Francisco Báez, ex trabajador de Uralita en Sevilla, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra esta industria de la muerte, desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 40 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, reseñó su obra (escrito editado en las […]
Francisco Báez, ex trabajador de Uralita en Sevilla, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra esta industria de la muerte, desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 40 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, reseñó su obra (escrito editado en las páginas de rebelión).
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-Habíamos quedado en que le haría una entrevista mensual para que usted nos siguiera informando sobre la industria del amianto y sus alrededores y sobre las luchas ciudadanas. Mientras tanto, por supuesto, usted no ha parado ni un momento. Son tantos las informaciones recibidas y los artículos que usted ha publicado que no sé ni por dónde empezar. Tomo pie en una reunión celebrada el pasado 11 de septiembre, en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de su Universidad de Sevilla, la «I Jornada sobre Amianto en Andalucía», en apoyo a la campaña «Amianto Cero en Europa y Justicia para las Víctimas». ¿La primera jornada sobre el amianto? ¿La primera?¿ ¿Nunca antes? ¿Y eso cómo se explica?
-La primera… de la campaña; la primera, de esas precisas características: con esos contenidos, y con esos propósitos. Afortunadamente, no es la primera, por supuesto, que en Andalucía se ocupe de la cuestión del amianto.
-¿Nos informa brevemente sobre la campaña de «amianto cero en Europa y justicia para las víctimas»? ¿Qué personas y asociaciones están detrás de esa campaña? ¿Cuándo se inició esa campaña?
-Se trata de una campaña que aspira a aglutinar las inquietudes, tanto por el desamiantado del asbesto instalado en nuestro país, como por el apoyo al reconocimiento e indemnización de las víctimas del amianto. Surge como consecuencia del reciente pronunciamiento de algunas de las instituciones europeas, en favor de la instauración en sus naciones constituyentes, de un programa de eliminación sistemática de todo el asbesto no natural, presente en el medio ambiente.
La campaña la promueven, básicamente, tanto las organizaciones ecologistas especializadas en el asunto (las «amianto cero»), como las asociaciones de las propias víctimas, con la eventual incorporación de sindicatos y de otras organizaciones, que se vienen a sumar a la iniciativa.
Arranca ahora, ya que el propósito es irla extendiendo a otros territorios, con posibilidad de que lugares tales como Madrid, Getafe, Vicálvaro, etc., etc., sean probablemente asiento de otros actos similares, si hemos de atenernos a las manifestaciones de los propios organizadores.
En cuanto a las personas embarcadas en tales propósitos, desde mi limitado conocimiento del asunto, podría citar, por ejemplo, los nombres de Paco Puche Vergara, de Juan Carlos Paul, de Antonio Delgado, etc., con olvido, probablemente, de algunos otros igualmente relevantes por lo que atañe al proyecto. Tendría que estar más entre bastidores del asunto, para poder darle una contestación más precisa.
-Un artículo suyo sobre estas jornadas tiene como título: «Una alcahueta, llamada «alarma social»». ¿Qué sentido ese título? ¿Una alcahueta llamada alarma social? ¿A qué quiere hacer referencia?
-Evidentemente, a que la llamada «alarma social» sea blandida como pretexto para la inactividad, cuando, por la índole del asunto, esa alarma está sobradamente justificada. Una alarma, que en ningún caso vendría a suponer sufrimientos inútiles y añadidos, para la población general, ni disturbios callejeros o cualquier otro inconveniente para quienes gobiernan, sino la sana movilización ciudadana, ante un problema real e importante.
-Otro artículo, también suyo por supuesto, habla de la «Polimorbilidad en afectados por patologías asbesto-relacionadas». ¿Qué es esto de la polimorbilidad? ¿Qué son las patologías asbesto-relacionadas?
-Las patologías asbesto-relacionadas, son las correspondientes a dicha etiología, ya sean específicas, como es el caso del mesotelioma y de la asbestosis, ya sean inespecíficas, como es el caso del cáncer de ovarios, el cáncer de laringe, la fibrosis retro-peritoneal, etc.
En el caso de las inespecíficas, si bien es cierto que eventualmente pueden obedecer a otras causas ajenas a una exposición previa al asbesto, no obstante, estadísticamente evidencian una correlación positiva lo suficientemente fuerte, como para que, mediando dicha exposición, se las reconozca como enfermedad profesional.
