Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Un conocido imán canadiense, que viajó a Arabia Saudí para hacer el peregrinaje anual musulmán del Hajj, fue arrestado en Medina, supuestamente después de haber sido golpeado, dicen testigos.
El gobierno canadiense confirmó el arresto el domingo y un portavoz del departamento de asuntos exteriores dijo que su embajada en Riad estaba lista a prestar ayuda diplomática. El Ministerio de Exteriores canadiense no dio más informaciones, citando preocupaciones por la privacidad.
Según las noticias, Usama al-Atar estaba con un grupo internacional que viajó a Arabia Saudí para el Hajj y dirigía una oración en un cementerio el domingo cuando los testigos dicen que fue enfrentado por agentes de la policía religiosa del país.
CTV informó de que los policías lo golpearon sin mediar provocación, persiguiéndolo y acosándolo frente a más de 200 testigos. Luego, según los informes, los policías se lo llevaron detenido sin dar ninguna explicación.
Michael Hayward, ciudadano británico, describió el ataque a CTV: «Estaba sangrando considerablemente por la golpiza. Colocaron su cabeza sobre una unidad de aire acondicionado y se sentaron sobre él hasta que su cara se puso azul.»
Hayward dijo al Toronto Star que la policía había «virtualmente estrangulado» a al-Atar aunque el imán no opuso resistencia.
Canadian Broadcasting Corporation informó de que al-Atar fue acusado de haber atacado a la policía religiosa saudí y que sigue bajo custodia policial. La policía saudí no ha confirmado las acusaciones o su detención, informó CBC.
Discurso desafiante
Al-Atar, que investiga sobre el cáncer en la Universidad de Alberta, es un líder chií musulmán francófono y fundador de la Juventud Musulmana Activa de Columbia Británica, una organización sin fines de lucro que enseña el Islam a la juventud.
El sitio Web del imán señala que al-Atar proviene originalmente de la ciudad iraquí de Kerbala. Dice que comenzó a recitar profesionalmente el Corán a los 14 años y que a los 19 leía ante grandes audiencias. Los informes dicen que los trabajos de al-Atar sobre la diabetes y el cáncer se han difundido ampliamente.
El Toronto Star citó a la Comisión Islámica de Derechos Humanos basada en Londres que dijo que al-Atar fue «maltratado» y el grupo exigió que las autoridades saudíes lo liberen de inmediato.
En marzo, al-Atar hizo un discurso en protesta contra la violencia en Bahréin en el que dijo: «Cuando mis hijos me pregunten qué hice cuando vi que mataban y oprimían a la gente, no quiero decirles que mantuve silencio».
Una fuerza de tropas del Consejo de Cooperación del Golfo, dirigida por saudíes, fue enviada a Manama, capital de Bahréin, para reprimir las protestas antigubernamentales dirigidas en su mayor parte por chiíes.
Al-Atar tiene en Canadá a su mujer embarazada y a un niño de tres años, según las informaciones.
La policía religiosa saudí se conoce como la Mutawa, una fuerza encargada de mantener el sistema de la ley islámica de la nación predominantemente musulmana suní.
Fuente: http://english.aljazeera.net/
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