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La proclamacion de un Estado palestino: probabilidades y consecuencias

Fuentes: aloufok.net

Traducido para Rebelión por Susana Merino

El Centro Al-Zaytuna de investigaciones y consultas, sito en Beirut, dirigido por el doctor Mohsen Saleh, acaba de publicar un estudio de evaluación estratégica relativo al reconocimiento por parte de la ONU del Estado palestino en el próximo mes de septiembre, lo que se ha dado en llamar el «plazo de septiembre».

Según dicho estudio de evaluación estratégica, no hay ninguna duda de que las reiteradas decepciones sufridas por los negociadores palestinos y el impasse en el que se encuentra el proceso de regularización, así como la falta de normas internacionales y la necesidad de concretar un logro, aunque sea moral, respaldan la idea de dirigirse a las Naciones Unidas para proclamar el Estado palestino y convertirse en miembro de pleno derecho. Pero para eso es necesario terminar con la división palestina sin tomar, sin embargo, medidas que pudieran suscitar la cólera israelí o estadounidense. Si la dirigencia palestina logra soportar las presiones de EE.UU. e Israel y prosigue su camino en dirección a la ONU, hará frente al veto estadounidense y a más de un obstáculo que podría desembocar en la anulación del proyecto o en su postergación. Por lo tanto la proclamación del Estado se va a analizar en diversos escenarios que podrían llevarla al éxito total o parcial o a su total fracaso. Esto no cambiará nada si la entidad sionista continua comportándose como actualmente como un «Estado al margen de la ley».

Introducción

Los negociadores palestinos palestino se han enfrentado a una serie de decepciones a lo largo de los dos últimos decenios. A pesar de todas las concesiones realizadas no han obtenido nada, ya que el Estado sionista ha seguido sobre el terreno su política de hechos consumados, los proyectos de «judaización» y colonización de Cisjordania y especialmente de Jerusalén. En el momento en que el gobierno sionista trata de imponer el reconocimiento de la raigambre judía de la entidad sionista, los negociadores se han visto en la apremiante necesidad de concretar un logro sobre el terreno, especialmente en el marco de los cambios árabes. La dirigencia palestina ha propuesto entonces, dirigiéndose a las Naciones Unidas, la proclamación del Estado palestino como miembro pleno con el reconocimiento de las fronteras establecidas en 1967. Este tema ha suscitado en el mundo múltiples reacciones, diferentes análisis y explicaciones.

Antecedentes históricos

Los palestinos han intentado obtener su independencia desde la ocupación británica de Palestina. Durante la guerra de 1948, los palestinos proclamaron la independencia de Palestina el 1 de octubre de 1948, pero el dominio de la entidad sionista sobre el 77% de Palestina, la anexión de Cisjordania por parte de Jordania y el otorgamiento de la administración de la Franja de Gaza a Egipto impidieron la creación del Estado palestino. En 1964 se creó la OLP con el propósito de liberar toda la Palestina. Es lo que declara la Constitución Nacional Palestina de 1968.

Posteriormente la OLP aprobó un programa de diez puntos, basado en la idea de la creación de un Estado palestino sobre todo el espacio liberado de Palestina. Ese programa permitió la incorporación de la OLP a la ONU con carácter de observador.

El 15 de noviembre de 1988, la ONU proclama la independencia del Estado de Palestina y acepta la solución de los dos Estados. La ONU reconoce esa independencia mediante la resolución nº 177/43, fechada el 15 de diciembre de 1988. La Asamblea General acepta utilizar la palabra Palestina en lugar de OLP. En 1993, la OLP firma los acuerdos de Oslo y reconoce al Estado de Israel en 1996, El Consejo Nacional Palestino acepta suprimir de la Constitución palestina todos los artículos que generen conflictos con los acuerdos de Oslo, incluida la lucha armada. En 1998, la quincuagésima segunda sesión de la Asamblea General de la ONU acuerda a Palestina el privilegio de participar en las sesiones y los trabajos de la Asamblea General, así como el de participar en las conferencias nacionales convocadas por la Asamblea o el Consejo de la ONU, en su carácter de miembro observador.

