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En un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca

La «Fiesta del árbol» hace 90 años

Fuentes: Rebelión

Este artículo ha sido elaborado basandome en documentación de su archivo municipal y puede resultar interesante descubrir que no es algo actual sino que se remonta, en este caso a principios del siglo pasado, y curioso ver como se desarrollaba un acto, entendiendolo dentro del contexto social e histórico en el que se situa. «Poblar […]

Este artículo ha sido elaborado basandome en documentación de su archivo municipal y puede resultar interesante descubrir que no es algo actual sino que se remonta, en este caso a principios del siglo pasado, y curioso ver como se desarrollaba un acto, entendiendolo dentro del contexto social e histórico en el que se situa.

«Poblar nuestros montes y las inteligencias de los españoles son las dos cosas prioritarias que debe emprender España para entrar en el futuro con dignidad en el concierto de las Naciones» (Santiago Ramón y Cajal)

El Real Decreto del Ministro de la Gobernación, de 5 de enero de 1915, reinando Alfonso XIII, obligaba a celebrar anualmente una Fiesta del Árbol en todos los municipios, fijándose la fecha por cada Corporación. Este acuerdo se tenía que hacer público para general conocimiento de los habitantes. Además se invitaría a todos los funcionarios, asociaciones y entidades, «tanto oficiales como particulares», que tuvieran su residencia en la localidad. En el artículo 2º, se decía que en los presupuestos municipales los Ayuntamientos deberían consignar partidas presupuestarias para hacer frente a los gastos de la Fiesta, citando por ejemplo la adquisición de terrenos, siembras, plantaciones, riegos, etc., «imprescindibles para la celebración». Incluso asevera que los Gobernadores no aprobarán ningún presupuesto municipal que no contenga partidas «por pequeña que sea» destinada al fin indicado. En el procedimiento administrativo, los Secretarios estaban obligados a enviar una memoria de la Fiesta, por duplicado, al Gobernador de la provincia, en la que debía figurar: fecha de celebración, número de árboles plantados, número de «asistentes a la solemnidad», indicando especialmente el número de escolares que concurrieran, colaboradores y estado de plantaciones anteriores.

En abril de 1915, ya se constituye la Junta Local de la Fiesta del Árbol de la localidad, constando en su acta sus miembros: correspondiendo la Presidencia al Alcalde, y siendo vocales el cura párroco, el juez municipal, los dos maestros, el médico, el veterinario, el guarda mayor de montes y cinco grandes contribuyentes. Se decide no celebrar la Fiesta «en el año actual» por «lo avanzado de la época» y por «no haber pedido plantones», posponiendo y comprometiéndose a su realización «el mes de marzo del próximo año si el tiempo lo permite»

El jueves, 10 de febrero de 1916, se constituye de nuevo la Junta Local con los mismos miembros, a los que se le añaden siete personas que «se distinguen por sus conocimientos forestales y por su protección al arbolado», para «adoptar las medidas y medios para dar la mayor propaganda y lucidez al acto». Esta Junta «de acuerdo con la Corporación municipal» tomará los acuerdos relacionados con la celebración de la Fiesta y cuando se ha de celebrar, «acordando todos los extremos conducentes a que el acto se celebre con la mayor solemnidad posible para que resultando una verdadera Fiesta para el pueblo, impresione la imaginación de los niños y hasta de los adultos y consiga que miren el árbol con el respeto que se merece vegetal tan estimado». Copia del acta de constitución, programa de la fiesta, terreno designado para la plantación y número de árboles y niños que han de asistir, se envía al Gobernador Civil «por si tiene a bien nombrar un funcionario que le represente en dicho acto».

Finalmente la Fiesta se celebra el lunes 20 de marzo de 1916, concurriendo en la Plaza pública a las dos de la tarde, los miembros de la Junta local, los niños y niñas con sus profesores, llevando cada uno «su correspondiente bandera nacional» y acompañados de autoridades eclesiásticas, civiles, judiciales y militares, el guarda mayor y la «casi totalidad de los vecinos», sumando un total de participantes «que no bajaría de mil», entre ellos «personas de los pueblos limítrofes» (según el Nomenclator de 1920 la población de hecho de Almodóvar era de 1005 habitantes)

Se dirigieron, desfilando, hacia «la pradera de la Fuente del Abarcón», paraje situado a unos 500 metros del centro de la población en dirección suroeste, junto al cauce del río Valdemembra. Los niños y niñas cantaron «himnos nacionales» y «a la bandera» que fueron «coreados por los asistentes».

El número de árboles plantados fue de 86, donados por el Distrito Forestal, uno por cada uno de los niños participantes. (el censo-registro escolar de 1913 recoge un total de 120 alumnos de las Escuelas, 64 niños y 56 niñas).

Pronunciaron discursos, el cura párroco, el presbítero, el veterinario y los «señores profesores». El acta destaca y se incluye en el expediente analizado, «un canto dedicado a la Villa» recitado por el maestro Don Bonifacio Torrecilla Palomero, que entre otros muchos versos incluye éstos: «Ésta arbórea función/que hoy vamos a celebrar/de Almodóvar del Pinar/en la venidera historia/será página de gloria/que en ora habéis de grabar». Y finalmente once niñas y once niños (se citan sus nombres y apellidos) recitaron poesías, siendo «calurosamente ovacionados» y se dieron «numerosos vivas a la Patria, a Sus Majestades y a las autoridades».

Así concluyó el acto, y los niños y niñas «regresaron en correcta formación» con sus banderas y acompañados de las autoridades y vecindario, hasta las Escuelas; donde el Alcalde, Don Ángel Cuesta Pérez, pronunció un «elocuente discurso alusivo al acto para despertar en los niños el respeto y amor al arbolado», tras lo cual se distribuyó a los todos los niños y niñas, «por mandato» del Alcalde, una «pequeña merienda individual» preparada de antemano, con lo que «quedaron todos contentos y satisfechos dándole las más expresivas gracias».

Y para el resto de «autoridades y particulares» también hubo obsequios: «refrescos, pastas y cigarros», quedando todos «muy complacidos».

Almodóvar del Pinar (Cuenca), 21 de febrero de 2006

A. Luis Castellano Bobillo
Archivero de la Mancomunidad de Servicios «CAPAMA»