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Entrevista a Ghassan Abu Sittah

«La historia acabará identificando a CNN y BBC como portavoces de un proyecto genocida»

Fuentes: El Salto [Foto: Ghassan Abu-Sittah, en el centro, en una cirugía reconstructiva de urgencia en el Hospital Shifa de Gaza en mayo de 2021 (Hosam Salem para DAWN)]

El cirujano y rector de la Universidad de Glasgow Ghassan Abu Sittah estuvo en Gaza 43 días entre octubre y noviembre de 2023. En esta entrevista explica quienes estaban realmente en los hospitales atacados por Israel.

El 16 de junio Frank Barat mantenía esta entrevista-conversación con el doctor británico-palestino Ghassan Abu Sittah, cirujano craneofacial mundialmente reconocido y con una amplia experiencia asistiendo quirúrgicamente a la población civil en ataques israelíes en la Franja de Gaza. La última vez fueron 43 días entre octubre y noviembre de 2023 en los hospitales de Al-Shifa y Al-Ahli. Él ha visto de primera mano muchas atrocidades tratando a sus pacientes en Gaza. Seguramente por eso el gobierno alemán bloqueó su entrada en el país el 12 de abril cuando se dirigía a dar un charla en la Conferencia Palestina de Berlín 2024. Alemania le impuso una prohibición de viajar dentro del espacio Schengen.

A pesar de que más tarde consiguieron que la orden se revocara, esto hizo que el 4 de mayo se le denegara la entrada en Francia cuando iba a dar una charla en el Senado y que no le dejaran poner sus pies en los Países Bajos cuando lo intentó el 15 de mayo tras una invitación para participar en los actos organizados con motivo del aniversario de la Nakba. ¿Qué evidencias son las que temen que se difundan? ¿Qué reflexiones no quieren que se digan y se escuchen en los 29 países del espacio Schengen? Occidente intenta silenciar las voces de aquellas que son testigos y aportan claridad sobre el genocidio en Gaza.

Esta entrevista forma parte de una serie de conversaciones que Frank Barat lleva realizando desde octubre de 2023 y que pueden encontrarse en su canal de youtube subtituladas al castellano por el colectivo Viva Palestina Libre – Subtítulos contra la ocupación que se encarga, además, de su edición en formato texto para este medio.

Frank Barat: Quería empezar preguntándote: estuviste en Gaza durante la primera y la segunda Intifada. Estuviste allí de nuevo durante una masacre en 2008 y en 2009 en la Operación Plomo Fundido, luego otra vez en 2012 y en 2014. Estuviste allí para la Gran Marcha del Retorno en 2018. También has viajado y trabajado en Siria, Líbano, Yemen e Iraq. Y estuviste de nuevo en Gaza hacia finales de octubre y durante noviembre de 2023. Quería preguntarte, en cierto modo, ¿qué es diferente esta vez?

Ghassan Abu Sittah: Creo que la diferencia es la diferencia entre una inundación y un tsunami. Se trata de la gravedad, la escala, la intención y los objetivos. Eso es lo que lo hace diferente. Lo que es diferente es el hecho de que el sistema sanitario y su destrucción era una parte principal de la estrategia militar. Y lo que es diferente es la intención genocida. Y puedes ver… Quiero decir, ahora, en retrospectiva, puedes ver la diferencia. La guerra es un ataque al presente para alterar el futuro. Un genocidio ataca el presente y el pasado para borrar el futuro. Y, por tanto, la escala es diferente y los objetivos son diferentes.

Frank Barat: Yo también cubrí y tenía amigas que estaban allí en 2008, 2009. No es raro que Israel ataque hospitales, escuelas y mezquitas. Pero cuando dices que la escala es diferente, ¿qué quieres decir con eso?

Ghassan Abu Sittah: Bueno, una cosa es atacar hospitales, otra cosa es desmantelar el sistema sanitario, porque el ataque a un hospital es un componente del desmantelamiento del sistema sanitario. Atacar sistemáticamente todos los hospitales y volver sobre aquellos hospitales que reabrieron para atacarlos de nuevo, como hicieron con Al-Shifa o como hicieron con el Hospital Indonesio. Y luego matar a más de 400 médicas y enfermeras, más de 55 doctoras especialistas, destruir todas las facultades de medicina, destruir los sistemas de agua y de tratamiento de aguas residuales y las casas de la gente, todo ello para crear epidemias de enfermedades infecciosas y luego producir una hambruna. Eso es la destrucción del sistema sanitario, a diferencia de atacar el sistema sanitario.