La polimorbilidad, como su propio nombre indica, se trata de la situación en la que, metacrónica o sincrónicamente, dos o más de esas patologías concurren en un mismo paciente que ha estado expuesto al amianto. Puede ser, por ejemplo, el caso de quien padece una asbestosis, con presencia de placas pleurales y de derrame pleural benigno, pero al que con posterioridad se le diagnostica un mesotelioma, y un cor pulmonale, este último como importante secuela de la asbestosis padecida. Otras combinaciones, son igualmente más o menos frecuentes: mesotelioma + carcinoma de pulmón, mesoteliomas pleural y peritoneal en un mismo paciente, etc., etc.
-Otro trabajo que lleva su firma lleva por título: «Amianto y la somatización inversa» ¿Y qué es eso de la somatización inversa? ¿Inversa respecto a qué?
-En la somatización ordinaria, un trastorno o padecimiento psíquico, es determinante del afloramiento de un síntoma, signo o enfermedad somática, esto es, corporal. La enfermedad, biológicamente real, tiene una causa no física. En lo que caracterizo como «somatización inversa», ocurre justamente lo contrario, ya que es un padecimiento corporal, el que determina la eclosión o el agravamiento y desarrollo de un trastorno psíquico. Es el caso, por ejemplo, de una enfermedad corporal (que en los casos de nuestro específico interés, estará originada por el asbesto), que es causante de un estado depresivo, que eventualmente incluso puede ser determinante de intento o logro de un suicidio. La casuística de los pacientes del amianto, registra una cierta prevalencia e incidencia de este tipo de situaciones.
-Otro escrito suyo, no le molesto más sobre sus trabajos, se titula «El amianto a juicio». ¿De qué juicio nos habla?
-Se trata, en esta oportunidad, de los comentarios que nos suscitan la toma en consideración de algunas resoluciones judiciales relativas a enfermedades originadas por el asbesto, sentencias emanadas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo. Es digno de ser resaltado, el hecho de que ninguna de esas sentencias corresponden a ningún demandante español, ya que específicamente para el amianto no lo ha habido, posiblemente a causa de que, en otras demandas, habidas para otras cuestiones, con fallo favorable para el demandante de nuestro país, su cumplimiento real se ha quedado en «papel mojado», al no haberse previsto ningún mecanismo legal para que nuestro Tribunal Supremo haga aplicar ese cumplimiento. Toda una burla.
-Tomo pie en una cita de uno de sus textos: «La epidemia del amianto mata a una persona cada dos horas en los Estados Unidos, una cada cuatro horas en el Reino Unido, tres de cada día en Italia y Alemania, dos cada día en Francia, Japón y Australia, y una al día en Holanda»: Boggio (2013). Eso significa, si no calculo mal, unas 4 mil personas en Estados Unidos y unas tres mil en Alemania. ¿Las dimensiones son éstas? ¿Y en España? ¿Conoce usted datos recientes?
-Por lo que respecta a las cifras dadas, me remito a mi fuente, que para mí es fiable y real; si no, no la citaría, ni haría uso de sus datos. Por lo que respecta a España, el sub-registro y sub-reconocimiento resultan abrumadores. Por no extendernos más, en una cuestión que no es nueva en estas páginas de «Rebelión», véase, por ejemplo:
García-Gómez, M., Menéndez-Navarro, A., & López, R. C. (2014). Asbestos-related occupational cancers compensated under the Spanish National Insurance System, 1978-2011. International Journal of Occupational and Environmental Health. Volume 21, Issue 1 (January-March 2015), pp. 31-39 y:
Alfredo Menéndez Vavarro & Montserrat García Gómez Las víctimas dobles del amianto Público.es. 13 diciembre. 2014 http://blogs.publico.es/otrasmiradas/3319/las-victimas-dobles-del-amianto/
Los cálculos, aproximados, y no oficiales, sólo cabe hacerlos, en base a la proporcionalidad entre los mismos y el tonelaje importado y consumido durante todo el tiempo anterior a la prohibición del amianto en España. En cuanto a los datos reales, los tendría que facilitar el I.N.S.S., o permitir el libre acceso a sus archivos, por parte de los investigadores, pero en esa labor, el citado organismo, «ni está, ni se le espera».
-Me ha llegado este link de usted.: http://www.eesc.europa.eu/?i=portal.en.press-releases.36179 ¿Es importante? ¿Por qué?
