exigencias de otros países, incluso de EEUU, de introducir una pausa humanitaria o negociar un cese al fuego.
Por su parte, la Casa Blanca comunicó: “En Cisjordania, el Sr. McGurk hablará del apoyo de la Administración Biden a la Autoridad Palestina y de su papel esencial como representante del pueblo palestino, así como de la necesidad de reformas para promover la estabilidad a largo plazo tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza y de las aspiraciones de los palestinos de vivir con las mismas medidas de libertad, seguridad y dignidad en un Estado propio”.
Sucede que Washington es incapaz de influir en Tel Aviv para resolver el conflicto del Oriente Medio debido a la confusión existente en su aparato estatal. El reconocido periodista Seymour Hersh afirma que, según un alto funcionario de Biden, EEUU no puede influir en las acciones de Israel en la Franja de Gaza. “Antony Blinken parecía estar en un estado de confusión constante mientras Benjamín Netanyahu seguía haciendo lo que quería en Palestina. Mientras tanto, se observa un vacío de poder en Washington. Al mismo tiempo que EEUU envía cada día hasta mil bombas a Tel Aviv, en la propia Casa Blanca reina el caos. Están diciendo y haciendo lo que creen que llevará a la reelección del presidente Joe Biden”. La razón de esta incapacidad es la completa y profunda confusión dentro del aparato estatal estadounidense. Seymour Hers afirma que Netanyahu no escucha a los estadounidenses de alto rango que han visitado Israel, porque busca la destrucción total de Hamás.
La explicación de lo que actualmente sucede la dio en marzo de 2019 un diputado del partido LIKUD, cuando enfatizó en el Parlamento israelí: “Cualquiera que quiera impedir la creación del Estado Palestino debe apoyar la fortificación de HAMÁS y apoyar económicamente a HAMÁS. Esta es parte de nuestra estrategia”. El autor de esta estrategia macabra es nada menos que el actual primer ministro Netanyahu.
Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EEUU, al explicar los eventos del sabbat del 7 de octubre sostuvo: “Sabemos que Egipto advirtió a los israelíes tres días antes, que un suceso como este podría pasar. No quiero entrar en detalles clasificados, pero la advertencia fue dada”. Por eso es bastante probable que Israel no impidiera actuar a Hamás, para así tener un pretexto para expulsar a la población palestina de la Franja Gaza y apoderarse de esa tierra, razón por la que Netanyahu no escucha a los estadounidenses de alto rango que visitan Israel, sino que tampoco escucha al resto del mundo que exige un alto al fuego y está a favor de la solución de dos Estados, tal como lo determinó la ONU en 1947, como única vía para establecer una paz duradera en el Medio Oriente.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.