Frank Barat: También quería preguntarte, mientras estuviste allí por… ¿Cuánto tiempo te quedaste? ¿Unas semanas?

Ghassan Abu Sittah: 43 días.

Frank Barat: Israel dice que su objetivo es Hamás y los combatientes de Hamás. Israel dice o afirma que ha matado a unos 14.000 combatientes de Hamás. Mientras estabas allí, trabajando en hospitales, ¿qué víctimas viste llegar? ¿Viste entrar a muchos combatientes?

Ghassan Abu Sittah: Muy al principio, la mitad de los casos que llevaba a quirófano eran niñas, y el resto eran familias. La gente era asesinada y herida en sus casas o en casas en las que habían buscado refugio. O eran sacadas de entre los escombros, como unas de las pocas supervivientes, cuando se derribaba un edificio. Y por tanto, era muy obvio que había una destrucción sistemática de la vida al tener como objetivo a la gente dentro de sus casas.

Frank Barat: Entonces, ¿estás diciendo que no viste llegar a muchos combatientes?

Ghassan Abu Sittah: No, no vi a ningún combatiente y mi teoría, por el tiempo que estuve allí, es que ellos, aparte de todo lo demás, tienen una infraestructura médico-sanitaria paralela porque literalmente no vi a ningún combatiente.

Frank Barat: Y según tu experiencia, porque Israel también afirma que Hamás utiliza Al-Shifa como cuartel general y otros hospitales como escondites. Quiero decir, has trabajado en Gaza durante años, muchas, muchas veces durante muchas guerras. ¿Qué opinas de esta afirmación de que Hamás utiliza instalaciones sanitarias como cuartel general o algo por el estilo?

Ghassan Abu Sittah: Si eso fuera cierto, entonces la gente no habría estado usando los hospitales como centros de acogida. Hacia el final había casi 30.000 o 35.000 personas desplazadas internas sólo en Al-Shifa. Si la gente hubiera visto combatientes de Hamás allí, se habrían llevado a sus familias y a sus seres queridos y habrían huido, porque habrían pensado “esto va a ser ahora el objetivo”. Y así, por el mero hecho de que los hospitales son el lugar donde la gente busca refugio en Gaza, pone de relieve el hecho de que éstos son vistos por la población como instituciones puramente civiles, sin combatientes a su alrededor. Y… ¿sabes?, cuando los israelíes entraron en Al-Shifa, ninguna de estas narrativas resultó ser cierta. Hubo algún tipo de intento miserable y mediocre de mostrar algún cargador de ametralladora junto a una máquina de resonancias magnéticas, lo que sabemos que nadie hace porque la máquina tiene un imán que atrae estas cosas. No había ninguno de estos gráficos que se mostraron en esa infame rueda de prensa en la que el ejército israelí dijo que debajo de Al-Shifa estaba este centro de mando y control.

Frank Barat: Y de eso quería hablarte, en realidad. A pesar de esta ridícula propaganda de Israel —que es un insulto para cualquier ser humano y un insulto para cualquier periodista—, lo oímos una y otra vez en los principales medios de comunicación, los medios corporativos, poniéndose del lado de Israel. ¿Cómo te hace sentir como ser humano, pero también como palestino?

Ghassan Abu Sittah: Cuando estaba allí y tenía que atender las llamadas de periodistas, cualquier historia ridícula que el ejército israelí creara, se convertía en la prueba que tenía que ser refutada por el pueblo palestino. Si los israelíes decían que había misiles saliendo de un hospital, entonces era tarea de la gente palestina, demostrar que no había misiles, aunque el hospital estuviera lleno de periodistas. Y por eso, no se trata de no oír o de no ver, es un proceso activo, impulsado por el racismo y por la connivencia. Y ese no querer oír ni ver a la gente palestina por parte de la BBC, por parte de la CNN, la NBC, Sky, y todos esos medios de comunicación, es un proceso activo a través del cual se permitieron a sí mismos, de manera voluntaria y activa, convertirse en piezas de propaganda de un proyecto genocida. Sé que no es mucho alivio para las víctimas, pero la historia no los absolverá. La historia no absolverá a esta gente de la CNN y de la BBC. La historia acabará identificándolos como los portavoces de un proyecto genocida en el siglo XXI.

