Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Mujeres en todo Israel estaban dispuestas a hacer una huelga para protestar por la inacción del Gobierno con respecto a la violencia machista. Samah Salaime, una prominente activista feminista, habla de la construcción de solidaridad entre mujeres judías y palestinas y por qué este momento se vuelve tan urgente.
Activistas feministas ponen cientos de pares de zapatos rojos para protestar por la violencia machista, Tel Aviv, 4 de diciembre de 2018. (Oren Ziv / Activestills.org)
Se esperaba que decenas de miles de mujeres en Israel participaran en una huelga general y manifestaciones en todo el país el martes, en protesta por la inacción del gobierno con respecto a la violencia machista, estimulada por los recientes asesinatos de dos mujeres adolescentes.
Más de 50 organizaciones feministas judías y árabes, que comprenden la Coalición de la Bandera Roja, declararon un «estado de emergencia» nacional y organizaron las protestas. Las manifestaciones se realizaron en decenas de lugares en todo el país, que culminaron con un gran mitin en la plaza Rabin de Tel Aviv el martes por la noche. Cientos de organizaciones, corporaciones y municipios han declarado su apoyo a las protestas.
Desde el comienzo del año, 24 mujeres han sido asesinadas por un compañero, un familiar o un conocido. Muchas habían informado a la policía antes de su muerte de que estaban preocupadas por su seguridad. Según la Organización Internacional de Mujeres Sionistas (WIZO, por sus siglas en inglés), se cree que 200,000 mujeres en Israel son víctimas de abusos domésticos y cerca de medio millón de niños son testigos de violencia en sus hogares.
La escritora de +972 Samah Salaime ha sido una de las principales organizadoras de la lucha contra la violencia machista en la sociedad palestina dentro de Israel durante años. Samah contó a +972 cómo se unió la coalición de organizaciones, cómo superó las tensiones entre las feministas judías y palestinas y por qué se siente en este momento tan urgente.
¿Por qué este impulso de ir a la huelga?
La huelga se produce debido al asesinato de 24 mujeres solo este año, la mitad de ellas árabes. Sucede porque la mayoría de los casos de asesinatos de mujeres árabes siguen sin resolver. Está sucediendo porque después del asesinato de Yara Ayoub, de 16 años, en el norte, y de Sylvana Tsegai, de 13 años, en Tel Aviv, ya no podíamos permanecer apáticas. Ya era hora de actuar.
La huelga comenzó como un acto de protesta organizado por unas pocas activistas sociales que no tenían muchas posibilidades. Hace unos meses se formó una coalición de grupos de mujeres palestinas y judías para organizar una gran protesta frente al Knesset. «Habíamos planeado construir un campamento de protesta de tres días con una exhibición de arte, presentaciones y reuniones. Luego la realidad nos abofeteó con los asesinatos de Yara y Sylvana. Fue entonces cuando decidimos declarar un estado de emergencia en todo el país».
¿Por qué sucede esto ahora?
El Gobierno extremista y chovinista de Israel ha ido demasiado lejos en ignorar los temas relacionados con el género. Se ha opuesto a todas las luchas feministas que tenían posibilidades de éxito. Declaró que tomaría medidas positivas y luego hizo exactamente lo contrario. Este Gobierno anuló el otorgamiento de custodia a madres solteras con bebés. Aniquiló una ley para establecer un comité que analizase el manejo del Gobierno de los asuntos relacionados con el asesinato de mujeres.
La activista y escritora de +972, la palestina Samah Salaime pronuncia un discurso durante el evento «La mayor lección árabe para el mundo» en la plaza Habima de Tel Aviv, el 30 de julio de 2018. (Edo Konrad)
Este es el mismo Gobierno que exige que una autoridad religiosa esté presente en los comités que deciden si permitir que las mujeres aborten. Es el mismo Gobierno que apoya la separación de género y la exclusión de las mujeres de la esfera pública. La gota que colmó el vaso fue el anuncio, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, nada menos que el Gobierno congelaría un plan ya aprobado de 250 millones de NIS (67 millons de dólares) para luchar contra la violencia machista. Había mujeres palestinas y judías que estaban preocupadas por una lucha conjunta, pero la dura realidad nos empujó -juntas- a un rincón.