Actitud palestina

Aunque la dirigencia palestina ha admitido el fracaso del proceso de regularización, ha continuado afirmando que las negociaciones constituyen una elección estratégica. Concibió el movimiento de septiembre como un complemento del proceso de regularización, y no como un paso «unilateral» como pretenden Israel y su aliado estadounidense. Mahmoud Abbas ha considerado que la victoria del trámite ante la ONU necesitaba la unidad palestina, aunque fuera una fachada y concluyó rápidamente el acuerdo entre Fatah y Hamás el 13 de mayo de 2011.

Por otra parte las fuerzas de la resistencia palestina no se hallan interesadas en discutir la obtención del estatuto de miembro pleno derecho en las Naciones Unidas en la medida en que no se logren concesiones relativas a los derechos de los palestinos. Consideran que el éxito de la reconciliación palestina y su efectos sobre el vencimiento de septiembre dependen de la capacidad de la dirección de la OLP de librarse de las presiones estadounidenses e israelíes y de desembarazarse de los intereses partidarios, sectarios y personales, anteponiendo el supremo interés nacional, cumpliendo con los artículos de la reconciliación incluida la reforma de la OLP, la elaboración de un proyecto nacional conjunto y la definición de una agenda nacional palestina.

Los posibles pasos palestinos

1.- La prosecución de la campaña diplomática dirigida a obtener el reconocimiento de la mayor cantidad de países del mundo y la movilización para lograr un apoyo de la Asamblea General de las Naciones Unidas para garantizar el de más de los dos tercios de sus miembros; hasta ahora 123 países sobre los 193 lo han hecho, de modo que todavía faltan 6 paíse para llegar a los 2/3.

2.- La redacción de un proyecto de resolución para que un amplio abanico internacional se adhiera en las Naciones Unidas, lo que podría evitar el veto de los EE.UU.

3.- El mantenimiento de la reconciliación sin introducir cambios en el escenario palestino que podrían suscitar la cólera israelí y estadounidense y que podría usarse contra el necesario clima favorable para la proclamación del Estado en las Naciones Unidas. Esto podría traducirse evitando la formación de un gobierno en el que Hamás tuviera un papel esencial en el nombramiento de sus miembros y en la toma de decisiones con respecto a la reforma de los aparatos de seguridad, la liberación de los detenidos y la libertad de acción de las instituciones vinculadas a Hamás en Cisjordania.

La actitud israelí

El gobierno de derecha israelí ha demostrado su incapacidad para proponer una iniciativa política de negociaciones aceptada por las partes palestina y árabe y que podría acercar a los negociadores a la mesa. Eso no ha impedido sin embargo que todas las fuerzas políticas israelíes unan sus fuerzas para movilizar a la opinión pública internacional contra el reconocimiento del Estado palestino en las fronteras de junio de 1967. Podemos resumir la actitud israelí en los siguientes puntos:

1.- El acuerdo entre los partidos israelíes sobre negociaciones dirigidas a imponer la visión israelí sobre la regularización (incluyendo los tres «no») y la continuación de la política de hechos consumados sobre el terreno.

2.- Mantener un proceso de búsqueda de soluciones en el que la parte palestina se halle aislada, sin cobertura internacional ni legal e impedir que recurra a las Naciones Unidas como referente de las negociaciones.

3.- El hecho de que un gran número de países reconoce a Palestina es considerado por «Israel» como un avance diplomático favorable al problema palestino.

4.- La adhesión palestina a las Naciones Unidas reafirma que los territorios ocupados en 1967, que la parte israelí considera territorios en disputa, pertenecen a un Estado ocupado, según el reconocimiento de la ONU, lo que fortalece la postura jurídica palestina e internacional frente a Israel.

5.- Israel teme que el reconocimiento del Estado palestino aumente su propio aislamiento y amplíe la oposición internacional a sus prácticas.

6.- La adhesión de Palestina a las Naciones Unidas en calidad de miembro pleno no implica necesariamente cambios en el territorio de Cisjordania, pero puede constituir una oportunidad para aligerar el bloqueo de la Franja de Gaza.

Luego de la decisión palestina de dirigirse a la ONU, la diplomacia israelí ha lanzado una serie de amenazas que van desde el desencadenamiento de una guerra hasta la anulación de los acuerdos de Oslo.

Es evidente que el Estado sionista se halla en un impasse, y no puede avanzar con argumentos válidos anunciando la anulación del proceso de regularización, igual que el apoyo a sus prácticas represivas están en permanente retroceso en momentos en que el apoyo popular a la causa palestina crece en todo el mundo..