Frank Barat: No puedo estar más de acuerdo. Y algo más que está sucediendo es que, en realidad, junto con el pueblo palestino, víctima de un genocidio, de una mentira en directo en nuestras propias pantallas, también son las personas que se solidarizan con ellas las que están siendo retratadas como criminales, ¿cierto? Se te denegó la entrada en Alemania, luego en Francia y después se anuló la prohibición. Las estudiantes en todo el mundo que luchan por la justicia están en el punto de mira y están siendo detenidas y golpeadas por la policía. Se están prohibiendo las manifestaciones. De nuevo, has hablado de historia, pero el momento presente puede ser muy descorazonador y muy enloquecedor. De nuevo, como palestino, ¿qué opinas al respecto? ¿Confías en que la historia, en cierto modo, corregirá estas cosas? Pero ¿cómo te hace sentir ahora, el hecho de que estás siendo criminalizado por ser objeto de un genocidio?

Ghassan Abu Sittah: Una de las cosas que descubrí cuando salí de Gaza, es que el proyecto genocida es como un iceberg. E Israel es la punta del iceberg. Pero el resto del iceberg es el eje del genocidio. Estos gobiernos, desde Berlín a Londres, París o Washington. Este es su proyecto genocida tanto como es el proyecto genocida israelí. Y las instituciones de estas clases dirigentes, los periódicos, los medios de comunicación, son facilitadores del genocidio, cuyo trabajo es garantizar la longevidad del genocidio. Por eso estamos aquí ocho meses después. Hoy es el Eid [la entrevista se realizó el 16 de junio], ahora estamos celebrando el Eid, mientras se produce un genocidio. Celebramos el Eid ocho meses después, porque estas instituciones, ya sean las instituciones médicas como la Asociación Médica Británica o el Real Colegio de Cirujanos, o la Asociación Médica Americana, o la Asociación Médica Mundial, o medios de comunicación como la BBC o la CNN o ITV, o las parlamentarias en estos países, todos son facilitadores del genocidio. Ese es un componente crítico de este iceberg genocida.

Frank Barat: En octubre, cuando esto empezó, y tú conoces muy bien Israel, sabes de lo que es capaz Israel porque lo has experimentado a lo largo de los años muchas, muchas veces. ¿Alguna vez pensaste que después de ocho o nueve meses estaríamos todavía viviendo este genocidio?

Ghassan Abu Sittah: Honestamente, no pensé que el mundo dejaría que algo así sucediera en el siglo XXI. Y mientras lo veía en directo, mientras veía a estas niñas siendo asesinadas, mientras veía a gente siendo desmembrada, mientras veía a la gente siendo masacrada, mientras veía a la gente demacrada por la hambruna, el mundo permitía que esto sucediera, y el mundo era activamente cómplice. ¿Sabes? Hablas del movimiento estudiantil. Para mí, como alguien que ha visto y vivido este genocidio, fue el movimiento estudiantil el que me hizo recuperar la fe en las sociedades occidentales. Y hasta que eso ocurrió, nos dirigíamos hacia la creencia de que se trataba de “ellas” contra “nosotras”, nosotras en el Sur, ellas en el Norte. Y fue esa pureza moral y esa claridad moral del movimiento estudiantil, que de alguna manera fue capaz de enviar realmente un mensaje a las personas del Norte, que viven en estos países donde estos gobiernos participan activamente en el genocidio. Sabes, el ejército estadounidense participó activamente en la masacre de Nuseirat. La inteligencia británica y los vuelos de reconocimiento británicos participaron activamente en esta guerra. Los alemanes han aumentado 10 veces su suministro de armas desde el 7 de octubre. Están participando activamente en el genocidio. Y sucede que a medida que las sociedades se niegan a elegir la connivencia con estas instituciones políticas y estas clases políticas, que surge algo de esperanza en la humanidad.

Frank Barat: También quería hacerte una pregunta. Quiero decir, tu familia fue expulsada en 1948, muchas de ellas se fueron a la Franja de Gaza y se convirtieron en refugiadas. Eso es parte del contexto que siempre falta, cuando la gente dice en los principales medios de comunicación que todo comenzó el 7 de octubre. ¿Es posible explicar lo que significa ser una persona desplazada, o lo que significa ser una persona refugiada en Gaza o en Palestina?

Ghassan Abu Sittah: Si quieres entender lo que significa ser una refugiada y la hija de una refugiada y la nieta de una refugiada, mira cómo a pesar de toda la matanza, a pesar de todos los asesinatos, a pesar de todo el hambre y la destrucción, las palestinas en Gaza se han negado a volver a ser refugiadas. Así que a pesar de toda esta matanza, las personas palestinas creen que convertirse en refugiadas es peor que lo que les está ocurriendo. Y eso es como… esa muerte social continua. Lo que estamos presenciando es un genocidio físico y biológico. Convertirse en refugiada es un genocidio social, en el que te pierdes a ti misma, a tu comunidad, tu existencia, y vives perpetuamente en esa condición de ser refugiada, en la condición de ser una de las poblaciones excedentes del mundo.

