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España: El debate de Ence y el desarrollo sostenible

La ruína de un ecosistema, mantenida en Lourizán con tozudez política y compra de conciencias

Fuentes: iberica2000.org

Como se comenta en algún que otro trabajo de iberica2000.org, Ence está en el origen de la muerte de la ría de Pontevedra. Actualmente, con publicidad multimillonaria, machacan diariamente por Radio Pontevedra o esponsorizando al Pontevedra, F.C., y por la emisoria Localia de televisión, totalmente entregada, insisten en que lo suyo es el desarrollo sostenible, el económico y el bienestar social. Todo mentira.

Y eso ha sido contestado por medio de una manifestación de más de 40.000 personas, en Pontevedra, el pasado 4 de junio 2005.

Ha sido la mayor manifestación de la historia local, en la que ha participado gente de toda Galicia; una manifestación ciudadana, aún a costa de los manejos políticos que ha habido en torno a la misma, porque no solo Ence es el mal, sino que la propaganda del BNG se centra en la necesidad de erradicarla. (Pero a día 15.2.2006 no está claro que se propongan recuperar el litoral. En su actitud de ataque a ENCE, bien, se está buscando un rédito electoral, como también en el de su falaz anuncio de una depuración que es mentira, con una EDAR en dominio público marítimo terrestre, ilegal, lo que se cuenta en alguno de los trabajos alojados en iberica2000.org. y que el que desee saber lo endiabladamente bien concebida que ha sido la web purolerez.com, diseñada para el ciudadano simple, no tiene nada más que abrirla. Si el curioso es del grupo de los ingenuos, hasta puede que algún día, en un restorán, no pida aguas de Mondariz o de Cabreiroá, sino de la inexistente purolerez.com, vencido por el mensaje subliminal, por la mentira).

Otras noticias producidas en días pasados, en particular la del envenenamiento del entorno de la fábrica, coinciden con el tiempo electoral que en Galicia se vive, en el que es inadmisible que los partidos no jueguen al consenso de la recuperación del ecosistema que albergaba la ría de Pontevedra.

ENCE en su web afirma que es líder mundial en la producción de pasta de Eucalipto al Sulfato Blanqueada sin Compuestos de Cloro . Que sus pastas son producidas en la fabrica de ENCE-Pontevedra, situada en el noroeste de España en las cercanías de la ciudad del mismo nombre y que mantiene una capacidad de producción en la actualidad 380.000 t/año.

Muchos ciudadanos ya no creemos en la Política, que suponemos tampoco ahora va a funcionar, cuando uno de los grupos que se presentan, el BNG, centra en su propaganda en el saneamiento en base a una depuradora ilegal. Parece que no se han enterado de lo que dice al respeto la Ley de Costas.

(Sigue el trabajo, aparecido en el Faro de Vigo el 9.6.2005, del que es autor Adolfo Cordero Rivera, Catedrático de Ecología. De su mano se puede comprender también que mucha de la miseria emigratoria de Galicia ha sido causada por lo que algunos llaman desarrollo sostenible: la plantación irracional de eucaliptos, que en esta tierra ha coincidido con los años de mayor emigración).

El debate sobre ENCE y el concepto de desarrollo sostenible.
«En su actual ubicación, ENCE es socialmente rechazada por la mayoría de la población».
Por ADOLFO CORDERO RIVERA.

En 1949, el científico forestal Aldo Leopold, publicó un libro póstumo («A sand county almanac») en el que presenta sus ideas acerca del desarrollo sostenible.

En ese libro, Leopold identifica dos tipos de aproximaciones al concepto de gestión forestal sostenible. Un grupo (A) considera a la tierra como suelo, y su única función como la producción de bienes. El grupo A se contenta con cultivar árboles como si fuesen berzas, siendo la celulosa el bien forestal básico.

El grupo B, por el contrario, considera a las ciencias forestales como algo fundamentalmente diferente de las agronómicas, porque emplea especies naturales, y gestiona un mundo natural en lugar de crear uno artificial. El grupo B se preocupa de toda una serie de funciones secundarias de los bosques: vida silvestre, recreación, acuíferos, áreas naturales. Es la verdadera gestión forestal sostenible.

Estas palabras parecen proféticas vistas a la luz del debate abierto en torno a la ubicación de la factoría de ENCE en Lourizán y su contribución al desarrollo sostenible. El grupo A predomina en algunas instituciones, incluso en mi propio centro de Ingeniería Forestal. El grupo B ha entendido lo que significa el desarrollo sostenible.

El grupo A o no lo ha entendido, o lo manipula a favor de sus intereses económicos. Ambas alternativas no son muy halagüeñas. Defiende que ENCE contribuye al desarrollo sostenible en su actual ubicación, y algunos partidos políticos se aferran a estas afirmaciones para decir que los errores hay que perpetuarlos siempre que produzcan puestos de trabajo. Pero ¿qué significa realmente «desarrollo sostenible»?

El desarrollo sólo será sostenible si lo es desde tres puntos de vista: el económico, el ecológico y el social. Y no es posible sustituirlos entre si.

No me cabe duda de que la factoría de Lourizán es económicamente rentable. Si no lo fuera, ya habría cesado en su actividad, sus trabajadores estarían en el paro, y el grupo A diría que es la ley del mercado (y no convocaría ninguna manifestación en su apoyo). Pero la sostenibilidad económica es mucho más que una cuenta de beneficios industriales.