Estamos tratando con un Gobierno que tiene un problema de violencia machista. No solo oprime a cinco millones de palestinos en los territorios ocupados, sino que oprime violenta y sistemáticamente a mujeres judías y árabes [a ambos lados de la Línea Verde].
¿Qué esperáis que consiga la huelga?
Queremos concienciar sobre el fenómeno del asesinato de mujeres en la sociedad árabe israelí. Suena ingenuo y banal, pero queremos que las personas entiendan que los delitos de género no tienen nada que ver con el honor familiar, la inmigración, la cultura o la religión. Los hombres asesinan a las mujeres porque creen en la supremacía de los hombres sobre las mujeres. A través de la violencia los hombres son capaces de mantener su poder.
No podemos ignorar el hecho de que el 50 por ciento de las mujeres asesinadas en Israel son árabes. Las autoridades israelíes son reacias a llevar a juicio a los asesinos árabes de mujeres árabes, dejándolos sueltos. Esto demuestra que la vida de una mujer árabe vale menos que la de una mujer judía, y las mujeres árabes están pagando el precio. Es un hecho conocido que las mujeres en zonas de conflicto, así como las mujeres que pertenecen a grupos minoritarios, pagan un alto precio por el militarismo en la sociedad.
¿Qué hace que una huelga sea exitosa?
El éxito significa que la Plaza Rabin está repleta de mujeres y hombres árabes y judíos. Significa que el Gobierno declare que promulgará un plan nacional para enfrentar la violencia contra las mujeres. Significa responsabilizar a todos los miembros de la Knesset que han apoyado la legislación contra la mujer.
La huelga es la culminación de años de actividad feminista. Pero la lucha contra la violencia machista ha tenido lugar durante bastante tiempo entre las mujeres palestinas dentro de Israel. ¿Cómo ha influido tu lucha en el movimiento más grande en el país?
Dirijo una lucha ardua a través de Na’am, una organización que fundamos hace 10 años para apoyar a las mujeres árabes y combatir la violencia de género. Las mujeres palestinas han sido parte integral de cada lucha desde los años 90. En el pasado los hombres árabes se enorgullecían del asesinato de mujeres, mientras que el sistema legal dictaba sentencias leves a los asesinos por razones llamadas culturales.
Políticos árabes participan en una manifestación en la ciudad mixta de Ramle contra la violencia doméstica y de género, 26 de noviembre de 2015. (Activestills.org)
Hoy no encontrará una sola figura religiosa o política que se atreva a usar un lenguaje ofensivo o chovinista. Creo que estamos subiendo la escalera lentamente. La sociedad israelí ya no puede ignorar a las activistas palestinas. Traducimos nuestra lucha al hebreo y mostramos cómo la discriminación y el abandono conducen al asesinato de mujeres. Las mujeres judías quieren un país que haga cumplir la ley. ¿Adivina qué? Nosotras también.
¿Cómo fue para las mujeres palestinas y judías israelíes palestinas combinar luchas?
Tenía muchas preocupaciones sobre la cooperación entre israelíes y palestinas aquí. Me preocupa pagar un alto precio por trabajar con mujeres judías, algunas de las cuales se autodefinen sionistas; que el movimiento se usará para presentar a Israel como la única democracia en el Medio Oriente; que nuestra decisión de trabajar juntas será dolorosa y difícil. Conduce a la crítica tanto de derecha como de izquierda. El dolor y las diferencias políticas están con nosotras en todos los lugares a los que vamos, pero espero que la huelga logre unir las luchas entre israelíes y palestinas y desencadene un movimiento de protesta más grande contra la opresión violenta hacia el pueblo palestino.
Fuente: https://972mag.com/gender-violence-pushed-jewish-palestinian-women-into-a-corner-together/139003/
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