Frank Barat: Me quedan dos preguntas. ¿Crees en la justicia internacional? Quiero decir, hemos visto lo que la Corte Penal Internacional está tratando de hacer con las órdenes de arresto contra Netanyahu y Yoav Gallant. Hemos visto a la Corte Internacional de Justicia proponer una y otra vez medidas provisionales para que Israel detenga su genocidio. No ha pasado gran cosa en cuanto a los estados, pero sigue siendo muy importante en términos de iniciativas legales y lo que podemos hacer como sociedad civil. Entonces, planteo dos preguntas en una: ¿Crees en la justicia internacional? ¿Y cuál crees que es el papel —y ya has tocado este tema un poco— de la sociedad civil? Y en cierto modo, ¿cómo puede tener el mayor impacto a la hora de detener este genocidio?

Ghassan Abu Sittah: Por supuesto, creo en la justicia internacional, y ahora más que antes, porque creo que esta es la guerra en la que o bien aceptamos el estado de derecho, el estado de derecho internacional que la humanidad había acordado tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial, o bien decimos: “¿Sabes qué? Todo esto era una gran mentira. No se trata de lo que haces, se trata de quién es tu víctima lo que determina si se te aplica el derecho internacional”. Y no debemos permitir a las élites gobernantes en Occidente su cinismo y su bancarrota moral para salirse con este tipo de… lo que Karim Khan de la CPI dijo que le habían dicho: “la CPI la creamos para los africanos y para ese matón Putin y no para nosotros”. Eso es lo que los gobiernos occidentales quieren obtener del derecho internacional. Es nuestro trabajo usar su espada contra ellos y asegurar que hay responsabilidad, que hay un cambio en el lenguaje. La importancia de la sentencia provisional de la CIJ es que legitima el uso del término genocidio porque decía que este no es sólo un término político, sino una definición jurídica de lo que está ocurriendo. Las órdenes de arresto de la CPI, básicamente identificarían a todos los integrantes de la cadena de mando del gobierno israelí y del ejército israelí, hasta el soldado genocida sobre el terreno, como cómplices de crímenes de guerra.

Frank Barat: ¿Y en cuanto a la sociedad civil, las estudiantes, la gente?

Ghassan Abu Sittah: Verás, este es un sistema que ha sido creado durante 76 años para proteger a Israel y garantizar la impunidad total. Por eso, cuando empezó la guerra, los políticos israelíes y sus líderes militares estaban tan intoxicados por estos 76 años de impunidad que verbalizaron su intención genocida. Verbalizaron sus deseos de limpieza étnica. Por lo tanto, este sistema tiene que ser desmantelado en cada una de las instituciones, en cada una de las universidades, de las asociaciones médicas, revistas científicas y médicas y en los medios de comunicación. Hay que desmontarlas, y ese es el papel de la sociedad civil. Y lo más importante es que la cultura política en occidente tiene que cambiar. Tenemos que seguir insistiendo, el apoyo y la complicidad en el genocidio deberían descalificar a los individuos a la hora de ocupar cargos públicos. Y a medida que nos acercamos a las elecciones en el Reino Unido, a medida que se acercan las elecciones en EE UU, debemos aplicar este principio, que va más allá de Gaza: “Si eres cómplice de un genocidio, eso debería descalificarte para ocupar un cargo político”. Y es tarea de las votantes garantizar que se respete ese principio. Porque después de eso, si volvemos a votar a individuos que son cómplices en el genocidio, nos merecemos la política que vamos a tener después de Gaza. Si crees que Keir Starmer, que apoyó activamente el asesinato de 14.000, 15.000 niñas palestinas, se preocupará por el hecho de que un tercio de las niñas en el Reino Unido viven por debajo del umbral de la pobreza, ¡eres una ilusa! La moral no está compartimentada de esta forma. Es lo mismo. Si usted cree que a pesar de la complicidad en el genocidio, Joe Biden es elegible, entonces te mereces los políticos genocidas que te tocan que luego desmantelarán sus propias sociedades. Y eso es lo que vimos en la Segunda Guerra Mundial. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto fueron la aplicación de tácticas genocidas y filosofías que se habían utilizado en las colonias durante generaciones y que luego regresaron a Europa. Y el genocidio volverá a las sociedades cómplices y que lo apoyan activamente.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/mapas/entrevista-ghassan-abu-sittah