Un aspecto fundamental es determinar quién se reparte los beneficios y quiénes tienen que soportar los costes. Los beneficios de ENCE van a sus accionistas y a las personas que viven directa o indirectamente de su actividad. Por el contrario, los costes los pagamos todos los habitantes de Pontevedra y comarca. Estos costes no se incluyen en el balance de la empresa. ¿Tendría beneficios si se incluyesen? ¿Realmente contribuye a un desarrollo económicamente sostenible?

Desde el punto de vista ecológico, la ubicación de la factoría en Lourizán es la peor de todas las alternativas. Nadie puede decir honestamente que el emplazamiento es idóneo para una actividad de estas características. El impacto de esta empresa en la ría de Pontevedra ha sido continuo a lo largo de 50 años, con gravísimas consecuencias. Cierto que ha mejorado con los años, pero la condena por delito ecológico continuado es sólo la punta del iceberg.

Pero es que además, la política forestal de la dictadura, de la que ENCE es su mayor «logro», ha sido nefasta desde un punto de vista ecológico y social.

En la misma época en la que Leopold demostraba con sus trabajos la importancia de mantener los procesos ecológicos en los montes, y la idea básica de que la explotación forestal debe usar las especies naturales, en lugar de crear un mundo artificial, los forestales de la dictadura decidieron convertir Galicia en una plantación descontrolada de pinos y eucaliptos. Se eliminó el modo de vida de los campesinos al impedir que el ganado pastase en los montes, y ello llevó a la emigración masiva de las décadas de 1950 y 1960.

Las protestas fueron acalladas incluso con disparos y muertos. Algunos tuvieron la «genial» idea de plantar eucaliptos en las islas Cíes, o Tambo, y en muchas otras zonas donde nunca debieran haberse introducido. Hoy pagamos las consecuencias. El cambio en el uso del suelo afectó a la flora, a la fauna, a los ríos, al paisaje, al valor recreativo. Con la llegada de la democracia las cosas no han cambiado mucho. La gestión forestal ha seguido siendo pésima, con los mismos criterios que en el siglo XIX, salvo honrosas excepciones.

Y ENCE tuvo mucho que ver en este asunto. Las plantaciones de eucaliptos no son bosques ni proporcionan ninguno de los beneficios ecológicos de esos ecosistemas. Como plantaciones productivas deberían estar bien delimitadas, cuidadas, y ordenadas. Nada de eso ocurre en la mayor parte de los casos. Se han plantado en lugares inapropiados, no respetando los valles de los ríos, destruyendo bosques y matorrales (algunos de ellos hoy considerados hábitats de importancia comunitaria), invadiendo terrenos comunales, arrasando lugares de interés arqueológico. Y el precio de la madera de eucalipto no ha hecho más que caer desde que una sola empresa monopoliza su comercio.

Desde el punto de vista social, la oposición al mantenimiento de la factoría en su actual ubicación, difícilmente conseguirá contribuir al desarrollo sostenible.

La propaganda, a menudo basada en la idea equivocada de que basta invertir un poco en los equipos deportivos para cambiar la imagen de una empresa, no puede ocultar la realidad: ENCE en su actual ubicación es socialmente rechazada por la mayoría de la población de su zona de influencia. No es casualidad que en los últimos meses varios alcaldes ofreciesen terrenos para instalar la famosa fábrica de papel tisú, matizando que la oferta no incluía terrenos para la empresa pastera.

Tampoco es casualidad que los más acérrimos defensores de mantener el error, hacer la vista gorda, saltarse las leyes, inventarse un puerto, y quién sabe qué otras barbaridades, vivan a muchos kilómetros de la empresa. Yo estoy seguro de que muchos pontevedreses nos apuntaríamos a una manifestación para que trasladen la empresa a Santiago, o a Coruña, o a la sede central de ENCE … ¿pero tendría algún sentido que nosotros opinásemos sobre la instalación en otro lugar? ¿Entonces, qué valor tiene la opinión de quienes viven a decenas de kilómetros?

Termino ya.
De lo dicho anteriormente se deduce que ENCE no está contribuyendo al desarrollo sostenible. Y no lo podrá hacer mientras siga empecinada en no enmendar el error cometido. Por mucho dinero que la empresa genere, nunca podrá cancelar los impactos ecológicos de su actual ubicación. Que se lo digan a quienes viven del marisqueo o el turismo. Pero eso no significa que no pueda contribuir al desarrollo sostenible de Galicia.

Una nueva factoría, con las más modernas tecnologías, y situada lejos de la costa, podría conseguirlo. Yo incluso invertiría mi dinero en un proyecto así, ya que el papel va a seguir siendo necesario, y si esta empresa renuncia a un verdadero proyecto de desarrollo sostenible, otras vendrán que sí lo harán. Pero mucho tendría que cambiar la ideología del grupo A y su política forestal.

* Adolfo Cordero Rivera es Catedrático de Ecología de la Universidad de Vigo. Es colaborador del Ministerio de Educación y Ciencia en la gestión del Programa Nacional de I+D+I «Biodiversidad, Ciencias de la Tierra y Cambio Global»
Y Director del grupo de investigación RE6 «Ecología evolutiva y de la conservación», con sede en la E.U.E.T. Forestal de Pontevedra.

Insertado por: jesús lópez fernández (10/11/2004)
Fuente/Autor: Adolfo Cordero Rivera