Los posibles pasos israelíes

1.- Continuar con la campaña para la anulación de la iniciativa palestina antes de septiembre.

2.- Presionar a la Autoridad Palestina mediante medidas punitivas.

3.- Utilizar la política de la zanahoria y el garrote con la dirigencia de la OLP y la Autoridad Palestina, usando instrumentos de presión en Cisjordnia o avanzando propuestas para una vuelta a las negociaciones.

4.- La utilización de su influencia sobre la administración estadounidense para ejercer presión sobre la dirigencia palestina.

El comportamiento internacional

Es necesario más bien insistir ante los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, susceptibles de admitir a Palestina en la ONU y capaces de anular el movimiento palestino utilizando el derecho a veto. Como también sobre la actitud de algunos influyentes Estados europeos. Rusia y China reconocen al Estado palestino, pero otros como EE.UU., Francia o Gran Bretaña, que mantienen relaciones diplomáticas con la OLP no lo reconocen. La actitud de la Unión Europea consiste en llamar a la reanudación de las negociaciones bilaterales con relación al plazo de septiembre como salida al desacuerdo existente entre los miembros de la UE.

Los Estados Unidos apoyan claramente la postura israelí. El Congreso ha votado una resolución que permite utilizar el derecho de veto a toda resolución que reconozca al Estado palestino, amenazando con la interrupción de la ayuda estadounidense a la Autoridad Palestina, lo que contradice la anterior posición de septiembre de 2010 del presidente Obama.

Consecuencias

1.- El triunfo de la proclamación del Estado palestino como miembro de las Naciones Unidas no tendrá probablemente ninguna consecuencia sobre el terreno, donde proseguirá la ocupación israelí con el apoyo estadounidense y la conducta israelí como la de un Estado al margen de la ley. Pero puede profundizar el aislamiento israelí.

2.- Si la dirigencia palestina fracasa en su intento de incorporarse a las Naciones Unidas debilitará la corriente adicta a las negociaciones en el escenario palestino en provecho de las fuerzas de la resistencia.

3.- El rechazo de las presiones estadounidenses sobre la dirigencia palestina se convierte en un riesgo de profundización de las sanciones económicas.

4.- La utilización del veto estadounidense sobre la iniciativa palestina probará nuevamente el alineamiento estadounidense con la nación israelí.

5.- Algunos analistas consideran que adquirir el estatuto de miembro pleno en las Naciones Unidas, a partir de la resolución de partición nº 181 puede consolidar la idea de la judeidad de Israel y de la internacionalización de Jerusalén como se ha mencionado en la resolución internacional.

Escenarios

1.- La OLP solicita el estatuto de miembro pleno a la Secretaría General de la ONU, la petición se transmite al Consejo de Seguridad, que aprueba el pedido de adhesión del Estado palestino con sus fronteras de 1967 y su capital en la parte oriental de Jerusalén y por lo tanto la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la solicitud.

2.- Esa solicitud será objeto de veto por parte de los EE.UU. lo que significará el fracaso del pedido palestino.

3.- La OLP solicita la adhesión plena pero el Consejo de Seguridad aplaza la decisión por varias razones, por razones de orden, por una propuesta de modificación del texto, postergándola hasta que se llegue a un acuerdo sobre las modificaciones, lo que concluye anulando al proyecto en su totalidad.

4.- La OLP se dirige directamente a la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitando la obtención de miembro no pleno, lo que no introduce cambios decisivos, si la OLP supera los 2/3, salvo en cuanto a la representatividad palestina de modo que se convierte en un Estado miembro observador.

5.- Aplazamiento de la gestión ante la ONU, si los israelíes presentan un conjunto de propuestas válidas para retomar las negociaciones como lo son el hecho de incluirlas en una parte del discurso de Obama sobre el Estado palestino.

Parece que las posibilidades varían en función de la manera en que piense presentar el pedido la dirigencia palestina Está claro que la OLP tendrá que afrontar el veto estadounidense (segundo escenario). Pero también puede recurrir al cuarto para evitar el enfrentamiento con la administración de Estados Unidos aunque sea para lograr una victoria formal, lo que dejaría abierta la puerta de las Naciones unidas para insistir y reclamar el estatuto de miembro pleno.

Fuente: http://www.aloufok.net/spip.php?article5023

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