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La huelga de miles de palestinos y palestinas en cautividad tiene delante un camino peligrosísimo

Fuentes: Rebelión

«IV. Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, 1949. Artículo 32 – Prohibición de castigos corporales, de tortura, etc. Artículo 33 – Responsabilidad individual castigos colectivos, pillaje, represalias. No se castigará a ninguna persona protegida por infracciones que no haya cometido. Están prohibidos los castigos colectivos, […]


«IV. Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, 1949.

Artículo 32 – Prohibición de castigos corporales, de tortura, etc.

Artículo 33 – Responsabilidad individual castigos colectivos, pillaje, represalias. No se castigará a ninguna persona protegida por infracciones que no haya cometido. Están prohibidos los castigos colectivos, así como toda medida de intimidación o de terrorismo».

 

La organización de la huelga de hambre indefinida por la Dignidad y la Libertad de los prisioneros y prisioneras de Palestina en cárceles israelíes no intercambia sus Derechos por favores o acuerdos. Los Derechos son parte de su existencia como prisioneros y prisioneras, los favores son pequeñas concesiones que pueden anularse y niegan, por sí mismos, la pertenencia a un colectivo con reconocimiento internacional, como el de los prisioneros.

El Comité Nacional que dirige la huelga lo forman representantes del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), de Hamas, de Yihad Islámica, del Frente Popular para la Liberación de Palestina, del Partido Popular y de Fatah, y su decisión unánime es que se respeten sus Derechos como prisioneros y prisioneras reconocidos en el Derecho Internacional, en la Cuarta Convención de Ginebra, en el Tratado de Roma… así lo exigen la Liga Árabe, el Movimiento de Países No Alineados, la ONU… ¡Ya está bien!

El establecimiento sionista, Israel, que se sitúa al margen de toda Ley y todo Derecho ha corrompido a tantos registradores, administradores, parlamentos, gobiernos… que hace que todos ellos se callen, no informen, no exijan justicia, engañen a sus pueblos. En España gobierna la ley del silencio, la «omerta» y el castigo sobre quien diga la verdad de lo que hacen los sionistas con el pueblo palestino.

No esperen todos ellos que el chantaje y la corrupción haga mella en la solidaridad con los prisioneros y prisioneras o en quienes el régimen del apartheid israelí tiene en cautividad. De un lado y otro se alzan las voces de reclamo y las voces que despiertan al mundo cada amanecer.

Si Netanyahu y su gobierno fascista mandan aislar y castigar físicamente a cada huelguista, si se niega a respetar los Derechos de los prisioneros, si ya han matado a un huelguista, Mazan al Maghrebi, es que están diciendo a los gobiernos y a los pueblos del mundo que eso mismo harían o harán con ellos si pueden, que la condena del apartheid, el crimen de guerra, el crimen de Lesa Humanidad, no les afecta.

En la prisión del desierto del Negev no se come, en la prisión de Ramon no se come, en la prisión de Ohli Cedar no se come, en la prisión de Nafha no se come, en la prisión de Ofer no se come, en la prisión de Jalame no se come, no se come, no se come…

Los prisioneros y las prisioneras emplean el arma de la huelga de hambre para conseguir sus Derechos reconocidos en el mundo, sólo Israel niega el respeto al resto de los gobiernos y pueblos. Y si alguna persona de esos dos grupos se rebelase por los mismos motivos, los carceleros de la ocupación les aplicarían la alimentación nasogástrica como la aplican a palestinos y palestinas, o si decidiesen comer les darían comida radiada para producirles cáncer como se ha sabido que hacen. Pero la respuesta a esas torturas y envenenamientos ha sido la negación de médicos israelíes a cometer tales crímenes, y rápidamente el gobierno israelí se ha puesto a buscar en el mundo -así lo han declarado en la TV israelí- médicos mercenarios dispuestos a realizarlos. El régimen del apartheid israelí lo corrompe todo.

La mejor defensa de los prisioneros y las prisioneras de Palestina son su Resistencia y las manifestaciones que suceden a diario en todas las ciudades de Palestina y del mundo. Los heridos que causa el sionismo con su represión vuelven a manifestarse al día siguiente aunque sólo puedan andar, en el exterior la actividad solidaria va en aumento. Otra respuesta a sionismo y otra ayuda a los prisioneros y prisioneras son los cientos de personas que fuera de las prisiones están en huelga de hambre, familiares, prisioneros liberados y gentes de todo el mundo.

Los gobiernos en general callan y los medios de prensa mienten, pero la gente se comunica saltando el muro sionista del silencio y sale a la calle, en Argelia, Jordania, Líbano, Inglaterra, Irlanda, Alemania, Francia, Suiza, Bélgica, Australia, Holanda, Italia, España, Noruega, en todo Latinoamérica, en EEUU, en Canada… todo lo que se está haciendo por los prisioneros y prisioneras de Palestina les da una fuerza inmensa.

El gobierno del apartheid israelí tiene que aprender que los Derechos de los prisioneros y prisioneras no son favores, ni acuerdos, que les pertenecen por su condición misma de cautivos de la potencia ocupante de su país.

Para terminar hay que tener presente el camino que va a tomar la huelga de hambre en las cárceles israelíes a partir del domingo día 7: un buen número de presos, con uno de los miembros del Comité Nacional a la cabeza, Samer el Issawi, han hecho saber que desde ese día dejarán de tomar agua si los ocupantes de Palestina no atienden sus justas demandas.

Ramón Pedregal Casanova, los dos últimos libros «Gaza 51 días» y «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia» pueden bajarse de internet. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.