-Es un comunicado del «Comité Europeo Económico y Social», fechado en 24 de junio de 2015, según el cual, las muertes anuales por amianto en Europa (fundamentalmente, por mesotelioma), se cifran ya en 47.000, lo supone un incremento del 50% respecto de la previsión anterior. Esa previsión actual se basa, lógicamente, en una extrapolación a futuro, de las últimas cifras reales registradas.
Su importancia es manifiesta, en general, y específicamente por lo que respecta a la pulsión, necesaria y acuciante, para que al menos en el ámbito europeo se llegue a alcanzar un eficaz desamiantado generalizado, ya que una buena parte de esas muertes, ya no corresponden meramente a los laboralmente expuestos, en un pasado en el que el uso del amianto estaba permitido, sino que corresponden también, en cierta medida, a quienes, por ejemplo, en su condición de profesores o de alumnos de centros docentes en los que el asbesto ha estado presente (y ahí sigue, en no pocos casos), han estado así expuestos.
-También me ha recomendado un trabajo de Jesús Uzkudun:
http://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/amianto-y-ocultacion-de-las-leyes-incumplidas ¿Dónde reside su interés?
-El amigo Jesús, lo que viene a denunciar, es que, cual «una pescadilla, que se muerde la cola», haya un inspector de trabajo que, apoyándose en el vacío de evidencias que deja un incumplimiento masivo de las empresas, a la hora de atender a sus obligaciones frente al riesgo del amianto (por ejemplo, no inscribiéndose en el RERA), de la sílice, etc., etc., venga a fundamentar sus conclusiones, como si tal vacío fuera representativo de una ausencia de problemas: «lo que no se registra, no existe».
La otra cara de la misma moneda, está en la actitud de «matar al mensajero», como si, por ejemplo, los sismógrafos fueran la causa de los terremotos.
-¿Conoce usted este trabajo? «La justicia y el amianto, crónica de un asesino silencioso». Gloria Poyatos Matas. The Huffington post. Creo que la señora Poyatos es magistrada. ¿Es así? Parece muy sensible al tema.
-Conozco, efectivamente, el susodicho trabajo de la magistrada señora Poyatos, acreditada, tanto por su brillante trayectoria profesional, como por sus reconocidos arrestos (en la segunda acepción del diccionario de la R.A.E.), ya que, a fin de demostrar que en España era posible registrarse legalmente como prostituta, a efectos de cotizar a la Seguridad Social por dicho concepto de actividad laboral, fue y, ni corta ni perezosa, se inscribió a sí misma bajo esa premisa, ante los desorbitados ojos del primer funcionario que hubo de atenderla.
En relación con el amianto, mi ferviente deseo sería poder consultarle su opinión y conocimientos legales, respecto de diversas facetas de dicho asunto.
-Hoy por hoy es suficiente, no me atrevo a molestarle más hasta el próximo mes. ¿Por qué no nos cuenta para finalizar en qué asuntos ha estado usted metido estas semanas? Como supongo -sé de hecho- que son muchos, háganos un resumen.
-Algunos ya han visto la luz pública, gracias a su inestimable ayuda.
-Infinitesimal, sin importancia. Es un honor para rebelión.
-Actualmente tengo entre manos varios asuntos, como, por ejemplo, un trabajo relativo a la tele-detección de cubiertas de amianto-cemento, otro sobre «presentaciones especiales del mesotelioma», etc., pero mi más ambicioso proyecto, que actualmente está sólo en sus inicios, es una revisión histórica, desde 1845 hasta nuestros días, de «todos» los trabajos que corresponden, exclusiva o predominantemente, a una valoración ética de la problemática que ha suscitado en el pasado, y que suscita también en el presente, el uso del amianto.
Hay otros trabajos -libros, artículos, tesis doctorales, informes, etc.-, que se ocupan de describir algo, en relación con el asbesto (experimentos, estadísticas, signos y síntomas patológicos, estudios epidemiológicos, etc., etc.).
Otros, por el contrario, se centran en señalar la inmensa carga de responsabilidad que en el mortal daño causado han tenido y tienen las empresas y gobiernos que en el pasado contribuyeron a que el amianto no se prohibiera, y que por lo tanto se le siguiera utilizando, o bien, en su caso, en que actualmente en determinados países siga ocurriendo lo mismo.
Es a estos últimos a los que proyecto dedicar mi revisión. Espero poder estar a la altura del reto, porque la bibliografía generada bajo esas premisas, es inmensa, como ocurre con toda la del asbesto, y no se trata, evidentemente, de censarla meramente, sino de glosarla de forma adecuada.
-Mil gracias. Hasta el próximo mes.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.